Este fin de semana he participado en mis primeras carreras del año, el GP Iberdrola de Interclubs en La Molina. Los que me conocen saben que la competición me gusta pero que lo mío no es participar en muchas pruebas. Y es que lo que conlleva un fin de semana de competición hace que casi sea cosa de "una vez al año no hace daño". Vamos, que me lo pide el cuerpo pero en pequeñas dosis. Y luego así me va, claro, porque si entrenas poco y corres menos... Pero al final el balance es positivo y espero repetir en Masella a final de mes, que coincide un día con la social del club, así que será otro fin de semana parecido.
El sábado tocaba SL en Pedró, en la zona de Alabaus. Un parking que siempre está muy tranquilo pero que a las 8.45h ya estaba hasta los topes.
Mucho tráfico hacia la zona que ya presagiaba que aquí se tramaba algo. El día, espectacular, había nevado bastante y la nieve aguantó en muy buenas condiciones todo el día.
Y lo que hablaba de lo que conlleva todo el tema de las carreras. En condiones normales, la noche antes hubiera encerado los esquís, pero el viernes teníamos una fiesta en Barcelona y no se puede hacer todo. Así que los esquís perfectos, pero sin encerar. Primer fallo. Pero bueno, yo aquí no me juego nada más que pasarlo bien, así que mala suerte.
Y tras la entrega de dorsales, toca reconocer el trazado.
Y a partir de aquí viene lo peor. Eres un tipo con una edad, por lo que llevas el dorsal 100 y pico, con un pico muy alto y te queda como hora y media para salir al ruedo, así que lo mejor es ir a esquiar un rato pero con un ojo puesto en la carrera, no sea que te pase el número.
Además de no encerar, no llevamos mono. Y los que saben de esto dicen que ahí se te va 1 segundo. Bueno, todo llegará... Lo que salta a la vista es que el dorsal no está hecho para llevarlo encima de una chaqueta. Parecemos butifarras.
Y llega el momento. El portillón cada vez está más cerca y ya no hay vuelta atrás. Lo mejor está por venir.
Hice una primera manga lamentable, con el freno de mano puesto y con muy malas sensaciones. En la segunda ya bajé mejor, disfrutando, para acabar 6º (no dé pie a engaño, que corren muy pocos masters).
Y para acabar, butifarrada y sorteo de un montón de regalos (me tocó un gorro).
La camiseta que daban al acabar el SL
El domingo tocaba el gigante en la pista Solell. Hacía mucho viento y Torrent Negre estaba cerrado. Tocaba esperar a ver si se podía correr o no.
En una de las visitas a la cafetería mientras hacíamos tiempo, me encontré con unos Soul 7. No hay tradición de este tipo de esquís en La Molina, pero esta temporada no desentonan para nada.
Finalmente, tres horas después de lo previsto, luz verde a la carrera. La pista tenía muy buena pinta, así que a disfrutar del momento.
El trazado es por la pista del medio. Una pista fácil, con dos pequeños muros.
Reconocimiento del trazado. Éramos tres masters en el Meganeu
Bonita imagen del ambiente que se forma en la salida
Y otra vez la tensión de la salida. Esta vez no me fue bien. Era una carrera para hacer casi toda a muerte, pero en el primer muro no aflojé y tuve que pegar un hachazo para no irme, justo antes de llegar al plano, lo que me hizo perder tiempo. Al final, 9º.
En resumen, lo he pasado muy bien, así que espero la próxima.