Yo creo que al que le gusta la velocidad, no tiene manías sobre si es sobre esquís, ruedas o raíles. Sólo hace falta echar un vistazo a los coches que llevan. Y podemos recordar un accidente que tuvo Marcel Hirscher con su R8.
Anna Veith (antes Fenninger) junto a un Audi RS5
La última en demostrar que la velocidad sobre esquís y sobre ruedas van de la mano es Lindsey Vonn, que hace unos años rodaba este anuncio para Head:
Mientras la americana se está recuperando de la lesión que se hizo en Grandvalira, se ha subido a dos Formula Renault de Red Bull y se ha quitado el mono de velocdad. Y por lo que cuenta Lindsey, que siempre ha dicho que le gusta correr en coche, la experiencia ha sido muy positiva, hasta el punto que se fantasea sobre su futuro con las manos en un volante.
No sería el primer caso de esquiador de descenso que se pasa a los coches. Luc Alphand lo hizo y llegó a ganar el Paris Dakar. Y es que cuando de casta le viene al galgo...