Es una temporada totalmente anormal, una temporada en la que muy pocos hemos podido esquiar y que muchas veces, al menos yo, lo he hecho sólo.
Sí que es cierto que he podido esquiar con quienes normalmente no podía, amigos profesores de esquí que, por desgracia, este año han tenido más horas libres de las que les gustaría pero, también han faltado esos días en familia, esos días de compartir afición con ellos y que son especiales y, esos épicos días con los compañeros de aventuras habituales, esos con los que hay esa complicidad y punto de locura que tanto me gusta y necesito.
Pues bien, hacía muchos años que tenía en mente volver a calzarme esquís antiguos, esas lanzas rectas más largas que un día sin pan y, pensando, creí que era el momento de darle un poco de vidilla al invierno y compartirlo con todos vosotros.
No, no era carnaval, simplemente me apetecía algo de esta guisa, así que ni corto ni perezoso y, por qué no decirlo, sin nada de vergüenza, me planté en el párking de Port del Comte con estas pintas...
Ya que lo hacíamos, lo haríamos bien. El vestuario tenía que ir acorde para la ocasión, así que vamos a describirlo:
- Chaqueta: de principios-mediados de los 90. Columbia creo que todavía no estaba en España y compré todo el traje en Andorra.
- Cinta: de los 90. (antes íbamos con cintas o gorros, no con casco)
- Vaqueros: Actuales (los pantalones de la época me van un poco pequeños jajajaja) pero en los 80-90 había quienes esquiaban con ellos.
- Gafas: unas Vuarnet también de los 90.
- Botas: Actuales Lange RS130 (Antiguas tengo varias pero me daba miedo que se rompieran)
- Esquís: Lo más importante del día. K2 SLC 9.0 de 2m de largo (Uno de los modelos más codiciados de la época), también de mediados de los 90.
Principios de marzo y los colegios hace ya varios días que pueden subir a la nieve, así que imaginaros con la cara que me miraban algunos, jajajajaja.
No sabían si estaban en Port del Comte o habían retrocedido unos años a alguna remota estación del Pirineo Francés, jajajaja.
Bueno, me calzo las botas, cojo los esquís y me dirijo coger el primer remonte. Iba acompañado de Lucas de la Escuela de Esquí La Bòfia, que estaría conmigo buena parte de la mañana y así aprovecharía para que me grabara un poco.
La verdad es que los nervios y las preguntas invadían mi cuerpo...
- ¿Me acordaría de esquiar con esos aparatos?
- ¿Me haría daño y se terminaría la temporada de esquí?
- ¿Sería capaz de aguantar con ellos y no ir al coche ha hacer cambio de ropa y esquís?
Fue llegar a arriba del Querol, bajar del telesilla y medio volver a recordar que aquello se esquiaba distinto, aunque en definitiva, era esquiar.
Primeros giros y quise empezar con cuña, pero el cerebro no me dejó, empecé a esquiar naturalmente (bueno, tampoco tanto, jajajaja), me di cuenta que eso era como ir en bicicleta, una vez aprendes, no se olvida.
La verdad es que me estaba gustando eso de volver a esquiar como antes, las sensaciones son muy distintas y las pintas ya no digamos!!!
Cómo veis, uno ya empieza a no tener vergüenza, jajajaja.
Bueno, antes de seguir contando la experiencia, os dejo el vídeo que creo que os va a gustar mucho, ya me diréis que os parece en los comentarios de Youtube o del articulillo.
La verdad es que me lo pasé de lo más bien, fue volver a recordar ese estilo de esquí algo más tranquilo, dónde no teníamos las pistas tan bien planchadas como las autopistas actuales y nos lo tomábamos todo de otra manera. Ojo, también hacíamos el ganso, pero era distinto.
Al final no cambié ni el look ni los esquís en toda la mañana, me lo estaba pasando de maravilla, estaba siendo uno de los mejores días de la temporada, disfrutando como el que más.
Algunos de los que me leéis, seguramente pensaréis que cómo se podía esquiar con esas cosas tan largas y rectas sin ninguna forma, pues bien, a todos vosotros os diría que si no lo habéis probado, intentar esquiar algún día con ellos, seguramente tendréis algún amigo que os pueda dejar un par o, si no, por Internet seguro que podéis encontrar muchos por no más de 20-30€ y, de verdad, os lo recomiendo, viviréis el esquí de otra manera.
Bueno, a lo que vamos, ¿hacemos algún tipo de review de esas lanzas?
La verdad es que poco voy a contar porque antes los esquís eran todos rectos sin mucha variación entre unos u otros (al menos yo no me fijaba en las diferencias que podía haber). Ahora hay miles de estilos, formas y construcciones y se aprecia mucho la diferencia entre los distintos tipos, pero antes, no.
En estos tipos de esquí la técnica base cobra una vital importancia, por mucho que angules o tumbes, no van a girar. Con ellos te obligas otra vez a girar de verdad, a usar los bastones correctamente para hacer bien los cambios, usar la extensión-flexión es básico.
Son esquís que hay que esquiarlos, hay que poner todo de nuestra parte para hacerlo, pero la satisfacción que dan es tremenda.
Actualmente con los esquís, carveamos y corremos, todo pasa muy deprisa (y me gusta), pero con las lanzas te lo tomas de otra forma, esquías más pausado, tranquilo, todo fluye de otra manera y, ademas, son unos profesores fantásticos, jajajaja.
Creo que a partir de este año, voy a usarlos mínimo una vez por temporada.
¿Os animáis?
Espero que con este disfraz os haya animado un poquillo esta sosa temporada y que, leyéndolo y viendo el vídeo hayáis disfrutado la mitad que yo lo hice ese día.
Y como siempre os digo...