Llega San Valentin, fecha que particularmente no me gusta nada (aquí tenemos otras mejores para lo mismo). Pero guste o no, con esta fecha a la vuesta de la esquina, "love is in the air". ¿Y qué mejor para un esquiador/a soltero/a que encontrar una pareja esquiadora?

Pues bien, para ello nada como un telesilla o aún mejor una cabina para conocerlo/a. Porque a diferencia de otros entornos, sabes que tienes entre 5 y 10 minutos en los que la otra parte no puede salir corriendo.
Pero al final, entre que vamos muy tapados, cuesta reconocerse (aún meterás la pata) y que no solemos subir solos, la cosa tampoco se presta tanto como a priori puede parecer. Pero hay gente que sigue pensando que un telesilla es un buen sitio para ligar y ha montado una serie de eventos pensados para encontrar pareja en los remontes que me parecen muy buena idea.
En Estados Unidos dominan el tema y hay varias estaciones que montan "speed dating" en el trayecto de uno de sus telesillas. Separan más o menos por edades o perfiles y la gente va subiendo de dos en dos. Teniendo en cuenta que vas a lo que vas, la cosa tiene pinta de "éxito" más o menos asegurado. Black Mountain, en New Hampshire es la decana y ya lleva 8 ediciones de su "chairlift speed dating" y alguno ya se ha casado tras pasar por allí. Otras ya están copiando el modelo y por ejemplo Loveland, en Colorado, se estrena esta temporada.
En Europa también tenemos casos. El mejor, el de Neusell, en Suiza, una pequeñísima estación con un solo remonte que va por la tercera temporada. Aquí sabes que volverás a coincidir sí o sí con esa persona que te ha impactado. Y además, ¡el remonte es un telesquí doble!
Hay otras estaciones que montan eventos para solteros, como Verbier, en Suiza o incluso este año habrá uno en La Molina, pero teniendo un remonte a mano, creo que lo del speed dating es insuperable. Lo demás no deja de ser como cualquier evento de solteros como hacen en muchos sitios.
Y un par de referencias en los Pirineos. Si lo de las sillas no va en serio, que se lo digan a la gente de Cerler, que tiene una de dos que los locales llaman "del amor", Ampriu. Y otra la tenemos en Masella, en este caso con la pista Enamorats.
Y no sólo se trata de ligar, el modelo se puede trasladar a conocer gente de una estación (aunque para esto mejor Nevasport), temas laborales o lo que sea, porque la idea de conocer a alguien en una silla me parece divertida. Es como un pitch elevator pero con mucho más tiempo. Y al acabar, ¡una bajada!

Y por cierto, ya has rellenado la encuesta Nevasport. Necesitamos tu colaboración. Se tarda menos que en subir una silla y nos ayudará a definir cómo somos. ¡Muchas gracias!