Otro año llegamos a ese momento en el que tenemos que colgar los esquís. Aunque hagas esquí de travesía, se acabó. Las altas temperaturas se han vuelto protagonistas y lo serán durante unos cuantos meses, por lo que, tras los días de luto de obligado cumplimiento, toca hacer balance de la temporada que hemos tenido y empezar a preparar la siguiente.
Este año no ha habido mucha nieve, sobretodo al principio, pero han salido bastantes días. Los niños se hacen mayores y cada vez esquiamos más. Teniendo en cuenta que tuvimos a un miembro de la familia de baja durante más de un mes, han sido 35 días, repartidos entre La Molina, Masella, Vallter 2000, Boí Taüll y Baqueira Beret. Un año más pasando palos y sigo pasándolo en grande. Y lo más importante, en casa cada día hay más afición por parte de todos.
Ahora ya ha pasado lo peor y ya toca sacar partido de la primavera-verano, así que tenemos el esquí en modo hibernación. Para mí el esquí va ligado al frío, por lo que me es muy difícil pensar en blanco en estos momentos. Ahora toca sacar el polvo a las bicicletas de montaña y carretera y subir con ellas a las estaciones, cambiando el chip para empezar a disfrutar del ascenso pensando en lo bien preparados que estaremos a la vuelta y observando esas laderas por las que descendíamos hace unos meses y que tan buenos recuerdos nos traen.

Toca disfrutar del calor para que, cuando vuelva el frío, estemos plenamente preparados para volver a empezar, un año más, con nuestra gran pasión, con las pilas puestas y más ganas que nunca.
Que paséis una buena "post temporada".