Para traspasar las fronteras de un deporte y ser conocido hasta por los neófitos no hace falta sólo ser muy bueno, hay que tener algo más. Y si un esquiador ha tenido ese plus es Alberto Tomba, que ha sido el gran animador de la Copa del Mundo y el esquiador más famoso de los últimos 30 años gracias por un lado a su enorme talento, pero sobretodo a su carácter extrovertido e histriónico, que hacía que sus seguidores fueran los más incondicionales del Circo Blanco.
Pues bien, muy políticamente incorrecto, pero captando la esencia del gran Alberto Tomba, o al menos del personaje. Así era este anuncio de Barilla de 1995, precisamente el año en el que La Bomba ganó la general de la Copa del Mundo:
Y que a nadie le sorprenda que Barilla haga un anuncio con un crack del esqui. Esta marca ha patrocinado a nombres ilustres, como Tomba, Miller o, ahora, Mikaela Shiffrin.
No es de los peores, pero es un ejemplo más de los anuncios machistas que se veían hace unos años.