Artouste y Panticosa, pequeñas vecinas

El pasado fin de semana 25, 26 y 27 de Febrero, realicé un viaje familiar a la nieve. Entre tanto viaje con los Gatos, a Austria y Canadá, todavía no había tenido la oportunidad de esquiar y disfrutar de la nieve, exclusivamente en familia. Así es que, aprovechando las nevadas de los días anteriores, cargamos los trastos en nuestra furgoneta camper y partimos de Valencia hacia el Pirineo.

El destino final no estaba fijado, pero pronto ibamos a ir decidiéndolo. La verdad es que, lo que mola de viajar en camper, es justamente no estar atado a nada, a ningún hotel ni ninguna reserva de nada. El destino lo eliges tú sobre la marcha, en función de las condiciones y de lo que te apetezca en cada momento. Un lujo!

Primer desvío en la autovia, con tan solo 30 minutos de viaje. Toca decidir a la altura de Sagunto (Valencia), si subimos dirección Teruel por la A23, o continuamos por la AP7 hacia Tarragona. O lo que es lo mismo, toca decidir entre Pirineo occidental u Oriental. Mmmmmm, difícil decisión, pero el instinto cazapowder me dice que ha nevado más en el occidental. Para allá que vamos!!

Ya bastante tarde, toca volver a decidir al llegar a Huesca. ¿Tiramos para Barbastro para esquiar en Cerler o Baqueira? Parece que no tenemos muchas ganas de curvas, mejor continuamos dirección Jaca. ¿Donde vamos a dormir? - me preguntaba mi hija. Buena pregunta jeje. Mientras conduzco, mi mujer comienza el rastreo en la app del móvil "Park for night", la biblia de las campers. Para que el que no lo sepa, esta app es genial para buscar sitios donde, otras autocaravanas o campers, han pasado alguna noche, y te describen el lugar con comentarios. Pronto volvemos a darnos cuenta que, es en Francia donde mejor tratan a las autocaravanas en las estaciones de esquí, dejándonos aparcar a pie de pistas y ofreciendo mejores servicios. Nos vamos a Artouste dijimos!

Pero no, hay un gran inconveniente. Según su web oficial, el paso del Portalet está cerrado, demasiada nieve y el rodeo para llegar allí es demasiado grande. Pues nada, plan B, como no podemos dormir a pie de pistas en Formigal, ya que en teoría está prohibido (solo dejan en un área camper en la urbanización), nos vamos a Panticosa.

Llegamos por fin a Panticosa a las 1:15 de la noche. El parking lleno de autocaravanas y furgonetas camper. Se nota que aquí si nos tratan bien a los furgoneteros. Encontramos de suerte un huequecito, aparcamos y directamente a la cama.

Esa noche, al igual que el resto de las de este viaje, fue fría, muy fría, casi canadiense. Temperaturas de -10º en el exterior de la furgo, nos hicieron dormir con el calefactor puesto toda la noche. La verdad es que dormíamos genial, una temperatura ideal. El calefactor lo configurábamos a 19º, y dormíamos con pijama largo y un edredón por encima. Ya digo, dormimos como reyes, del tirón!

El sábado por la mañana a las 9:00am, me despierto y desde la cama, echo un vistazo por la ventana. Dios, vaya cola hay para coger el telecabina de Panticosa, llega hasta mitad del parking. Parece que hoy todo el mundo viene a esquiar. Normal, las condiciones son buenísimas y hay nieve reciente. Despierto a mi mujer e hija, les comento la cola que hay, observan por la ventana y... ya tienen la escusa perfecta para permanecer más tiempo en pijama en la furgo jeje (como les gusta!!!). Sin prisa, nos montamos un desayuno de los buenos: tostaditas ricas ricas. Acabamos a las 10:30, hay que reaccionar. Es muy tarde como para pagar forfaits de día entero, la broma nos saldría a 150€ los 3. En mi mente sigue rulando la opción de ir al Pirineo francés, y como no tenemos prisa, decido ir hacia allí. Miro la web del acceso de Portalet y...bingo: puerto ABIERTO.

Oleeee, Portalet abierto, nos vamos para Artouste!. Emprendemos rumbo, vamos subiendo por Formigal. Se ve mucha nieve también en Formigal y no demasiada gente por pistas. Llegamos a Portalet, mucha nieve en ambos lados de la carretera, pero esta limpia. Cruzamos frontera y alucinamos con las vistas. Mucha nieve y sin trillar, claro, ya que la carretera está recién abierta, tras varios días sin abrir por nevadas. La zona era un verdadero paraíso para los esquiadores de montaña y además con una visibilidad excelente.

