Continuamos contando nuestro gran viaje del club de esta pasada temporada de esquí. Atrás quedó esa semana fantástica, de casi 60 personas juntas esquiando, por esas montañas de ensueño llamadas Dolomitas. Ahora toca el turno de las aventuras de otras 4 personas más, que decidimos ampliar el viaje gatuno una segunda semana.
Aquí os dejo todo el itinerario realizado en Italia y Suiza, de este pasado GRAND TOUR, con 15 días de esquí consecutivos, y sus correspondientes links publicados hasta ahora:
- Kronplatz (Dolomitas) - Sábado 25 enero
- Arabba-Canazei (Dolomitas) - Domingo 26 enero
- Val Gardena (Dolomitas) - Lunes 27 enero
- Canazei (Dolomitas) - Martes 28 enero
- Marmolada (Dolomitas) - Miércoles 29 de enero
- Sella Ronda (Dolomitas) - Jueves 30 de enero
- Val di Fiemme (Dolomitas) - Viernes 31 de enero
- Madonna di Campiglio - Sábado 1 de febrero
- St Moritz - Domingo 2 y lunes 3 de febrero
- Davos - martes 4 y miércoles 5 de febrero
- Engelberg - jueves 6 de febrero
- Wengen/Mürren - viernes 7 de febrero
- Andermatt - sábado 8 de febrero
El sábado 1 de febrero, Antonio, Sonia, Iñaki, Borja y Richard (yo), nos levantamos bien prontito para replegar bártulos y abandonar el hotel de Penia di Canazei en Dolomitas, tocaba conducir casi 2h para ir a los otros Dolomitas, los de Brenta. Este iba a ser un día de transición, entre una semana de esquí y la siguiente. Nos dirigíamos hacia Suiza, asi es que con anterioridad, se planificó esquiar este sábado en alguna estación que nos viniera de paso. La elegida fue Madonna di Campiglio.
MADONNA DI CAMPIGLIO
Había muchísima ilusión de esquiar en Madonna, era para todos nuestra primera vez allí, aunque yo si había estado un verano por allí de pasada, haciendo una mañana una ruta de montaña familiar. Conocía la belleza del entorno, una zona de mucha vegetación, con algunos picos asombrosos de roca viva, característicos de Dolomitas. Me moría de ganas de esquiar en Madonna, con todo lo que había leído sobre ella, de que es una estación mítica, muy chula y frecuentada por la gente de buen vivir italiana. Pero dejémonos de melancolías. La meteorología nos la lío muy parda, salió un día, como se suele decir y perdón por la expresión, "de mierda".

Nublado, nevando débilmente, cota de nieve bajita, niebla... y para colmo Sonia y yo arrastrábamos una ronquera en la garganta, que nos hizo perder bastante la voz, fruto del jolgorio de toda la semana del viaje con todo el club y los 8 días de esquí consecutivos chupando frío que ya llevábamos a nuestras espaldas. Como se suele decir, estábamos hechos un "moco" y con la capacidad pulmonar escasa, a pesar de ir de medicamentos hasta las orejas. Por nuestra mente pasó aquello de... ¿dejamos de esquiar hoy y descansamos para recuperar fuerzas y salud para próximos días? La respuesta: NI DE COÑA!! Hemos venido a esquiar, no tenemos casi voz pero, eso no se necesita para esquiar
Sería muy triste venir a Madonna y no "fichar" en este pepino de estación. Era una oportunidad muy valiosa, que ya veríamos si se vuelve a repetir en nuestra vida. Un gato no puede desaprovechar estas cosas. A sí es que nada, aparcamos por el centro del dominio, en el Campo Carlo Magno 1680m, y a la faena!

Lo primero que tengo que decir es que el dominio entero es muy grande. Hay 155km de pistas pero está todo muy distanciado entre sí. Nosotros conseguimos recorrer todos los sectores en un día, excepto el de Pinzolo, el cual está un poco separado, no hay pistas de acceso y solo se puede llegar en remonte.

