¿Qué tal va el inicio de temporada?
Espero que ya os hayáis podido estrenar.
¿Os acordáis del artículo que hace poco escribí sobre la importancia de las botas de esquí y el boot fitting? Pues bien, tuve la suerte que cogieron mi pie como muestra para hacer las distintas cosas que explicarían allí, a parte también de estudiarme la pisada y, después de 40 años esquiando, me di cuenta que para ir mejor, necesitaba unas plantillas para poder tener un mejor apoyo de pies.


Como podéis comprobar, tengo un arco plantar bastante elevado y sólo apoyo de talón y de parte delantera.
Aprovechando que este pasado fin de semana me escapaba a Baqueira, no dejé pasar la oportunidad de ir a hacerme unas plantillas a uno de los mejores sitios que los esquiadores podemos ir, a Copos. Sólo llegar me encuentro a Jose Manuel, dueño de la tienda y uno de los mejores boot fitters del país.

Un saludo, una pequeña charla y le cuento el motivo por el que estoy allí, así que entramos a la tienda y en poco rato se pone manos a la obra para que me hagan las plantillas.

Aquí vemos a Jose Manuel escogiendo la talla de plantilla que necesito. Luego me hacen pasar a la sala dónde las harán.

Mientras ponen a calentar las plantillas, Chema desinfecta el lugar dónde harán el molde de las plantas de mis pies.

Una vez todo bien desinfectado, será el momento de subirse encima para que allí queden perfectamente marcados mis pies.


Un rato allí encima y luego tocará poner las plantillas calientes en el molde para volver a subirme otra vez.


Parece una tontería pero las manos de Chema poniendo las plantillas dentro del molde van a ser muy importantes, tienen que estar perfectamente colocadas si no, el trabajo no habrá servido de nada.
Otra vez tocará subirse encima para que cojan la forma exacta de mis pies, mientras Mikel sacará los botines y las plantillas de mis botas.


Otro ratito allí subido y luego pondrán las plantillas en el congelador. El material se va a endurecer para que no se deformen y la estructura quede bien rígida.
Mientras, Mikel nos muestra varios pies y nos explica la importancia del buen apoyo del pie a la hora de transmitir los movimientos de nuestros pies a los esquís.

Unos minutos más de espera y cuando ya están listas, Mikel les dará la forma óptima para que queden a la medida perfecta de los botines.


Y cuando ya están perfectamente pulidas, es el momento de probar qué tal, la verdad es que me daba un poco de reparo porque no sabía cómo sentiría el pie dentro.

¿Sensaciones? Pues un cambio radical, si hasta el momento las botas me iban perfectas de caña, pies, empeine... Ahora realmente las sentía como un guante, notaba que todo estaba perfectamente encajado, la verdad es que era una sensación un tanto rara, las botas y mis pies eran uno.
Pero faltaba lo más importante, probarlas de verdad en situación, esquiando, y además lo haría estrenando esquís de GS, así que no había mejor manera de hacerlo y ver si realmente la transmisión de movimientos era tan directa como parecía allí parado.

Después de un par de días de esquí, puedo decir que sí que hay diferencia entre llevar o no plantillas a medida. A ver, no va a haber un cambio radical en nuestro esquí, si no sabemos, seguiremos sin saber, pero lo que sí que notaremos es una mejor transmisión de movimientos y, pero ende, esos movimientos serán más precisos.
Llevaba 40 años esquiando sin plantillas y no me había pasado nada, de hecho, nunca me había planteado hacerme unas, pero después del evento del boot-fitting y de haber esquiado un par de días con ellas, os puedo decir que nunca más esquiaré sin plantillas, además que las puedes cambiar de unas botas a otras sin problemas.
Espero que este artículo os pueda servir de ayuda a quienes os lo estáis planteando o a los que nunca os lo hayáis planteado y os animo a hacerlo, realmente hay un antes y un después.
Y como siempre os digo...