Continuamos carretera abajo en dirección Artouste. Este tramo es algo angosto, pero bello. La carretera se adentra en zona boscosa, los árboles están desbordados de nieve, el paisaje era de postal y la carretera bastante limpia. Enseguida llegamos a la estación de esquí, la cual tiene un parking pequeñito. Había mucha nieve, aquello parecía Austria. Pero encontramos un sitio para aparcar.

Andamos un poquito por el pueblo, el cual está formado por 4 calles con algunos bloques de apartamentos y tiendas de souvenirs.

Llegamos a la taquilla y nos dicen, que el forfait de mediodía solo vale 14 euros. De categoría, viva la France!

A las 13:00 comienza el forfait de mediodía. Puntuales, nos subimos al telecabina para acceder a las pistas. Lo primero que nos llama la atención es la base de este telecabina. Es antigua, paredes de madera y largas e incómodas escaleras de hierro. Me recuerda a alguna estación antigua de Alpes, de algún pueblo pequeñito suizo, o también me recuerda al viejo teleférico de Cortina d´Ampezzo, recientemente remodelado.  Lo antiguo a veces tiene su encanto y, en este caso, la verdad es que a mi me gustó. Daba la sensación de que estabas en una estación de esquí discreta, con pocos recursos, pero con historia, la joya del Valle de Ossau.

Artouste fue creada por su propio municipio, Laruns, que asume íntegramente su gestión desde su apertura en 1969. El origen de la estación, entre otras cosas, fue propiciado por esquiadores expertos que se lanzaban desde el collado de La Pena Blanque (2549m) en Gourette, cayendo hasta la Sagette (Artouste). Estaba claro que por aquellos entonces los deportes de invierno en Francia movían muchas masas y el Pirineo francés no iba a ser menos.

Esta zona casi deshabitada del Pirineo tenía mucho potencial para el esquí, y por ello, a la sombra de su vecina Gourette, nació Artouste.

Sin embargo Artouste nunca pudo competir en igualdad de condiciones con Gourette. Para llegar a la base de la estación de Artouste, era necesario perder mucho tiempo. En primer lugar tenías que llegar sí o sí en tren, un tren mítico creado en 1920 que transcurre a casi 2000m de altitud, el cual todavía sigue en funcionamiento y donde en verano podemos admirar sus vistas. Aquí os dejo más info en este link. En segundo lugar, para coger ese tren, antes tenías que coger un teleférico que te subía hasta los 1900m de altitud. Como digo Artouste siempre se ha mantenido a la sombra de su vecina Gourette, con la cual no podía competir de tú a tú, pues la extensión de Artouste es más pequeña y el tema alojamientos en la base es complicadísimo.

Tan solo hay algunos alojamientos que están cerca del lago, que se construyeron antes de la ley de protección, que impide construir cerca de lagos (entre otras cosas). Este núcleo se le llamó Fabreges, y fue construido en 1984, a orillas del mismo lago. La ausencia de camas para visitantes, es uno de los problemas más serios de Artouste, que incluso ocasionaron un cierre temporal en el año 2005 de la estación a raíz de pérdidas económicas arrastradas en varios años consecutivos.

Después la estación fue absorbida por Altiservice, empresa que gestiona muchas de las estaciones del Pirineo francés de la zona.

Pero, en 2019, de nuevo el municipio de Laruns recuperó la gestión de la estación de esquí de Artouste y la explotación del tren.

Respecto a su acceso, fue en 1982 cuando se aprobó la creación de una nueva carretera de acceso de menos de 2km, con un parking para 600 coches...

...y la construcción del nuevo telecabina de Sagette, el que actualmente se utiliza para acceder a las pistas.

Respecto a la estación de esquí de 700m de desnivel y sus pistas, hemos de decir que está formado por 25km repartidos en 20 pìstas, servidas por 7 remontes, en un total de 4 sectores.

Son números de estación pequeña, pero ya os digo que es una estación con mucho encanto...

...donde tenemos de todo: bajadas muy largas, pistas altas en palas completamente blancas y pistas entre árboles.

Por lo general, las pistas tienen una configuración al estilo antiguo de las estaciones de esquí,...

...es decir, hay muchas pistas retorcidas y estrechas entre árboles, que me recuerdan al más puro estilo Garmisch-Parterkirchen (salvando las diferencias).