Hoy ni el día ni las fuerzas estaban para muchas florituras. Se intentó hacer algún fuera pista de buena mañana entre árboles y, la nieve no estaba como para tirar cohetes. En las partes más altas sí podías encontrar mejor nieve, pero en cambio la niebla lo impedía. Por tanto fue una jornada de un 90% esquí por pistas, y únicamente un 10% fuera pista. No es lo ideal para nosotros, pero es lo que nos tocó. Por ello puedo hablaros de las pistas con conocimiento de causa. En su mayoría, las pistas transcurren plácidamente entre árboles, con pendientes suaves. Abundan las pistas azules, familiares, muy bellas. En ocasiones toca remar un poco, sobre todo en los enlaces entre sectores. Siempre en cada ladera te sorprende alguna pista roja o incluso alguna negra, aunque suelen ser cortas. No hay ninguna pista que verdad digas: ostras que pistón!! Pero también es cierto que, si desde alguna cima máxima haces todo un desnivel completo enlazando pistas, al final te quedas con un buen sabor de boca. Hay que decir que aunque el desnivel total de la estación sea de 1600m, realmente es un espejismo, ya que no se puede hacer del tirón, y en definitiva podríamos decir que en general las pistas tienen poco desnivel y poca longitud. Si a esto le sumas que las cotas altas no lo son demasiado, pues se nos queda una estación algo descafeinada para lo famosa que es.
Todos estos datos ya los conocíamos previamente antes de la visita, cuando sobre el papel, hicimos un estudio a fondo del dominio. Sin embargo, ¿que hace especial a Madonna?¿Porque se ha convertido en una estación mítica mundialmente?¿Porque es la favorita de la jet set italiana? Bueno pues yo pienso que es sobre todo por el ambiente tranquilo y familiar que se respira en el dominio, con pocas masas de turistas, al contrario de Dolomiti Superski. Todo va un poco en concordancia ya que las pistas también son en su mayoría en plan suaves y familiares, el dominio es muy grande, los alojamientos están a pie de pistas cómodos, y como no hay mucha altitud la visibilidad , el frío y los vientos suelen ser favorables. Los remontes no están mal, hay alguno súper moderno pero también hay alguno súper antiguo de museo... y a todo esto le añadimos el ingrediente más potente, el que nosotros intuimos porque no lo pudimos disfrutar del todo: la belleza del lugar y las vistas. Vuelvo a repetir que todas las laderas están plagadas de árboles cargados de nieve por donde transcurren las pistas y eso hace del dominio algo realmente elitista y especial.

Evidentemente, hay algunas pistas que sí nos gustaron. La bajada más potente pistera es la que se hace desde la cota máxima de Cinque Laghi que baja por unas rojas hasta desembocar en la negra del stadium. Esta era una bajada puramente de competición, a todos nos agradó mucho.

También nos gustó mucho el descenso completo hasta Folgarida, que baja hasta los 1300m de altitud por la pista negra 1, un auténtico bajadón, aunque nosotros lo pillamos con nieve húmeda.
Palabras mayores es el sector de Passo Grosté, aquí nos encontramos en la cota máxima del dominio a 2800m de altitud, por encima de la línea de árboles, con posibilidades para el freeride y también posibilidad de hacer un descenso continuado de hasta 800m de desnivel por pista. No muy lejos de ahí, tenemos el Monte Spinale 2100m, de donde caen 3 majas pistas negras, cortas pero empinadas.

Y bueno esto es un poco el resumen que puedo hacer de esta jornada y lo que puedo contar de Madonna di Campiglio. Recordar que lo principal del dominio es la belleza del entorno, no llega a ser tan increíble como Cortina d´Ampezzo, pero se le parece.

