Finales de Septiembre, una de las épocas más deseadas por todos los esquiadores. El mes en que a priori acaba el verano y empezamos a pensar en blanco (aunque algunos no dejamos nunca de hacerlo).
Los que sois lectores del blog, supongo que ya visteis un artículo publicado en mayo sobre el Tour du Lord, el mejor reto ciclista del verano a los pies del Port del Comte, pues bien, este terminaba ahora a mediados de septiembre y, por ende, daba el pistoletazo de salida a la cuenta atrás hacia el invierno.
La verdad es que la fiesta final fue todo un espectáculo, pero no lo podíamos despedir sin hacer una de sus etapas la misma mañana y, ¿cual sería la mejor? Para mi estaba muy claro, la etapa número 4, la que sube a mi "segunda casa", a Port del Comte, era la mejor manera de rendirle homenaje a esa bendita cuenta atrás, ya que en un par de meses o poco más estaremos deslizando por sus impecables pistas.
Me reunía con dos amigos, unos astros de la bici y también buenos esquiadores, así que era un combo perfecto.
A las ocho de la mañana con la brisa fresquita a 13 grados, empezábamos a dar pedales dirección al objetivo.

Siempre es bonito pedalear dirección a una estación de esquí, pero esta vez quizás era algo distinto, lo hacíamos justamente para despedir el TDL, un acontecimiento que da grandes alegrías a la zona y a los participantes.
Sólo salir de Solsona ya empieza el puertazo, el fresco viene de perlas.


Vamos subiendo entre esfuerzos y risas, bueno, esfuerzos los míos, ellos van sobrados, jajaja.
Poco hay que contar de la subida, son dos puertos entrelazados, con un total de más de 28km y unas vistas espectaculares.




Tras unos 20 kms y habiendo coronado ya el Port del Tell, para descender unos metros y seguir con el puertazo, llegábamos a la primera meta del día, la churrería que habían instalado desde agosto (para el gozo de los ciclistas) en Coll de Jou 1480m (lugar de paso de varias etapas), y el mejor lugar para retomar fuerzas a base de churros y chocolate caliente (además gratis para los poseedores del Passaport Madafaka).
Durante el ascenso mi cabeza sólo pensaba en ese manjar, pero al llegar allí... ¡¡¡CERRADA!!! No nos lo podíamos creer...

Pues nada, nuestro gozo en un pozo, eran las fiestas de un pueblo de la zona y la noche se debía complicar, jajajaja.
No queda más remedio que tomar una barrita y seguir para arriba.
Ese tramo de subida es simple y llanamente espectacular, el valle, Vall de Lord, se despierta con niebla y las visitas son de postal.


Unos kms más de subida y llegamos a Port del Comte, pero aquí no terminaba la subida, la etapa completa nos hacía llegar hasta el helipuerto, así que no nos valía haber llegado hasta los 1700m, si no que teníamos que seguir hasta algo más de 1800m y con un asfalto del que no deja avanzar...


Tras casi 30kms de puerto y unos +1400m llegábamos al helipuerto, cansados pero con la satisfacción de estar en un lugar que tantas alegrías nos ha dado y nos seguirá dando.


En la última foto se ven tres descensos fuera de pistas de Port del Comte, y ahí va mi pregunta...
¿Alguien puede decir el nombre de al menos unos de los tres?
Bueno, sigamos al lío, como no sólo de barritas vive el ser humano, iniciábamos el descenso hacia Coll de Port para seguir dirección a St. Llorenç de Morunys, epicentro del Tour du Lord, y dónde nos pegaríamos un buen homenaje.

Qué maravilla y chute de energía con la coca de Cal Pascuet, decir que es un manjar es quedarse corto!!
Con las baterías cargadas otra vez, subíamos a la bici para hacer el regreso hasta Solsona, lugar de dónde habíamos salido, para así finalizar la cuarta etapa del Tour du Lord. Una etapa preciosa (como todas) en la que saldrían 73kms con +1700m.
Pero el día no terminaba aquí, la mañana estaba hecha, pero por la tarde se celebraba la fiesta final del Tour.
El lugar sería una de las playas del pantano de la LLosa del Cavall, a unos dos kms de St. Llorenç. Lugar dónde la gente de Guies i Relleus, cedería sus patinetes de agua a pedales para hacer carreras, imaginaros un sitio lleno de ciclistas que tienen que dar pedales a unos patinetes, el morbo y el pique estaba servido, jajajaja.
Quién no quería participar, podía alquilar unos kayacs para seguir el espectáculo de cerca, mientras en la playa había música, puestos de perritos calientes y zumo de cebada por doquier.
Os dejo unas fotos para que os podáis hacer una idea del fiestón que se montó.



Enamorado de esta foto, participantes de la carrera con el Port del Comte de fondo.


Como no podía ser de otra manera en la filosofía de comercio local del Tour, salchichas de cerdo ecológico de la zona, aportadas por De Pagès.


Y dos personajes que no podían fallar a la fiesta fueron...


Emmanuele Macron en honor a su Pack en Tour du Lord y, uno de los personajes más buscados en el mundo del corazón, el Obispo de Solsona, que debía tener buena presencia al ser de la zona, jajajaja.
Y así, por todo lo alto, se daba por concluido el mejor evento del verano, pero no sin dar las gracias a la gente del Tour du Lord por la maravillosa idea y a Ariño Visuals y Eric Patricio por la divertidísimas fotos de la fiesta final.
Ahora sólo toca seguir ejercitándonos para llegar en plena forma a la temporada invernal que, como sabéis, está a la puerta de la esquina.
¿Cómo lo vais a hacer vosotros? En bici, corriendo, de senderismo por el monte, en el gimnasio?
En 3, 2, 1...
¡¡¡Nos vemos por las pistas (o fuera de ellas) en muy pocos días!!!
Y como siempre os digo...