Uno cuando llega nuevo a la estación, a la parte alta del telecabina, no acaba de saber en que dirección están las pistas. Digamos que te quedas en plan... ¿por donde tengo que ir ahora?.

La visibilidad desde ese punto de la estación no es ni de lejos la mejor, apenas ves más pìstas. Eso sí, la terraza panorámica si tiene buenas vistas de todo el valle y el mítico Midi d´Ossau.

Pero, una vez cogemos el telesquí Ecole y llegamos arriba, entonces ya empezamos a ver algo más serio.

De hecho, desde ahí parte la mejor bajada de la estación, que enlazando pistas azules o rojas, llegas hasta la base del telesilla Ours, del sector Soussouéou.

Esta bajada es una verdadera pasada, con tramos de todo tipo y es el descenso continuado por pista más largo de la estación.

Se podría decir que, básicamente con el telesilla de Ours, puedes pasarte todo el día esquiando porque desde él, tienes acceso a casi todas las pistas de Artouste.

La pena es que no es un remonte nada rápido.

De hecho, en toda la estación los remontes son de "época", más viejos que por ejemplo los de Candanchú.

Pero esto también tiene su encanto. Estamos acostumbrados a esquiar en estaciones con "kilometritis" pero, cuando nos aventuramos por una estación como Artouste, lejos de disgustarte por la lentitud de los remontes...

...acabas disfrutando de este low ski y de sus largas estancias en el telesilla.

El conocer estaciones nuevas, poco concurridas y menos conocidas, tiene su "aquel".

El día que la visitamos, no fue desde luego un día fotogénico. Pero la belleza de la estación pudimos palparla igualmente, pues las vistas son preciosas, con picos y macizos cargados de roca y nieve, y bosques entre pistas que, repletos de nieve, daban un aspecto puramente invernal al estilo de los Alpes. La vegetación es muy variada, hay pinos pero hay mucho árbol también de hoja caduca, que le dan a la estación un aspecto diferente a lo que estamos acostumbrados por nuestro Pirineo.

El sector Séous, es el sector de palas más amplias, en un entorno completamente blanco libre de vegetación.

Este sector servido por un telesquí del mismo nombre, es desde luego el punto más freerider de la estación los días de buenas nevadas, pues prácticamente toda la ladera es esquiable y libre de obstáculos.

El resto de la estación, para el freeride, no presenta grandes desafíos ni bajadas potentes. El freeride está bastante limitado por la cantidad de vegetación que rodea las pistas de la zona media y baja.

Se pueden hacer algunos descensos freeride entrepistas pero, como digo, estos no serían muy largos. Seguramente los locales de allí no estén de acuerdo en lo que digo. Ellos sabrán distintos spots que, a buen seguro, cambiarían mi opinión sobre las posibilidades para el freeride de Artouste. Pero bueno, en términos generales, mi opinión es la que os he mencionado.

Nuestro viaje continúa! Tras conocer Artouste, partimos rumbo a Gourette.

Antes de eso, pasamos por el pueblo Laruns a hacer unas compras. Este pueblo ya se encuentra en un valle abierto y me recuerda un poco a Luz-Saint-Sauver. Desde aquí cogemos el desvío hacia Gourette y llegamos a la base de la estación, típica francesa, con un montón de edificios grandes de apartamentos. Aparcar arriba mi camper era misión imposible, por lo que decidimos bajar al área camper, que hay más abajo, en la base del telecabina Parking du Ley. Si visitas Gourette, casi seguro que tendrás que aparcar en este parking, arriba es muy complicado aparcar. Pero no te preocupes, el acceso al telecabina es gratis y una vez arriba, podrás comprar el forfait. Le tenía muchas ganas a Gourette, una estación con un gran desnivel y algo más seria que Artouste, con pistas rojas potentes. No conozco la estación y me acosté contento pensando que al día siguiente podría por fin esquiar en ella. Pero no fue el caso, nos levantamos con la furgo rodeada de nieve nueva y una niebla muy espesa.

Hicimos tiempo desayunando pero la cosa no mejoraba, así es que, como mi familia no es de sufrir en pistas, tras pensar distintas opciones, pusimos las cadenas de nieve durante solo 200m para poder salir de ese parking, y después, decidimos no esquiar. Hoy tocaba día de conducción para mí, aunque lo hago feliz ya que a mi mujer e hija les encanta que les conduzca largos trayectos en furgo y, si es por paisajes nevados, mejor que mejor. Nos costó nada menos que 2h y media llegar hasta Val Louron, para visitar el Balnea, pero mereció la pena.

