En nuestro país hay temas en los que el machismo está menos arraigado que en otros. Uno de ellos es el cambio de apellido cuando te casas. Hace años era mucho más habitual tener nombre de soltera y de casada, aunque hoy ya prácticamente nadie lo utiliza. Pero en muchos países punteros de nieve sigue existiendo esta costumbre, lo que ocasiona no pocos problemas, sobretodo para las marcas.
Os pongo los dos ejemplos que tengo más recientes, el de Linsey Vonn y Anna Fenninger, que además, son contrarios.
Lindsey Vonn se llamaba Lindsey Kildow de soltera. Pero empezó a ganar en el 2005, cuando ya estaba casada y todos la conocíamos como Lindsey Vonn, por lo que el cambio no afectó demasiado a seguidores ni marcas. Pues bien, este caso es curioso porque a pesar de estar separada desde 2011 y oficialmente divorciada desde 2013, en lugar de volver a llamarse Kildow, mantiene el apellido Vonn con el que se hizo famosa. Lo que hace el marketing...

Anna Fenninger es el caso contrario, porque ha ganado todos sus títulos, que no son pocos (es doble campeona de la general de la Copa del Mundo, campeona olímpica, triple campeona del mundo,...), como Fenninger, pero resulta que este abril se ha casado con su novio de toda la vida, el ex snowboarder Manuel Veith, así que a partir de ahora, si la buscas ya la verás con el apellido Veith. Vamos, que en este caso no ha priorizado la marca a su vida personal. Fenninger ya no existe ni en su web, ni en su perfil de Facebook, ni en Wikipedia... Aunque no todos van tan deprisa, ya que tanto en la web de Head com en la de la FIS todavía aparece como Fenninger. Y es que digo yo que primero se entere todo el mundo y luego ya cambiaremos. Porque con lo que cuesta crear una marca, como para cambiarla de un día para otro.



En el pasado tenemos más ejemplos, quizás el más sonado el de Annemarie Pröll, que al casarse con Herbert Moser, en plena época de ganar títulos, puso su nuevo apellido antes del suyo original, pasando a ser Moser-Pröll, más fácil de identificar que con Vonn y Fenninger.
Un par de datos adicionales que demuestran que Veith y su equipo han hecho un muy buen trabajo. Anna Fenninger tiene los mismos resultados que Anna Veith en Google (400.000). Y en Bing, Veith gana por goleada.
En fin, llegan los calores y hay que entretenerse...