Como mucha gente lectora del blog sabe, es tradicional la escapada veraniega a Les Angles, para mi, un destino ideal para todas las edades y para toda persona a la que le guste la montaña, la aventura o el relax.
Creo que es uno de los mejores lugares dónde podernos escapar del calor infernal y de las aglomeraciones de la playa.
En las otras ocasiones que había estado allí, lo había hecho con algo más de movimiento, incluidas unas rondas de bicicleta de descenso en el fabuloso bike-park.
Aquí os dejo enlazados un par de artículos sobre ellas:
Pero en esta ocasión pensaremos más en planes para familias y, os voy a proponer algunas opciones para hacer aptas para todas las edades, además, no nos vamos a olvidar de poner un poco de emoción a las vacaciones o escapada.
Para empezar lo haremos con lo más divertido, una de las atracciones de verano e invierno de les Angles, el Lou Bac Mountain.
Espectacular descenso que parte desde la estación de llegada del telecabina a 2100m y baja hasta el pueblo a 1600m. Ni más ni menos que 500 metros de desnivel en los que podremos descargar adrenalina o, si no queremos emociones fuertes, podremos controlar la velocidad para gozar de un descenso tranquilo con vistas de lujo.
Todas las edades pueden gozar de esta atracción, aunque las personitas más pequeñas tendrán que hacerlo acompañadas de un adulto.
Si esto lo hemos hecho a primera hora de la mañana, luego podemos dar un paseo por la estación, incluso llegar a la cima de Roc d'Aude, una caminata cortita pero exigente ya que vamos a subir por las pistas de esquí. Eso sí, las vistas desde allí arriba son magníficas.
Aquí un servidor subiendo, además es un ejercicio ideal para la recuperación de mi rodilla.
No es lo mismo bajar por las pistas con nieve que subirlas andando, pero es una maravilla igualmente.
Vistas de escándalo a algunos de los picos más emblemáticos de la zona, por un lado el Carlit, del que os enlazo un report de su ascenso en verano. Y por el otro, los Perics, estos todavía los tengo pendientes.
Y por los otros, tendríamos maravillosas vistas al Pirineo algo más oriental, con los míticos Puigmal, del que también os enlazo report en verano, y el espectacular circo de Eyne. Y por otro lado, el valle de Les Angles con sus vistas al lago de Matemale.
Al bajar, si tenemos hambre o queremos tomar algo, justo en la salida de la cabina tendremos el Restaurante Le Chalet, precioso por cierto, y en el que se come de escándalo, además de tener una bonita terraza.
Como curiosidad, decir que podremos comer en alguna de sus cabinas.
Otra opción que tenemos, es ir a hacer un pícnic en la sala Hours Sac, dónde a parte de terraza con vistas, como he explicado en algún otro artículo, tenemos servicio gratis de carne a la parrilla, eso sí, la carne la tenemos que traer de casa y te la hacen allí.
Desde allí, tenemos la posibilidad de, dando un pequeño paseo por un precioso sendero, ir hasta un magnífico mirador de Les Angles por el Sentier de l'Horizon. Un paseo muy agradable apto para todo el mundo.
¿Qué os parecen estos planes para una mañana y primera hora de la tarde?
Un poco de todo, ¿verdad?
Pero si vamos a Les Angles, no podemos dejar escapar la oportunidad de ir a relajarnos al Angleo, lugar ideal dónde pasar la tarde, además si hace fresquito o no muy buen tiempo, allí vamos a estar de lujo.
Un par de horas en remojo y tenemos la tarde lista.
Otro de los planes para hacer por las mañanas, también apto para toda la familia, es un pequeño trekking por la zona del bonito lago de Balcère.
Para llegar hasta allí, tendremos varias opciones, una sería andando, no os la recomiendo ya que por un lado la caminata se alarga mucho y, porque durante bastante rato subimos por una zona de urbanización en Les Angles, así que la descartamos y pasamos a las otras, una es en nuestro propio vehículo, allí tendremos una zona habilitada para aparcar, o la otra es subirse a las diversas Navettes gratuitas que nos llevarán del centro de Les Angles hasta el mismo lago de Balcère.
El recorrido que os propongo es relativamente fácil, siempre que estemos acostumbrados a andar por el monte. Subida al lago de Balmette. Son unos 7km ida y vuelta y unos 300m de desnivel positivo, un paseo. Aunque si queremos, lo podremos alargar más hasta el refugio que hay más adelante o incluso hasta otros lagos que hay más arriba.
Empezamos llanito por un sendero cruzando pasarelas de madera, seguidamente iremos cogiendo altura con alguna subida más empinada.
Incluso tenemos un pequeño tramo con unas cuerdas que van ayudar a subir a quien lo necesite.
Vegetación típica del Pirineo francés, todo muy verde y mucha agua por todos los lados.
Con un paisaje espectacular.
Hasta que al cabo de un buen ratito llegamos al lago de Balmette.
Y, como no, la foto de familia de rigor, con algo de postureo.
Tras todas las poses posibles, empezamos a deshacer el camino recorrido para volver a Balcère.
Es realmente una caminata de las que cargan las pilas, fácil, asequible, y por una zona de espectacular belleza. Además, ideal también para mi rodilla, subida y terreno irregular.
Pero claro, después de andar un par de horas más o menos, entra hambre y, cómo ya sabíamos que había zona de pícnic, aprovechamos para comer allí algo que ya traíamos preparado. Allí nos esperaba Angelillo, un amigo que no podía andar por su reciente operación de rodilla.
¿Os acordáis de la foto de la seta?
Pues el boletus cuando es pequeñito, crudo y cortado a finas lonchas con aceite y sal, está riquísimo.
Aunque poco, apertivo exquisito antes del pícnic.
Una buena manera de terminar el fin de semana entre amigos y familia.
¿No os apetece un plan así estos últimos días del verano?
Y como siempre digo...