¿No conoces Balnea? Pues oye, debes ir, no se a que esperas. Se trata de un complejo tipo balneario y spa, con nada menos que 7 piscinas, o "espaces" como llaman allí.

No es demasiado caro, son 30€ por dos horas por persona. Pero esta muy chulo, relajante y espectacular. El complejo en sí debe de costar una millonada, sus construcciones son temáticas y muy imponentes.

Nosotros ya lo conocíamos de hace unos 5 años, cuando quedamos maravillados. Siempre hemos querido volver y en este viaje se nos dió la oportunidad. Es desde luego, a nuestro gusto, el mejor balneario del Pirineo. Ni el de Panticosa, ni el Caldea en Andorra, ni otras termas del Pirineo francés. A nuestro gusto este es el mejor.

El resumen del día fue: una de cal y una de arena, no pude conocer Gourette pero pude volver al Balnea jeje.

La verdad es que la peque lo pasó genial, estaba en bucle todo el día diciendo que quería piscina. Y al final le dimos el capricho y la sorpresa a ella, y bueno, a nosotros también jeje. ¿A quien no le gusta bañarse en agua caliente a 40º grados en una piscina exterior con todo nevado?

En fin, tras este reponedor baño de 2 horas (algo muy deseado por los furgoneteros), nos pusimos de nuevo en ruta. La previsión decía que podía nevar a cota cero. Ojito con ese dato porque, para la conducción sin ruedas de invierno como era nuestro caso, puede ser un "sin vivir" el estar montando y quitando cadenas de nieve cada dos por tres. Por tanto mi idea era salir del Pirineo francés por la carretera más despejada de nieve posible. Cruce a España por el túnel de Bielsa y me dirigí a Jaca. Después de cenar, llegamos hasta Candanchú con la idea de dormir en el parking de Candanchú, pero al llegar al desvío, tuve que dar la vuelta porque no lo vi nada claro, estaba nevando y lo peor, había una ventisca alucinante.

Estamos en plena ola de frío e intento evitar meterme en marrones con la furgoneta para no quedarme atascado. Así es que, ni corto ni perezoso, conduje de nuevo hasta Panticosa para dormir donde el primer día. ¿Y por qué Panticosa otra vez? A los furgoneteros nos gusta siempre estar en primera linea de todo, de playa, de río o de nieve, si puede ser con vistas chulas mejor que mejor. Además, dormir a pie de pista, me da un plus de libertad. Por ejemplo, si a mi familia no le apetece esquiar, no hay problema, yo me despierto, me visto, me voy a esquiar, mientras ellas siguen durmiendo calentitas en la camita. ¿Ehh no?

Pues a la mañana siguiente, ya sin vientos, ocurrió tal cual os acabo de contar. A mi familia se le pegaron las sábanas y yo salí a esquiar, en esta ocasión en Panticosa. Pues nada, pago el forfait, 49€, coño, vaya diferencia con Artouste jaja, pica un poco.

Pero una vez arriba, se te olvida todo!

La estación de Panticosa se empezó a proyectar en los años 60.

Sus impulsores, decidieron hacer frente a la mala situación que la agricultura y la ganadería dejaban aquellos años en el Valle de Tena. Su vecina Formigal, comenzó su andadura en 1965 con la inauguración de un único telesilla, el Furco. Los habitantes de Panticosa, querían unirse a esta nueva fiebre por el turismo de nieve.

Y fue finalmente en 1970, 5 años más tarde que Formigal, cuando por fin se inaguró la estación de Panticosa, con 3 remontes, solo un año más tarde que su pequeña vecina Artouste. El remonte principal era el Telesilla Santa Cruz, ya en desuso tras la instalación del telecabina, que parte de la misma base de la estación y que todavía podemos ver sus pilonas viejas. Pero ese mismo año el telesquí Fobas 1 (actualmente un telesilla de 2) y el telesilla Petrosos, también entraron a formar parte de la infraestructura de Panticosa.

Estas montañas respiran esquí por sus cuatro costados. Pero los inicios de Panticosa no fueron nada fáciles, por años de malas nieves. El Valle de Tena se unió para hacer fuerte a sus estaciones en los años 70, y Formigal acabó quedándose la gestión de Panticosa. Esta nueva etapa comienza con la instalación del telesquí Mandilar que hoy sigue operativo en la estación.

