Después del grandísimo día anterior descendiendo de la Aiguille du Midi por la zona de Envers du Plan, tocaba seguir con David Sanabria, pero esta vez esquiaríamos en estación, concretamente en Grands Montets, estación que a priori pueda parecer pequeña, pero realmente es un cañón, una verdadera joya.
Si viéramos este mapa de pistas aquí, diríamos que la estación es ridícula, pero nada más lejos de la realidad, incluso ahora que no se puede subir hasta la cota más alta a más de 3000m, tienes 1500m de desnivel desde arriba hasta abajo, una locura, además que el espacio y amplitud de las montañas dan juego a muchísimas hectáreas de diversión.
Como os conté en la anterior entrega, hacía más de un mes que no nevaba en condiciones, incluso pocos días antes de nuestra llegada había llovido por debajo de los 3000m, así que las condiciones que nos íbamos a encontrar serían un poco lotería, aunque la nieve dura seguro que sería la tónica.
De todos modos, yendo con David Sanabria, sabíamos que la diversión y el picante estarían más que asegurados.
Llegada a la estación a primera hora y directos a la cota más alta actualmente.
No está nada mal empezar el día a casi 3000m, las vistas desde allí son impresionantes.
Primer descenso para calentar y nos vamos a la zona de Combe de la Pendant. Mirando el mapa es la zona de más a la derecha, palas enormes con buena pendiente y lógicamente nieve sin tratar, allí nos encontramos nieve polvo compactada que estaba bastante buena, pero David nos llevaba con el gancho en el cuello y no había tiempo para hacer fotos, ni nos dio tiempo a ponernos las cámaras de acción, jajajaja.
Las piernas estaban ya que sacaban humo y sólo era la primera del día!! Casi 1000m de desnivel en la primera bajada por fuera de pista son la mejor opción para calentar jajaja.
Remonte para arriba para dirigirnos a la otra punta de la estación, en esta ocasión el punto de partida sería la zona de Herse.
Pendiente y campos de bañeras enormes serían la tónica de la bajada.
Todo ello incluso saliendo de los dominios de la estación.
Allí nos dirigiríamos hasta casi la morrena del Glacier d'Argentière.
Medio escondidos detrás de la roca vemos los inmensos bloques de hielo del glaciar, y debajo, un camino de rando que lleva hasta su base.
Nosotros seguíamos a lo nuestro y para abajo, cómo no, con nieve dura, bañeras de metro y pendiente.
Para pasar por debajo del Refuge de Lognan, descender por líneas eléctricas y bosques, buena combinación jajaja.
Un descenso de 1400m de desnivel por terreno complicado que nos dejó las piernas bien calentitas.
Llegados abajo, vuelta a subir y para soltar un poco las piernas, David nos lleva a un circuito de skicross, fácil pero divertido, dónde disfrutaremos de velocidad y pequeños saltos.
Unas carreras que nos harían reír de verdad. Luego, a seguir disfrutando de los fuera pistas de la estación. En esta ocasión fueron tubos y muchísimo bosque con pendiente. De hecho, en Grands Montets no hay nada sin pendiente.
Y como no podía ser de otra forma, yendo con David nos tocaría andar para arriba, está claro que si quieres disfrutar de verdad en zonas no frecuentadas, toca sufrir un poco, pero es parte del juego, no?
Tras unos diez minutillos de andar volvíamos a la estación. Y otra vez al circuito de skicross, nos había gustado ese ratillo y volvíamos, pero en esta ocasión lo haríamos por otro con un poco más de nivel, tampoco no mucho, pero algo más divertido.
En la parrilla de salida estábamos David, Miki y un servidor. Imaginaros la carrera, por un lado David, un crack de cracks, por el otro Miki, un armario de dos por dos y por el otro un servidor, más bien poquita cosa, pero claro, era una carrera y había que darlo todo, así que salida a fondo, salí el último pero en la primera curva después de una buena bajada, veo que le puedo hacer un interior a Miki, le doy sin contemplaciones a buena velocidad y curva cerrada y... Pues pasó lo que era de esperar, no puedes jugar con los mayores, caída fea y pinchazo en la rodilla, me levanto medio cojo y voy a por el esquí que se había soltado. Me quedé alucinando con la fijación, había rotado para soltarse. No sabía que podía actuar de esa manera también, a parte de abrirse las aletas, también rota en sí misma, bien por Look por hacer unas fijaciones tan seguras.
Coloco bien las fijaciones, me pongo los esquís y para abajo con algo de dolor en la rodilla, pero bueno, se podía esquiar.
Allí decidimos que sería un buen momento para hacer un descanso y tomar algo, nos vendría bien un poco de reposo.
Y unas fotitos desde la terraza.
Tras un rato de descanso, volvíamos a la carga, con la rodilla algo dolorida pero me sentía bien para esquiar, así que a darlo todo! Ya no nos moveríamos de la estación, encontramos un palón con nieve polvo compactada muy rica y allí nos quedamos hasta el final de nuestra jornada. Y con las piernas que ya se quejaban más de la cuenta, era el momento de la retirada, ya que todavía teníamos otro día de esquí por delante.
Llegada a casa y tener estas vistas no tiene precio.
En la foto vemos la Aiguille du Midi a la izquierda, el Montblanc a la derecha y el enorme Glacier du Bosson en el medio.
