En el restaurante Cloud Nine de Aspen Highlands, la zona de Aspen que más frecuentan los "locals", situado a 3000 m, han adoptado medidas para evitar que los esquiadores bajen por las pistas después de haberse bebido hasta el agua de los floreros. Vamos, que se acabó la fiesta. A partir de ahora sólo habrá vino y cerveza (se retiran el resto de licores) y se limita a tres el número de bebidas.
Parece ser que el mítico ambiente del Cloud Nine a última hora, antes de que cerraran los remontes, va a decaer "un poco".

¿Cosas de los seguros? Quién sabe...
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