La nota mala a la estación se la pongo en algún telesilla de 2 plazas más lento que una tortuga y sobre todo, en la moda de no dar al usuario un simple mapa de pistas en papel, obligándote a descargarlo de internet y verlo en tu móvil, con el riesgo de que se te moje, se te caiga o te quedes sin batería, con la escusa del ahorro de papel (más bien ahorro de dinero) por el falso ecologismo de pandereta, ya que seguro que gastan multitud de recursos en otras cosas más perjudiciales para el entorno, que los inofensivos mapas de pistas con papel reciclado.
Sobre las 15:30 pusimos rumbo de nuevo, esta vez ya en dirección a Suiza. Nos alojamos en un gran apartamento rural, en el pueblecito de Poschiavo. No se veía ni un alma por este pueblo, parecía abandonado. Este es un rinconcito de los Alpes, lejos del bullicio y el turismo de masas. Casi 3 horas nos costó llegar desde Madonna, muchas de esas horas de curvas y más curvas alpinas.
SANKT MORITZ
Pero todo sufrimiento tiene su recompensa, y la nuestra se iba a consumar con dos pedazos de días que vaya tela! A mi gusto fueron los dos mejores días de esta temporada. Mirad que contentos estaban Iñaki y Antonio.

Hoy nos tocaba esquiar en el valle suizo de Engandín, otra auténtica belleza. Nuestro alojamiento suizo en Poschiavo se encontraba muy cerca de la primera esquiada, tan solo teníamos que subir un súper puerto de montaña, y nos encontramos de golpe con el sector de Diavolezza-Lagalb, perteneciente al dominio del Valle de Engadín, del cual St Moritz forma parte.

Ya en la carretera de subida, empezamos a encontrar mucha mucha nieve, espesores gordos y encima recién nevado, lo que viene siendo un powderday en toda regla, que digo, mejor todavía que eso, un blue bird powderday!!

El objetivo principal de hoy era hacer el descenso completo fuera pista mítico del glaciar en Diavolezza. Es un descenso del cual ya os conté en este artículo que hace años escribí : link

Aquí en Diavolezza yo ya había esquiado por sus pistas, pero el itinerario fuera pista más famoso del valle de Engandín todavía no lo había realizado, me faltaba vivirlo!!

Hoy con la compañía de Iñaki, Borja, Antonio y Sonia, era el día indicado, el día señalado, un gran día que tardaremos en olvidar.

Las condiciones eran de película de Red Bull. Mucha nieve virgen, mucho abrir huella, nieve seca de excelente calidad, cielos azules sin una nube y un paisaje completamente brutal !!!

Suerte, vista y al toro! Nos esperan 10km de descenso en 1000m de desnivel.

Vamos sin guía. El itinerario lo teníamos bien estudiado, no es que sea difícil, pero las únicas huellas que habían eran las nuestras.

Nos toca orientarnos con la vista, usar intuición y la experiencia.

La nieve está espléndida, las laderas son suaves y el paisaje idílico.

Seguimos avanzando.

Conforme pierdes altura, el valle se ensancha, pero los pasos se encañonan entre bloques de hielo.

Todo esto es la lengua del glaciar Morteratsch.

El recorrido parece amigable, pero has de progresar con ojo, pendiente de no quedarte en repechos y sobre todo, no pasar cerca de grietas.

De repente, llegamos a un punto donde encontramos una cueva.

Era una cueva perdida en medio de la nada.

Puro hielo.

Habían pisadas en suelo, por lo que en principio parecía una cueva visitable. No dudamos en meternos en el interior...

...y admirar la belleza que escondía.

Esta formación de columna de hielo o carámbano, nos dejó asombrados.

Parecíamos Dora la Exploradora. Toda la cueva para nosotros, a estas horas de la mañana, somos los únicos visitantes.

Impresionante la experiencia, nunca lo olvidaremos!

Seguimos nuestra ruta.

El entorno es impresionante, parece Groenlandia.

Pero no, señores, estos son los Alpes suizos!!

Un poco más adelante vimos otras cuevas. Estas si tenían visitantes, que habían subido hasta aquí a pie desde el fondo del valle.

Que montañones!!

Seguimos explorando el glaciar, en ocasiones a pie para ver bien todos sus rincones.

Vamos llegando a la parte plana.

Todo hermoso, todo muy suizo.

Un puente de madera atraviesa el río del glaciar. Aquí nos encontramos a muchos más excursionistas.

Nosotros somos los únicos humanos que calzamos esquís.

Todavía nos queda una buena remada para llegar al final del recorrido.

Mires donde mires solo admiras belleza alpina.

