Había oído hablar muy bien de la estación de esquí de Formiguères en el Capcir, Pirineo Francés, así que estaba deseando ir en algún momento u otro.
Tras el pasado fin de semana de súper nevadas en las caras norte de Pirineos, entraba un episodio de lluvias que harían un buen destrozo a lo que había caído, pero parecía que la bonita estación de Formiguères, sería la menos perjudicada y dónde la cota empezaría a bajar rápidamente para volver a crear otro buen colchón de nieve fresca, así que parecía que sería el momento ideal para ir a conocerla.
Como siempre, llamadas arriba, llamadas abajo y nos juntamos una grupeta ideal, por un lado David y Raúl, compañeros de aventuras desde ya no recuerdo cuando jajaja, y que hacía dos años que no nos podíamos juntar para esquiar, y por el otro, el forero David con el cual he podido compartir algunas increíbles jornadas de compañía y esquí, además de ser un gran conocedor de la zona, y su amigo Víctor, otra gran persona y gran surfer.
David era una de esas personas que me había hablado maravillas de Formigueres, sus preciosos bosques, sus fuera pistas y la tranquilidad que allí se respiraba, así que imaginaros las ganas que tenía de estar allí tras una bonita nevada.
Muchos kilómetros antes de llegar teníamos la carretera bien blanca, la cosa prometía...
Conducir por el medio de los densos bosques nevados es un placer indescriptible (eso sí, siempre bien equipados con neumáticos de invierno).
Llegamos, nos ponemos las botas y para taquillas a sacar los forfaits, estamos ansiosos por esquiar en esta estación.
A partir de aquí, poco voy a decir, os pongo algunas fotos para que veáis la belleza de la zona...
Pero no todo van a ser paisajes de cuento, verdad? Así que aquí van algunas de acción...
Esquiar y dejar tus firmas en esos bosques es hipnótico.
Siempre en un marco de belleza natural indescriptible... Con los lagos de Matemale y de Les Angles a nuestros pies.
Y hablando de marcos, no podíamos fallar a las típicas fotos postureo que puedes hacerte en varios lugares de la estación...
Y así pasamos una jornada de lo más especial, buena compañía, buena nieve, solazo radiante y una pequeña joya de estación con unos bosques hipnóticos para deslizar por ellos.
Aunque no se podía acabar el día sin pasar por el restaurante y aprovechar lo que me contó el ilustre Victor Riverola, el pack forfait-menú, si queréis saber de lo que hablo, él mismo nos lo cuenta a todos en su blog. Por cierto, no hay foto porque teníamos tanta hambre que no dio tiempo a sacarla, jajaja.
Espero que os haya gustado el articulillo y os animéis a visitar la estación, estoy seguro que no os defraudará.
Y como siempre os digo, si queréis saber más...