Lo primero que me gustaría decir es que, aunque soy un tocho, me considero un apasionado de la competición. Pero eso no quita que no me guste cómo funciona.
Seguro que el tipo de país que tenemos no ayuda, pero tal como está enfocado el sistema de la competición es como para salir corriendo. Cualquier ciudadano de un país con tradición se tira de los pelos cuando le explicas las condiciones en las que se tiene que competir aquí.
Si has competido, aunque sea un poco, se nota. Adquieres una base muy rocosa que sirve después para poder esquiar mucho mejor en todos los terrenos. Y seguramente, la mayoría de nosotros no queremos, ni para nosotros ni para nuestros niños más que eso, poder pasar palos a un nivel como el que se haría una competición de fútbol entre colegios y pasarlo bien. Luego, si hay buena masa, ya saldrá el que vale de verdad y entonces se hablará de si vale la pena dedicarse más en serio.
El problema es que el tema de la competición es un negocio demasiado suculento para dejarlo perder. Muchos clubs que viven de niños que se dedican a esto como si fueran unos cracks (entrenos en verano fuera de casa, faltando a clase entre semana, etc.), cuando la mayoría saben que no llegarán a nada. Algunos padres, quizás inexpertos o demasiado aficionados, que compran pares y pares de esquís y toda clase de material pensando que su hijo irá mejor, cuando dale dos cañas a uno bueno y verás cómo baja. En definitiva, que en general (aunque hay honrosas excepciones) está montado o acaba derivando para que para poder entrenar tengas que tener una familia dispuesta a toda clase de sacrificios porque nadie te va a apoyar en nada. Y claro, hay pocas familias que estén dispuestas y si las hay, es probable que con el paso del tiempo y el dinero invertido, se acaben cansando. Y lo peor es que los hay que no se cansan y ves algunos casos realmente inexplicables, porque ya no se trata de que el dinero te sobre, sino de lo que le va a quedar a ese chaval. Es difícil encontrar el punto medio, el querer competir para simplemente aprender más y pasar el rato. Pero lo más triste es que esta postura está bastante despreciada en el sistema, sólo hay que oir algunos comentarios de los que corren en serio.
Pero dejando de lado todo esto, que forma parte del universo de los clubs (que en general trabajan bien), hay un tema más federativo de las carreras que no se cuida, que es el económico. Y es que no se acaba con el curso del club y el material. Después viene la licencia de federado, que son 100 euros (si sólo es autonómica) y la inscripción de cada carrera (unos 20) más ¡el forfait de la estación! para poder hacer la carrera (que en casi todas lo cobran, aunque sea reducido). Total, que cada carrera sale por un dineral, sin contar gasolina ni alojamiento si se requiere. Un buen ejemplo es el de la Audi Quattro Cup, que monta actividades para los niños, etc, pero fuera de esto, parece que nada más. Lo fácil es que la gente de la zona tuviera mayor acceso, pero suelen ser los de la "capital" los que tienen medios para que sus niños entrenen y compitan a tope y claro, dedicarse en serio a algo que para practicarlo tienes que recorrer mucha distancia, ya se ve que no es lo más lógico.
Vamos, que actualmente, tener un hijo compitiendo tiene bastante de snob y mientras así siga, no esperemos nada. Será como el tenis en los años de Santana, Orantes y Gimeno o el golf en la época de Ballesteros, que si sale alguien es un milagro porque no hay base donde elegir.
Está claro que así no va a aparecer ninguna figura. Imagino que para que saliera algo tendría que pasar algo parecido a otros deportes, una masa de clubs modestos, con mucha base de niños de la zona que entrenan desde los 8-10 años. Y carreras económicas que fomenten el apuntarse a muchas. Podría salir una buena base y de aquí, los que realmente son buenos, pasar a clubs mucho más especializados. Pero bueno, la federación no tiene medios y no sé si muchas ganas de tenerlos, porque creo que son bastantes los que acaban haciendo la carrera del forfait de temporada y poca cosa más ya que todo lo demás parece un abuso.
En fin, que ya es complicado en un país como el nuestro como para que lo pongan aún más difícil. Desde mi humilde experiencia como corredor aficionado con la Federación, no me extraña que todo vaya como va. Así que no extraña, cuando hablas con algún excorredor de cierto nivel, que la gran mayoría te diga que no recomendaría a uno de los suyos dedicarse a esto.