El recorrido iba por este sendero, preparado para el esquí de fondo. Nosotros seguíamos esquiando, más bien sudando como pollos y remando, aunque aprovechando cualquier repecho en bajada para esquiar.

Ya vemos al fondo una edificación. Se trata de la estación de tren de Morteratsch que te retorna a los remontes de Diavolezza o si lo deseas a St Moritz.

El entorno es precioso, por momentos me recuerda a Canadá. Llegamos al final del recorrido, donde previamente habíamos dejado uno de nuestros dos coches aparcados, para hacer combinación de coches para retornar a pistas, y evitar la espera del tren cremallera, que vete tu a saber con que frecuencia horaria pasa. Al llegar al coche eso sí, nos encontramos con un policía y 40 francos de multa. No nos la perdonó. Por lo visto había un parquímetro y no nos dimos cuenta. Que ilusos estos españolitos! ¿Un parking gratis en Suiza? Imposible!

Por aquí os dejo un publicación con un pequeño vídeo en instagram de este pedazo descenso fuera pista.
*Pincha en la imagen para se te abra la publicación en una nueva ventana o directamente en la app de Instagram.

Al llegar de nuevo al teleférico de Diavolezza, otro roto. Al Comandante Trillo se le partió el forfait en dos partes en el bolsillo. Evidentemente el torno no lo reconocía y tuvo que pasar de nuevo por taquilla, pagar otros 10€ de fianza y de premio, otros 10€ que decía el taquillero que se cobraban por la gestión! Vaya tela, encima de haber pagado el forfait a 120€ el día, ahora otros 20€ más. Y encima, tras la correspondiente protesta pacifica y tranquila del afectado, llegó un vigilante de seguridad a la taquilla y de muy malos modos, como si de un portero de discoteca se tratara, le dijo que o paga lo que le piden o que se marche, pero ya en un plan como si el vigilante te fuera a pegar.
Impresionante los suizos jaja. De verdad que son muy ariscos, no solo nos pasó esto, sino que en el resto del viaje lo pudimos comprobar en más situaciones. Empatía cero con extranjeros turistas. Ya les pillaré yo por las playas de Valencia ya!! Les voy a clavar la sombrilla delante de sus morros
En fin, ¿que sería de los viajes sin las anécdotas?

El caso es que volvimos a subir para arriba, y nos hicimos otro descenso fuera pista precioso, abriendo huella, por laderas más empinadas, hasta acabar en el parking del coche.

Y ahora sí, nos cogimos los autos y tras 15 minutos de carretera nos topamos con el sector Corviglia, el más pegado a la ciudad de St Moritz centro.

Aquí en pleno epicentro del valle de Engadín más de los mismo, nieve fresca a raudales y belleza a tutipleni.

En pistas algo más de gente, aunque tampoco mucha. Al precio que va el forfait...

Fotillo por aquí...

...fotillo por allá.

Pistas potentes aunque ya muy trillado y algo bañeroso a estas horas de la mañana.

No tardamos en subir a la cota máxima, al Piz Nair de 3057m.

Desde aquí arriba se veía al fondo el sector Corvastch, el cual dejaríamos para mañana.

Inañi y Borja, capitaneados por el comandante, hicieron un bajadón fuera pista épico desde el Piz Nair por su cara norte. Apenas había una huella, se encontraron una nieve buenísima con una pendiente que daba respeto.

Para hacer esa bajada, previamente había que hacer una subida nada cómoda de 5-10 minutos para llegar al acceso. Sonia y yo, medio enfermos y tras la sudada de remar en la bajada del glaciar en Diavolezza, no estábamos para más aventuras que requirieran mucho esfuerzo. A sí es que nos separamos del grupo y seguimos esquiando a nuestra bola, en plan turista.
St Mortiz tiene muchos puntos de vista diferentes. Este de a continuación es uno de los que más me gusta. Cuando estuve aquí en 2012 también fue el que más me gustó. Se ve el pueblo, el funicular que te sube a pistas y el impresionante lago al fondo.

Otra perspectiva del valle.

