Este año, la nieve se ha hecho de rogar algo más de la cuenta. Pero cuando ha llegado, lo ha hecho con mucha fuerza, de manera que nos ha dejado las montañas colmadas de nieve para que podamos empezar la temporada de la mejor manera posible.
Como suele ser habitual, Masella ha sido la primer en abrir sus puertas. Y con el ansia que llevábamos encima, aumentada hasta límites inmensurables con las nevadas de esta semana, no hemos podido dejar de faltar a la cita.
Y llega el gran momento, el de ponerse las botas de nuevo por primera vez. Dejar de esquiar unos meses hace que volver a hacerlo sea tan especial. Volver a poner el pie, cerrar los ganchos,…. Lo que les gusta a nuestros pies estar encerrados. Seguro que conoces esta sensación.

Tras recoger los ff de temporada, que ha costado más de la cuenta, ponemos rumbo a la primera silla. Es un lujo tener esto tan cerca de casa.

El paisaje está espectacular. Se confirma lo que hemos visto todos por las webcams y la multitud de imágenes que han circulado por las redes. La nieve ha convertido este primer día en un regalo para todos los sentidos. Hace 7 meses que no esquío, pero solo el poder estar aquí, ya justifica el viaje, aunque no te calces los esquís.
Pero está claro que no hemos venido a ver el paisaje, así que vamos a lo que vamos. Y con las botas puestas, toca pasarlo bien.
La primera buena noticia es que está abierto desde la Tosa hasta la base y podremos hacer nuestra querida 935 (bajar de arriba hasta la base del tirón). En cuanto a remontes, hemos cogido Jet, Coma Oriola y arrastre de Tosa.

El hecho de que la estación abra entre semana convierte el primer día en algo muy festivo. Estamos los de siempre, los que ya sabemos que nos vamos a encontrar seguro. Los que nunca fallan cuando la nieve llama a la puerta. Y así ha sido.

Y ¿cómo estaba la nieve? Pues arriba, increíble. A medida que bajamos, encontramos zonas más duras. Es el primer día, que hay que empezar a poner las cosas en su sitio y notar sensaciones.

Y no sólo es la nieve, es que todo el conjunto acompaña. Y pensar que hace cuatro días estábamos pisando verde.

Se nota que en la Tosa estaba la mejor nieve porque en algunos momentos se acumulaba gente en el arrastre. Abajo o en Coma Oriola, nadie. A ver qué tal el fin de semana...

Van sucediendo las bajadas y poco a poco se va cogiendo ritmo, pero aún falta rodaje. Pero lo importante, estamos disfrutando mucho, mucho. No nos hemos olvidado de esquiar, pero las sensaciones tienen que mejorar bastante. Tenemos toda la temporada por delante.

Lo que menos me ha guatado, Coma Oriola, pero por la izquierda, por Moixaderas se bajaba muy bien.

Empezar así, en noviembre... ¿dónde hay que firmar para siempre sea así? Un estreno insuperable. Creo que no se puede pedir más. La cosa está de maravilla. Tenemos una nueva temporada en marcha y hay que aprovechar todo lo que se pueda, que el año pasado ya nos enseñó que lo que no esquíes hoy, no volverá. Así que mañana, más. ¡Nos vemos en pistas! Ah, ¡no olvides la mascarilla!