En La Molina ha nevado muy poco, pero el frío ha hecho que la calidad de la nieve fuera bastante buena, así que cogí los Völkl y los puse a buen ritmo. Es impresionante cómo van estos esquís. Dan una sensación de aplomo espectacular, de no tener límite. Y se agarran como unas lapas.
Realmente, son unos esquís que hay que llevar con la cabeza un poco fría porque piden llevarlos muy deprisa. Esto es lo que pasa cuando llegas a la pista de la Copa del Mundo del 2008 (Comella + Estadi):
O bajando por Dues Estacions y Olímpica:
En definitiva, con la nieve que me está tocando esquiar este año, cada día estoy más contento con la recomendación de estos esquís. Una gran adquisición.
Lástima que este fin de semana, con este calor, pinta que va a ser muy diferente.