Siguiendo las tradiciones navideñas, no podíamos faltar a la cita de esquiar el día 1 de Enero.
Como muchos sabéis y habéis experimentado en vuestras propias carnes, la época navideña es de las de más afluencia en las estaciones de esquí, normal si pensamos en la combinación de vacaciones escolares y vacaciones en muchos trabajos.
Pero claro, siempre hay días señalados en los que parece que las estaciones sean casi privadas. Uno sería el 26 de Diciembre, el cual ya lo aprovechamos para esquiar en Grandvalira, y el otro es el 1 de enero.
Como es habitual, no podíamos empezar el año sin esquiar, así que esta vez nos dirigiríamos a Arcalís, la llamada nevera de Andorra, dónde aseguraríamos nieve y poca gente, ¿se puede pedir algo más?
Es un día en el que te lo puedes tomar con calma, no hace falta estar en pistas a las 8.30h, y más si la noche anterior has recibido el año nuevo comiendo las uvas a las 12 de la noche, así que uno no tiene que desesperarse para levantarse temprano.
Así lo hacíamos Anna y yo, que con la calma llegaríamos a Arcalís pasadas las 9 de la mañana. Desayunábamos, poníamos botas, íbamos a comprar los forfaits y a esquiar.
Qué bonita es la subida hasta Les Portelles, además, la entrada de su pista principal es espectacular, paisaje dolomítico.
Ambiente frío, soleado y poca gente; sólo podíamos desear algo más, buena nieve, y antes de seguir, os puedo asegurar que la había, es más, de los días esquiados esta temporada, ese fue el que mejores condiciones de nieve ha tenido.
Llegada arriba, algo de calentamiento, y a esquiar!!
Como decía, Arcalís no falla, cañones encendidos por toda la estación y una calidad de nieve espectacular.
Los descensos son una maravilla, nieve polvo de esa que te hace mejor esquiador. Además la poca afluencia hace que puedas esquiar tranquilo.
Y aunque en la estación había poquísima gente, siempre encuentras a otros incondicionales que encima son buenos amigos.
¿Recordáis que os había dicho que la calidad de la nieve era una maravilla? Pues nuestras caras de alegría lo dicen todo, jajaja.
¿Vamos hacia La Coma a que nos dé el solecito?
Volviendo a coger confianza encima de los esquís seguido por Anna.
Hasta nos animamos a coger el arrastre de La Coma.
Las pistas de allí están en unas condiciones espectaculares, pero decidimos ir hacia la zona del Abarsetar para ver qué tal están por allí.
El día es alegría pura, menudo disfrute. Como dice el dicho Andorrano... "Arcalís em fa feliç" (Arcalís me hace feliz).
Como en los otros sectores, la nieve está de escándalo, así que repetimos varias veces. Pero decidimos volver hacia Les Portelles a disfrutar del largo descenso desde su cima hasta la base de la estación.
Dejar correr los esquís en esa zona nos hace descargar buenas dosis de adrenalina. Qué alegría es volver a esquiar con confianza.
Aquí debajo os dejo un pequeño vídeo de Instagram:
Pero claro, con tanto esquí hay que parar un poco a descansar, así que volvemos a la terraza de La Coma a que nos dé el solecito y a comer e hidratarnos un poco.
Como decía al principio, cañones a tope durante todo el día, eso indica baja humedad y temperatura fresquita, la mejor combinación para buena calidad de nieve.
Un ratito allí disfrutando del sol y decidimos hacer la retirada; aunque no sin antes bajar por la pista Canaleta y disfrutar de las preciosas vistas desde allí.
La subida del Pic de la Font Blanca y parte de la Vall del Sorteny son una maravilla para los sentidos.
No se me ocurre mejor lugar para terminar la jornada y dirigirnos al coche, dónde guardaremos bien el material para tenerlo perfecto para el próximo día.
Y vosotrxs, ¿vais a empezar el año esquiando?