Noruega está de moda, y para los amantes del blanco, es uno de los destinos más de ensueño posibles. La verdad, que no es de extrañar, de glaciares al océano en el día, montañas superiores a los 1500m que caen una tras otra verticalmente hasta el mar creando esos encajonados fiordos, un invierno que dura prácticamente 6 meses…
El invierno es recio; pero la primavera llega con condiciones generalmente estables, posibilidades reales de nieve polvo y prácticamente luz las 24h del día sin necesariamente temperaturas fuertemente ascendentes, lo que nos permite largos días en las montañas.
Bueno, esto ya lo sabíamos, sin embargo hay un par de mitos que me gustaría contrastar y algunas claves que creo necesarias dar después de cinco años trabajando como guía en Noruega y tras haber organizado excursiones de esquí por todo el Norte, toda la región de los Fiordos, las montañas continentales y las regiones donde Noruega continental se cruza con las montañas de los fiordos.
UN LUGAR SALVAJE. Noruega es un lugar salvaje; esto parece muy obvio, pero tiene implicaciones muy serias a la hora de programar excursiones en la naturaleza. Antes de atacar el núcleo del artículo, pasemos primero por la primera pregunta básica:
Alcanzable. es muy caro?
Noruega es un país caro. Viajar a Noruega depende cómo lo hagas puede ser un viaje de lujo al alcance de pocos, o un viaje no tan caro. Para empezar está en Europa, a unas pocas horas de vuelo y con los puentes aéreos actuales es probablemente el destino de esquí “exótico” con trayecto en avión más barato que tenemos.
Después, como os podéis imaginar, versiones de un viaje de esquí hay muchas y con precios muy distintos. Desde lo ostentoso de fletar un velero de principios del siglo XX, dormir en un lodge, alquilar una autocaravana, o por otro lado, adentrarse más en lo salvaje, montar un campo base o enlazar una ruta por esas carácteristicas cabañas Noruegas de montaña.
Noruega es un país mucho más caro y aunque hacer la compra sea alrededor de un 30% más caro, tampoco es un drama pagar 70e en vez de 50e. Pasará lo mismo con el coche de alquiler y seguramente te escandalices cuando pagues 12e por una cerveza en un bar, pero te aseguro que es muy probable que en un viaje de esquí de verdad a Noruega, poco vas a necesitar la tarjeta de crédito para pagar esa cerveza. Al contrario, tendrás al despertarte que coger el cubo y acercarte al arroyo a coger agua para prepararte el café y el termo del día. Back to basics.
Guía.
Está es una parte importate del presupuesto, aunque la he obviado porque he asumido que en todas las opciones, si queréis realmente adentraros en la montaña y la naturaleza, como es el caso en un viaje de esquí, necesitaréis un guía. La gente no suele hacerse a la idea de lo grande, vasto y salvaje que es Noruega. Es indispensable saber leer un mapa y saber preparar la excursión. En general no hay cobertura en ninguna montaña, los partes de avalanchas cubren áreas geográficas muy grandes con lo que es imprescindible saber leer los signos de inestabilidad en el terreno, las posibilidades de rescate a tiempo en helicóptero están muy poco garantizadas y además, a veces incluso llegar a pie de montaña ya es una aventura en sí.
Lo bueno, es que aunque el nivel de complejidad pueda ser alto, no tiene por que ser alto en una escala técnica de alpinismo o esquí extremo, sino más bien en una escala de estar en lo salvaje. Muchos Noruegos no esquían terreno de más de 30º. En invierno no hay muchas horas de luz, el clima es muy rudo y la montaña tarda MUCHO en estabilizarse. Con todo esto, la mayoría de la gente prefiere omitir el drama y decantarse por terreno sin riesgo. Pero ojo, que tenemos terreno de este estilo increíblemente panorámico y disfrutón.
En primavera, cuando prácticamente no hay noche y la nieve está estable, es el momento de hacer montañas y líneas más potentes; aunque la cierto es que mucha gente sigue prefiriendo quedarse en el mismo nivel que en invierno y aprovechar para enlazar varias montañas en el día o lanzarse a largas travesías de varios días en terreno salvaje.
EQUIPO.
Ahora ya podéis entender un poco mejor el pack clásico de excursionismo invernal que a veces os llama la atención en mis fotos y me preguntáis por él.
Salimos siempre a la montaña con un mapa con las curvas de nivel y otro con la escala ATES plastificado y colgado del cuello, al igual que la brújula, el inclinómetro y los prismáticos. También llama la atención que en excursiones de día, tanto guiadas, como no guiadas, nos veáis con una mochila de 45l llena y desbordante en la que nunca falta una esterilla aunque no vayamos a hacer noche. En la forma de hacer montaña en Noruega, no solo hay que llevar un botiquín básico, pero un verdadero arsenal de primeros auxilios, desde la bolsa de vivac clásica noruega, el Jerven fjellducken, hasta la esterilla que cumple la doble función en caso de primeros auxilios para entablillamientos e inmovilizaciones. La sierra tampoco puede faltar para ejercicios de nivología y construcción de una cueva de hielo en caso caso de emergencia, cuando la nieve está demasiado dura para la pala.
En Noruega no se sale a conquistar la montaña, si no a pasar un buen día en la naturaleza, aquí se llama Friluftsliv, o vida al aire fresco. Sí o sí hay que llevar la chaqueta de campo base, un tapete de lana para sentarse, un termo de chocolate caliente, a veces hasta el hacha para apañar un fuego y sándwiches de pan negro o salchichas para aguantar hasta que se haga de noche. Todo esto la verdad que tiene sus rituales y es muy interesante.
Podéis seguir día a día a Carlos y su Friluftsliv en el instagram @onthebelay
Hasta luego Noruego!
