Nuestro mega viaje de esquí japonés entraba ahora en otra dimensión. Cuando se planificó este skisafari, primeramente se pensó en esquiar solo en la zona de los Alpes Japoneses y Nagano, descartando esquiar en la isla norte. Meses más tarde nos dimos cuenta del error, había que esquiar también en Hokkaido. La nueva idea principal era ver la mejor nieve de todo Japón en un único viaje, muy al espiritu de los "gatos". Tocó comprar un vuelo doméstico de Tokio a Sapporo, para visitar primeramente las estaciones de Rusutsu y Niseko United, donde esquiamos un total de 4 días consecutivos. Aquí os dejo los links de los 3 primeros artículos del viaje y de esos días:
Pero el viaje no daba tregua, no queríamos perder ni un solo día de esquí, de los 8 que teníamos programados. Por ello el día anterior esquiamos hasta las 12:00 en Niseko, para poder coger un vuelo a las 18:00 de la tarde hacia Tokio, y poder así esquiar a la mañana siguiente en Nagano. La planificación fue un poco rocambolesca, pero la verdad es que nos salió perfecta, mereció la pena.
En el siguiente mapa de Japón, se puede ver que el país es realmente un archipiélago, donde destacan sus 4 islas más grandes. Hokkaido es la isla norte, su capital es Sapporo, y es donde las nevadas suelen ser más brutales, aunque la isla está menos poblada, digamos que es más rural. La isla principal del país es Honshu, que es la más grande, situada al centro del archipiélago, y su capital es Tokio. En esta isla es donde están la mayoría de ciudades importantes del país. Está superpoblada, y digamos que es el Japón que todos conocemos de fotos y de la televisión. A parte de su capital Tokio, aquí en la isla de Honshu tenemos también parques naturales como el conocidísimo Monte Fuji o la ciudad más clásica del país, Kioto. Y es aquí también donde se encuentran un conglomerado de estaciones de esquí, todas relativamente cerca de la ciudad de Nagano, la capital de esta región.
Sobre las 19:30 llegamos al aeropuerto de Haneda en Tokio, donde recogimos los coches de alquiler. Hay que conducir casi 4 horas del aeropuerto hasta Nagano. Tocó atravesar entera la ciudad de Tokio por una de sus arterias principales, la autopista urbana C1. Lo de la carreteras de Tokio es una auténtica locura, un verdadero scalextric a tamaño real. Hay mil salidas, desviaciones, puentes, túneles, carteles en japonés... todo ello circulando por la izquierda, ya que en Japón se conduce al reves que en la mayoría de paises del mundo. Ibamos embobados cruzando la ciudad, mirando sus rascacielos, las luces... También ibamos conduciendo en tensión, por el tráfico, por desconocer el coche de alquiler y sobre todo por el GPS, ya que sin él es imposible circular y llegar a un destino.
El GPS por cierto, también daba errores y había que mirarlo todo el rato, para no saltarte los desvíos. Además, esta autopista, como muchas otras que también cruzan la ciudad, está construida en altura, mediante puentes, ya que por debajo hay una ciudad con sus calles, también hay más carreteras y puentes y circulan coches. En una misma avenida pueden llegar a circular coches hasta en 3 niveles distintos, y claro, el GPS se volvía un poco loco ya que él no sabe en que nivel te encuentras. En fin, toda una experiencia el circular por esta autopista urbana de Tokio.
Sobre las 22:00 llegamos al hotel donde pasaríamos una noche. Su ubicación estaba a medio camino entre Tokio y Nagano. Previamente se planificó hacerlo así para partir el viaje y no llegar tardísimo al destino final. Evidentemente estábamos muy cansados, por el vuelo, por el traslado, pero también por haber esquiado esa misma mañana 4 horas trillando powder a lo bestia en Niseko. La cama nos supo a gloria.
El hotel era muy curioso, un hotel cerca de la autopista de los que yo llamo de "carretera". Lo curioso era que las habitaciones eran realmente contenedores, si si, como esos utilizados en el transporte marítimo. En este viaje no dormimos en los famosos hoteles cápsula de Japón, pero bueno, si probamos otra versión del mismo espíritu pero más grande, el hotel contenedor jeje.
Salimos del hotel muy pronto, había todavía que conducir hora y media hasta llegar a la estación de esquí y previamente, teníamos que pasar por la oficina de alquiler de nuestra compañía de coches "Nippon Rent a Car" en Nagano, porque uno de los coches que nos dieron en Tokio no tenía ruedas de invierno y queríamos cambiarlo.
El caso es que sobre las 11:00 llegamos por fin al parking de la estación de la región de Nagano que hoy nos tocaba visitar: Madarao-Tangram. El cielo estaba cubierto y por la noche hubieron nevadas débiles. La nieve esta fresquita!