La estación superior del funicular. Hay que decir que, a diferencia de Diavolezza, Corviglia es todo cara sur. La nieve se mantiene peor, aunque el sol te pega directo y es impresionante. Desde aquí parte el trazado de descenso de la Copa del Mundo de esquí alpino femenina, que llegamos a bajar aunque no es tan espectacular como otras del circuito. Igualmente esta pista es legendaria, aquí se han celebrado también mundiales e incluso olimpiadas.

Pronto se nos hecho la hora encima, aquí a las 16:30 está todo cerrado, eso sí, abren a las 8:30.

Al llegar al apartamento en Poschiavo, yo estaba bastante muerto. Era domingo y decidí meterme en la cama a las 18:00 y acostarme sin cenar. Como si fuera un bebe, dormí del tirón 12 horas.
Me vinieron de lujo, al día siguiente me levanté muy bien. El cuerpo necesitaba descanso generalizado. Hoy era lunes 3 de febrero, y aunque todavía tenía la voz algo ronca y un leve dolor de garganta, lo cierto es que no tenía ningún síntoma más de nada. Toca volver a disfrutar de St Moritz, en esta ocasión del sector Corvastch, el más freerider de todo el Valle de Engandín.

Hoy en el planing tocaba coger cuerdas, arnés, crampones y piolet. Estaba planificado hacer un descenso desde los 3440m de altitud, en la montaña de Corvastch, el techo de todo el dominio del Valle de Engandín. Ese descenso incluía una subida a pie no muy larga, en plan alpinismo, y después un rápel de 10 metros para acceder a la canal de bajada. De nuevo, Sonia y yo, declinamos hacer esfuerzo físico y técnico, debido a que todavía estamos algo enfermos y no nos interesa sudar mucho y coger frío. En definitiva, nos rajamos jaja, sin escusas
Así es que Borja, Iñaki y Antonio se fueron con sus arneses puestos a sus aventuras extremas. Y Sonia y yo pues, decidimos emprender en solitario la jornada. Comenzamos a esquiar por pistas, todas ellas con buenas pendientes, muchos cambios rasantes... Pistas muy alpinas que eran potentes, con buenos desniveles y unas vistas al valle preciosas.

Pero pronto nos dimos cuenta que fuera pistas la nieve estaba muy rica (cara norte) y que tampoco estaba muy trillada. Se pueden hacer bajadas interesantes, facilonas pero bonitas, largas y abriendo huella. Vamos para allá!!

Las vistas con el lago al fondo son grandiosas.

Hay que reconocer que St Moritz es muy bonito. Me dijeron los compañeros que era la estación más bonita y completa que habían esquiado nunca.

La verdad es que el Valle de Engandín es la repera, tienes de todo. Glaciares, árboles, pistas soleadas, freeride potente a lo Verbier, nieve muy buena...

Los montañones son bárbaros y casualmente es una de las zonas donde más ha nevado este pasado invierno.

Los remontes no están mal, aunque, como en toda Suiza, abundan mucho los teleféricos, y eso hace perder un poco el tiempo.

A los gorilas ansiosos del powder los teleféricos no nos van. Eso de quitarnos los esquís, subir escaleras, esperar a que llegue, meterte como sardinas en lata dentro...

Nos conviene más telesillas, o como mucho telecabinas. Que sea llegar, subir y volver a trillar jaja.

Las zonas bajas también eran bonitas.

Las pistas se metían entre árboles cargados de nieve. Parece un paisaje de Disney, como Frozeen.

Recorrimos el sector de punta a punta. Parecía pequeño sobre plano, pero que va, está muy requetebien. Las pistas de Corvastch acaban todas en el lago.

De nuevo otra vez al ataque. Hoy no tenemos rivales, es lunes, no hay casi gente, no tenemos que hacer carreras con otros esquiadores por trillar antes que ellos.

Esto de trillar sin agobios es una maravilla. Bendito lunes.

Menuda polsaguera!!

De vez en cuando una pista para estirar piernas...

... y enseguida otra vez a abrir huella. Pedazo de estación y de día!!

Sonia se lo estaba pasando pipa.

Le iba buscando rincones para disfrutar...

... y un poco de pisteo para compensar.

Era un no parar de esquiar! Dale caña!!!