De nuevo en los años 80 las dificultades de la estación debido a las pocas nevadas, hacen difícil el rendimiento de la estación. A partir del 1990, llegan los primeros cañones de nieve. Por fin la nieve artificial entra en escena. Formigal decide en 1992 dejar la gestión de Panticosa, que pasa a manos de Ibercaja y el Gobierno de Aragón. Pasaron algunos años hasta que en 1996 comenzara el ambicioso proyecto de expansión de Panticosa hasta el Valle de Sabocos, con los telesillas que conocemos en la actualidad. Se instalaron los telesillas de 4 plazas Sabocos y Petrosos, el Telesilla biplaza Javier Escartín y el Telesquí O’Fonil.

Ahora sí, Panticosa se parece a lo que hoy es en la actualidad.

Pero no queda todo aquí. 

En siguientes temporadas el telesilla Corona de Aragón y el telesquí Quebrantahuesos entran en escena.

La mayoría de remontes se mantienen aun en la actualidad.

En 1999 se inaugura el telecabina, que parte desde el pueblo hasta la cota media de la estación. Ahora si que sí, Panticosa está completa.

2001 fue el año que el holding Aramon integró a Panticosa en su propiedad. Desde entonces, se han hecho algunas reformas y sobre todo se ha modernizado la estación con cañones, edificios de servicios y sustitución de algunos pequeños remontes.

Pero como digo, estas montañas tienen mucha magia, y no solo en el último siglo. Aquí ya habitaba el hombre en la edad media, incluso en la época romana. Todavía no existía el esquí como deporte, pero los baños termales de Panticosa si eran conocidos si. Que espabilados los romanos!

Hoy era lunes 27 de febrero del 2023, y bueno, no hay ni rastro de los romanos jeje, pero es que tampoco de la humanidad.

Un placer poder esquiar solo en Panticosa, que gozada esquiar los lunes!

Hay que decir que Panticosa suele tener siempre mejor meteorología que su gran vecina Formigal. Quiero decir que, sale más el sol. La nubes suelen engancharse en Formigal, mientras que en Panticosa luce más el sol.

En contrapartida, Panticosa tiene peor nieve y menos cantidad que su vecina.

Esto hace que, pillar Panticosa abierta al 100% con sus 39km de pistas abiertos, es casi una rareza.

Pero aun así, tal y como sucede con su otra pequeña vecina más allá de la frontera, Artouste, aquí la kilometritis no existe y quienes vienen a Panticosa, buscan la tranquilidad de sus pistas y el ambiente de esquí familiar.

Si tengo que comparar Artouste con Panticosa, he de decir que las pistas de Panticosa son mejores, hay más kilómetros de pistas, más desnivel y más posibilidades para el fuera pista gracias al expléndido valle de Sabocos. En contra, en Artouste hay mejor nieve y me atrevería a decir que las vistas son "algo" más bonitas, aunque esto es difícil de calibrar. Supongo que es algo personal pero, me gustan las estaciones donde la mayoría de sus pistas caen entre árboles.

Si todavía no has estado nunca en Panticosa, no puedes dejar de realizar el descenso que combina la pista roja Zorros, con el itinerario fuera pista El Bosque. Son 750m de desnivel del tirón que acaban en el antiguo itinerario de El Bosque que baja hasta la misma base a 1145m, utilizado hoy en día sobretodo por los esquiadores de montaña y que además, era la única vía de evacuación de la estación, en caso de que el telecabina fallase, como sucedió en 2013, cuando en plenas vacaciones navideñas, rachas de 120km/h azotaron la estación haciendo inviable el uso del telecabina, teniendo que evacuar un total de 1400 personas.

No hay mal que por bien no venga, porque desde aquel suceso, ahora podemos subir a lo alto del telesilla Javier Escartin...

...para bajar por la pista negra Valle de Tena...

... y acabar por la espectacular y peraltada pista roja Estrimal, inagurada en enero del 2014, completando así un super descenso con un desnivel de 1075m, y acabando a solo 1145m de altitud, siendo la cota más baja de una pista de esquí en toda España.

Y bueno señores, aquí acaba este viaje y su repor correspondiente. No es un viaje de acción, como suele ser habitual en los viajes de los Gatos. Pero es un viaje de esquí en familia, que se disfruta de otra manera pero se disfruta igualmente, sobre todo cuando ves a tu hija y a tu mujer sonreír felices por viajar de nuevo a la nieve en camper.

Hasta la próxima y recordad...SED FELICES!!

Fotos y textos

Gatos del Pirineo Ski Club