Madarao/Tangram es un dominio formado por dos estaciones con un mismo forfait, situadas cada una en una cara del monte Madaro (1382m) y que ambas tiene su propia base con los servicios típicos de hoteles, restauración, alquiler de material... Hay un total de 35km de pistas, 16 remontes y hasta 540m de desnivel.
El dominio estaba abierto al 100%, así es que empezamos a recorrerlo, como siempre buscando poder trillar entre árboles.
Rápidamente me di cuenta que la mejor nieve y los mejores fuera pistas estaban en el techo de la estación.
La nieve todavía estaba fresca, la olíamos como cuando un tiburón huele sangre en el océano.
Esta es la mítica silla monoplaza que te sube a la parte más alta, y que es conocida por diversas pelis de freeride grabadas en esta estación de esquí.
Daba acceso al Crystal Bowl, pero también a las áreas freeride de Theater, Wave2 y Ninja, todas ellas áreas entre árboles.
Ya no era primera hora y estaba algo trillado, pero igualmente la nieve está muy fresca y el entorno es precioso.
Hay que decir que todas estas áreas no son muy grandes pero están empinadas, en ocasiones con los árboles demasiado juntos. No era muy cómodo esquiarlas, no había fluidez. Encadenar varios giros seguidos no era fácil, a no ser que fueras buscando las líneas más despejadas de árboles, en cuyo caso ya le resta demasiada emoción a la bajada. Evidentemente, la nieve no era tan seca como en Niseko, ni hacía tanto frío.
Igualmente nosotros a lo nuestro, a recorrer todo el dominio.
A eso de las 12:00 los rayos de sol se colaban entre las nubes.
La visibilidad mejoraba.
Momento de darle candela al asunto.
A estas alturas de la mañana, las pistas más inclinadas estaban ya llenas de bañeras.
Tocaba esquiar con calma por ellas, no queremos lesiones tontas.
De nuevo subimos a la parte más alta.
Entrar al bosque empinado es lo que nos va, aunque realmente está demasiado cerrado y no se puede esquiar rápido.
Es mediodía, el cielo se despeja por completo.
Algunas pistas negras como esta son juguetonas también. Eso sí, la nieve empieza a transformarse, hay bañeras y la temperatura ha subido.
En la base de Tangram parece que hay menos gente. Aquí hay buenas pistas familiares.
Vamos a ver que tal el área freeride de Tamgram.
Mmmm, que juguetón, se llama TreeRun. Dale caña Xavi.
No es fácil esquiar por aquí, mucha bañera, pendiente, árboles...
Bueno, se hace lo que se puede, el caso es ir por "lo blanco".
Venga Diego dale "pa abajo", que vienen otra vez las nubes.
Tras la paradita a comer, retornamos a la faena
Con el estómago lleno de sushi, parece que cuesta arrancarse a esquiar, aunque la cerveza japonesa hace su efecto y nos envalentona.
Sonia disfruta en todo tipo de nieves.
Las nubes vuelven a cubrir el cielo a última hora de la tarde. Son casi las 17:00, pero la última bajada la vamos a hacer sí o sí por fuera pista. El área freeride de Riverline en Madarao fue el indicado.
Pero todavía cogimos otra silla e hicimos una nueva bajada freeride. En esta ocasión queríamos catar una zona poco trillada. Para ello tocaba salirse un poco del dominio, muy cerquita del área freeride PowderWave1. Estuvo interesante, después salimos de fregado y aparecimos en esta pista azul llamada Champion...
... y como su propio nombre indica, como unos campeones llegamos al parking a por los coches. Punto y final a la jornada.
Pues bueno aquí acaba nuestra visita a esta estación de coleccionista, famosa por sus bajadas populares entre árboles en las areas freeride acotadas. Madarao-Tangram tiene una orientación norte en la mayoría de sus pistas, por lo que la nieve tiene una calidad aceptable. Es un dominio pequeño, con pistas variadas en dificultad y bastante familiar. Realmente esquiar más de un día aquí no tiene mucho sentido, a no ser que haya un aporte diario de nieve fresca. Nosotros tuvimos algo de suerte, ya que nevó un poquito la noche anterior y refrescó la nieve, pero todo estaba trillado, no lo vimos con sus mejores galas. Supongo que en día épicos tras nevadas copiosas debe ser bastante más divertido esquiar aquí fuera pista, aunque realmente las áreas preparadas para tal fin no son muy grandes y supongo, que en un par de horas, todo quedará trillado.
En fin, pues eso es todo por hoy. Siguiendo nuestro planing establecido de visitar las mejroes estaciones de Japón en un único viaje, al día siguiente esquiamos en Shigakogen. Pero esto os lo cuento en el proximo reportaje de los Gatos.
Hasta la próxima y recordad...SED FELICES!!
Fotos y texto
Menudo viajazo nos pegamos, yincanas varias pero muchos sueños cumplidos 
