Es la super diva del esquí, la más famosa, la que tiene más títulos gana y la que se rifan todas las marcas. Lindsey Vonn ha dominado el circo blanco en las últimas tres temporadas y no afloja, por lo que, independientemente de cómo acabe ésta, está llamada a hacer historia de manera muy seria.
Se dice que tiene unos ingresos equivalentes al de los mejores futbolistas de nuestra liga, pero haciendo un repaso a sus patrocinadores, no me extraña: Under Armour, Head, Oakley, Rolex, Red Bull, Vail, Alka Seltzer, Procter & Gamble, Leki, Briko,...
Y no sólo es la mejor en las pistas, también es a la más quieren las cámaras, por lo que se dedica a ocupar portadas en muchas revistas. Ha hecho de Sharon Stone y ha posado en la edición de bañadores de Sports Illustrated.
Pero al contrario de lo que ha ocurrido en otros casos, como el de Sharapova en el tenis, nada de esto parece despistarla. Su palmarés es espectacular y no para de crecer. Es la vencedora de las tres últimas generales de la Copa del Mundo, junto a innumerables Copas de especialidad, ha sido campeona olímpica y doble campeona del mundo. También ha ganado el premio Laureus.