La estábamos gozando en mayúsculas. Cada euro del elevado precio del forfait de St Moritz lo estábamos amortizando con creces.

Pero al medio día ya habíamos trillado todo lo posible por el sector. Todo estaba visto, chequeado y disfrutado. Sin embargo, una llamada de teléfono nos animó el resto de la jornada. Se trataba del otro grupo, que Antonio quería reagruparse con Sonia y conmigo, mientras que Iñaki y Borja dejaban de esquiar, por cansancio total.
Nos contaron que lo del rápel fracasó. Lo primero es que el leve ascenso, se convirtió en un sufrimiento, puesto que tuvieron que abrir huella. Algo que era cuestión de 10 minutos resultó ser 1 hora de sudar sin parar. Un esfuerzo que luego pagarían caro al mediodía. Para colmo lo del rápel no estaba nada claro. No parecía que habían 10m de rápel, parecía que habían más del doble. encima no había huellas ni repisa. Acabas el rápel, te desenganchabas de la cuerda y ahí, en una pendiente extrema, búscate la vida para calzarte los esquís. En definitiva, no estaba nada claro ese descenso con rápel y ante las dudas lo mejor es olvidar esa actividad.
El rápel era por el sector E, aunque da igual, todos están muy expuestos y cargados de nieve. Un poco heavy la verdad. Sobre el papel parecía mas fácil jaja. Pero claro, si llegas allí y no hay huellas ni repisa ni nada pues, parece que estás rapelando a la muerte y te cagas

Y eso fue lo que pasó, no hicieron el famoso rápel, el cual dimos mucho por culo en la planificación de este viaje por querer hacerlo, y por ello cargamos con cuerdas y arnés en la maleta. En fin, cosas que pasan. El caso es que hicieron otras bajadas de freeride, parecidas a las que Sonia y yo habíamos hecho durante toda la mañana.

Pero hubo una que Sonia y yo desconocíamos, y que el otro grupo si hizo. Antonio nos lo contó y no dudamos en que nos llevara. Mirad que tubo!!!

Iñaki y Borja estaban muertos de cansancio y dejaron de esquiar.

Ahora nos tocaba a Sonia y a mi, junto con Antonio, bajar el tubo del "italiano", con una pendiente que ojito.

La nieve y la elevada pendiente no lo ponían nada fácil, cada giro era un suplicio.

Pero ahí estamos, bajando el famoso tubo del "italiano" en St Moritz-Corvastch. Impresionante lugar, con todo el valle a tus pies!!

Todo el poderío suizo...

...resumido en una bajada de vértigo.

Vaya espectáculo de sitio.

La verdad es que, sino llega a ser por Antonio, esta bajada me la hubiera perdido. Y no había escusa porque era una bajada evidente sin pérdidas y sin sufrimiento de ascenso previo, que era justamente lo que quería evitar, el sudar en la ascensión.

Vaya salvajada de bajada.

Nieve venteada, nada fácil por aquí.

Pero no hay montaña que pueda con la bestia del comandante Trillo.

Que potencia!

Frena chica, frenaaaa.

Vaya bajadón.

Parece que vamos llegando al final, esto no se acaba.

Pero que belleza de lugar por dios!

Lo mejor estaba reservado para el final.

Ahora si que vamos a gozar abriendo huella y dándole velocidad a los esquís.

Que rica la nieve!

Pura nata señores.

¿Que más se le puede pedir a dos días de esquí? Vaya dos días en St Moritz, que gozada. Top of the World es el lema de la estación, y la verdad es que, es increíblemente bello este lugar.

Pero todo tiene un final. Toca coger bártulos y ... carretera y manta. Nos piramos a otro destino, el Gran Tour Gatos 2025 continúa. Un poco apenados por lo vivido, abandonamos el Valle de Engadín al atardecer por el siempre majestuoso puerto del Julierpass.

St Moritz ha puesto el listón muy alto en nuestro viaje. Pero todavía nos quedan 5 días de esquí consecutivos y muchas montañas por recorrer. Nos vemos en el próximo reportaje.
Hasta la próxima y recordad...SED FELICES!!