Por la tarde/noche por fin las previsiones eran de una buena nevada, así que para intentar estar en plena forma para la mañana siguiente, al llegar a casa, algo de hielo en la rodilla y un antiinflamatorio. Luego, una duchita, comer algo e ir al centro de Chamonix a dar una vueltecita y cenar.
Alegría!! Empezaban a caer copos de nieve!!, Ya no nos acordábamos lo que era esa sensación, ver nevar este invierno era casi un sueño.
Cena en una hamburguesería algo pequeña y estrecha, pero con buenas hamburguesas, mientras veíamos nevar por la ventana.
Al salir de cenar, el espectáculo era impresionante. La nevada se había intensificado y la cosa prometía mucho.
Os podéis imaginar cómo sería la noche, larga, muy larga, estaba cayendo un nevadón y al día siguiente podríamos disfrutarlo, además, David nos había enseñado las mejores zonas de Grands Montets dónde disfrutar alejados de la gente.
Suena el despertador, sigue nevando, algo menos pero todavía sigue, madre mía vaya día!!
Esto es lo que nos encontramos en dirección a Grands Montets...
Menuda nevada había caído! Abajo a 1200m habían unos 30cm de nieve nueva, no quiero imaginar los de arriba...
En el párquing casi no había nadie ya que eran las 8.30h de la mañana. Vamos hacia taquillas y nos dicen que la estación está cerrada por viento y riesgo de avalanchas, pero que la previsión es que abran algo entre las 10 y las 11 de la mañana, aunque la cota alta que sube a más de 2700m estará cerrada todo el día seguro, así que nada, al bar a tomar un café y a esperar que se cumplan los pronósticos y abran al menos la silla Herse que también nos subirá bastante altos.
Mientras esperamos no paran de escucharse los petardazos para tirar avalanchas, arriba han caído de 40 a 50cm, hay pendiente y viento, así que mala combinación, pero bueno, si aseguran bien la zona, podremos disfrutar, aunque el riesgo de avalanchas en ese momento nos indicaron que era de 4/5, así que algunas zonas que nos había enseñado David durante la jornada anterior quedarían totalmente descartadas por estar fuera de la estación. Bueno, quedaba muchísimo terreno para disfrutar.
Llegan las 10 de la mañana, volvemos a taquillas y nos comentan que abren ya el huevo y que esperan que a las 10.30 puedan abrir la silla de Herse, así que vamos a ponernos las botas, coger mochilas, esquís, activar DVA, sacar forfaits y para arriba.
Importantísimo pasar por la zona de control de DVA. Aunque ya los habíamos comprobado abajo, otra vez no está de más.
El riesgo de avalancha después de todos los petardazos había bajado a 3/5, pero estaba peligroso igualmente, así que una de las zonas la descartamos por completo y nos fuimos directos al bosque dónde allí sería seguro y no habría nadie (secretos de David, jajajaja).
Nada, nieve muy húmeda y pesada, las piernas estaban algo cansadas de los días anteriores y yo no quería jugármela con la rodilla, así que con una ronda tuvimos suficiente y a la siguiente ya nos fuimos a las cotas más altas. Aunque dio tiempo a sacar algunas buenas fotos...
Mención especial a Miki, que tras la primera bajada tuvo que decir adiós a causa de una pequeña lesión. Dedicamos algunos descensos en su honor.
Llegados a la zona alta, vimos que casi todo estaba bastante trillado, pero como el riesgo de avalancha estaba feo, decidimos quedarnos por allí buscando rinconcitos por palas menos frecuentadas.
Ese día nos lo tomábamos con calma, en lugar de estar ansiosos por no parar de hacer descensos, era más una jornada de disfrute y reflexión, ir parando para hacer fotos, comentar la jugada, reír...
Y no os voy a mentir, a mi me fue de maravilla ya que la rodilla se iba quejando y no podía esquiar como me hubiera gustado, tenía que ir con cuidado y sin apretar, pero lo disfrutaba igualmente.
Después de varios descensos disfrutando como niños chicos, era hora de retirarse, Miki estaba sólo abajo y no era plan que estuviera allí muchas horas, además, la rodilla se quejaba más de la cuenta y lo mejor era parar. Pero no sin antes tomar uno foto de la preciosa Aiguille du Chardonnet, azotada por el viento, presidiendo el Glaciere d'Argentière.
Último descenso para llegar abajo dónde estaríamos un rato todos juntos comentando la matinal.
Así finalizábamos tres días de ensueño en la meca del alpinismo y freeride.
Sólo decir que al menos una vez en la vida hay que ir a Chamonix y, sin lugar a dudas, la mejor manera de hacerlo es contratando un guía que te lleve a conocer lo que uno sólo no haría nunca.
Agradecer una vez más a David Sanabria por dedicarnos dos increíbles días y a toda la grupeta por hacer inolvidable esta escapada.
Para terminar, ya que muchos en estas últimas semanas me habéis preguntado por el estado de la rodilla, decir que al llegar y tras la visita al médico y las pertinentes pruebas, el diagnóstico es una rotura parcial del LCA, además de alguna cosilla más que ya venía de serie, jajaja.
Así que desde entonces sigo en el dique seco pero sin perder la esperanza de volver a calzarme los esquís antes que termine la temporada.
Y como siempre os digo, si queréis saber más...