Estas Navidades no pintaban demasiado bien, pero lo hemos vuelto a pasar en grande. Seguramente la actitud tendrá parte de culpa, pero también hay que decir que el resto de componentes de la oferta de esquí (estaciones, clubs, organizadores de eventos, etc) han puesto de su parte para que esto ocurra. Y es que dicen que el peor día de esquí es mejor que el cualquiera en la oficina, así que...
Todo empezaba el día 24 de diciembre en Masella. Al contrario de lo que esperábamos, fue un día enorme de esquí, con una nieve buenísima y nadie en las pistas. Pero a nivel de nieve acabó aquí la cosa. Temperaturas por las nubes y -aunque menos que de costumbre- mucha gente pisando las pistas hicieron el resto. Era 30 de diciembre, habíamos subido a esquiar y no nos íbamos a ir sin hacerlo, así que buscaríamos la diversión de otra manera. Hay que decir que sacarse el ff de temporada ayuda mucho a la hora de decidir si esquías o no en estas situaciones. Lo del "pps" (Pay Per Ski) me cuesta un poco, una vez que estamos tan acostumbrados a la tarifa plana.
Lo primero que hicimos es no apuntar a los niños a clases (con el mayor sólo lo conseguimos dos días). Es increíble cómo lo llegan a pasar los pequeños esquiadores aunque haya poca nieve y en mal estado. Bajar pistas rojas o negras completamente heladas se convierte en un reto y una satisfacción cuando llegan abajo.
En segundo lugar, parábamos más tiempo en el bar, y cómo el tiempo era tan bueno, se estaba realmente bien. Hay que sacar partido a lo que tienes y estos días hemos tenido unos días buenísimos. Parece increíble, pero más de un día empezábamos a las 9 y nos íbamos a las 17h.

El 1 de enero volvimos (por última vez) al Descens Infantil. Una carrera entrañable como pocas que tiene lugar en La Molina y en la que me nos encontramos con Sam y su familia, que se estrenaban en la carrera (le quedan todos los años por delante). Mucha gente y el buen ambiente de siempre. Tuvimos un pequeño problema técnico y costó encontrar nuestra inscripción, pero por suerte se arregló y pudimos despedirnos bien.


Pero si no habíamos tenido suficiente, el domingo 3 tuvimos un día completito. A las 7.15 de la mañana, en plena oscuridad llegábamos a La Molina para entrenar un poco de GS con el Meganeu.


Hay padres que suben a los niños y se quedan mirando y otros que nos ponemos las botas y ya que estamos, también entrenamos. Sólo hice cuatro bajadas, pero fueron de las mejores de todas las Navidades. Había hecho el trazado de La Marató en Masella, pero aquí ya fui más en serio y lo pasé en grande. La verdad es que me pones cuatro palos y 20 cm de nieve y me puedo pasar un día entero disfrutando como un enano.
Para acabar una jornada bien larga (parece que me estén preparando para las 12h de Masella), a las 15h teníamos una masterclass que hacía el club en Masella. Y como no me pierdo ni una de estas cosas, me calzaba las botas por tercera vez en el día.

Salí muy contento de la experiencia y con ganas de practicar todo lo que me dijo Pau, así que si me veis haciendo cosas raras en zonas planas, es por su culpa :-) Al final, entre unos y otros conseguirán que aprenda un poco.

Foto de grupo al acabar una gran jornada en Masella
En fin, que con la actitud adecuada puedes salir de unas Navidades con poca nieve habiéndolo pasado muy bien. Quizás soy yo, que tengo más moral que el Alcoyano, pero si es eso, espero no cambiar nunca :-) .
Ya hablando de moral... Ya tenemos la nieve aquí..... Y como también está haciendo frío, todo tiene que cambiar para bien.

Foto de Masella de hace un par de horas
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