Lo primero disculpad la calidad de la foto de portada, es una foto de hace 31 años, pasada a digital hace 20 años por una cámara con poca calidad. Es el cursillo que en la temporada 1991-1992 recibí en Andorra. Si el de en medio justo cayéndome soy yo. El monitor claramente nos la lió aposta antes de la foto y quizás por eso se recuerde con más cariño.
Los inicios
Me gustaría volver a mis inicios, a los vuestros, a los de muchos amigos que he hecho en este foro y recordar esos momentos de nervios, de agotamiento, de sufrimiento, de dolor, de miedo e inseguridad y de ver esas pistas y decir: “¿podré yo bajar por ahí?” para dejar que el cerebro dijera “¡Ni de coña!” y el corazón decir: “VAAAAAAMOS con TODO!”
Si es una frase que se escucha mucho últimamente, pero que los que amamos la nieve y el esquí hemos tenido que de alguna u otra forma decir a lo largo de nuestra vida: ¿Por qué? Pues lo veremos en una serie de puntos que iré desvelando en el blog.
¿Cómo fueron mis inicios?
Yo tuve la suerte de que mis padres, que habían aprendido con 18 y 23 años, en cuanto cumplí 5 años me llevaron a esquiar. Ellos apenas llevaban 10 y 5 años esquiando por lo que tampoco eran expertos. Fuimos con unos tíos míos y mi prima, también de 5 años y eligieron Baqueira que por entonces no era lo que es hoy.
Me fueron regalando material y hubo que probárselo en el salón de los abuelos... la foto es tela!
Aprendíamos con profesor por la mañana y con ellos por las tardes. Recuerdo que había trozos de pista, la zona superior de Mirador y la pala de acceso al camino de Argulls que las hacíamos entre las piernas de lo empinado que estaban. Había siempre o casi bañeras, en esa época no se pisaba como hoy en día.
Obviamente el look, las pintas, el material, es lo que había en 1990. un mono 3 o 4 tallas más grande que pude usar hasta que tuve 10 años aprox. Pasábamos más tiempo en el suelo que esquiando, pero siendo niños de 5 años que esperábamos.
Tras años de viajes en navidades, cursillos (infinitos), en el colegio al que iba subía los domingos a Valdesquí, fuí mejorando y cogiéndole una adicción que mantengo hoy en día. En esa época inicial pasé de los mejores y de los peores momentos de mi vida. El 80% de mis inicios fueron en Valdesquí donde sufrí las peores ventiscas, largas horas de cafetería esperando a que llegaran las 15:30 para ir al autobús, pero también los mejores días, soleados, con nieve y poca gente. Algo que aprendí, la paciencia, tras las colas más largas a las que me he enfrentado, una hora, u hora y media de cola para subir 15 minutos para luego bajar en 5 minutos.
Pero fue la base de mi aprendizaje, sé esquiar en todo tipo de nieve gracias al famoso hielo de valdesquí, hielo duro como el acero. Ese hielo donde los cantos no agarraban han hecho que cuando uno luego sale a otras estaciones no le importe ya el hielo o la nieve dura.
Valdesquí es una estación a la que tengo un cariño especial, muchos habremos aprendido ahí. En Valdesquí (igual en más estaciones también pasa, pero yo hablo de la que conozco, jeje) puedes tener todas las estaciones, todas las nieves y todas las variables que quieras imaginar en el mismo día.
Empezar con ventisca, nieve dura, remontes helados, alguna zona fuera de pista o ventisquero con nieve polvo. Ir abriendo el día para luego ir transformando la nieve. Ese hielo duro, ese hielo irrompible va poco a poco dejando paso a una nieve esquiable y de repente…. pum media hora de nieve polvo, de una nieve al nivel de las mejores estaciones austriacas. Luego esa nieve sigue su transformación y acaba en nieve papa. Nieve papa fácil de esquiar, pero que acaba haciendo charcos ya en tu camino al autobús por la pista de la pradera y si creeis que exajero, seguro que 110%ski o alguno más podrán corroborarlo, jejeje.
El aprendizaje fue duro y blando por las caídas en nieve, fue frío pero caluroso por el cariño recibido, fue lento y rápido debido a la necesidad de adaptación al medio pero fue algo que debo agradecer y desde aquí dedico a mis padres, tíos, monitores variados a lo largo de más de 31 años de esquí y a esos compañeros de cursillo, con su paciencia, risas y consejos.
Dicho esto, me gustaría que en comentarios contarais un poco vuestros inicios. Si sale algo divertido de ahí podría hacer un post 2.0 con historietas divertidas de los foreros. Y ahora volvemos al punto de porqué si vamos a aprender debemos ir con todo!!!
Aprender a ESQUIAR es duro y va contra Natura - motivos:
1) Hace frío
La temperatura va en contra de la mayoría de los humanos. El frío no es lo que más guste a la gente. Sí te puedes poner más ropa, pero no nos engañemos la mayoría de la gente prefiere un bañador y la playa a la montaña y 3 capas.
2) El medio es hostil
La montaña no es el lugar más amable con el ser humano. Árboles, barrancos, piedras, altitud, mal tiempo, y podría seguir. Todas estas trabas invitarían a repensar la idea de aprender a esquiar.
3) Se necesita mucho equipamiento
No nos engañemos, para ir a esquiar necesitas muchas cosas. Esquís, botas, bastones, ropa térmica (si hace mucho frío), ropa de abrigo, guantes, casco, gafas, ….
Fotos ejemplo sacadas de Internet sobre una tienda, en la que yo por ejemplo deposito mi confianza, no se puede hacer publicidad en el foro y lo entiendo, pero si alguno tiene dudas de donde ir en Madrid que me pregunte... muchos la reconocereis!
Si no hay que comprarlo todo, pero para ir a la primera clase tienes que gestionar muchas cosas, que te las dejen, alquilar, comprar alguna… y además lo peor no sabes bien que necesitas, no es coger unas deportivas y salir a correr, no.
4) Hay que viajar o desplazarse
A no ser que vivas en un pueblo de la montaña con estación cercana, a casi todos los demás les implica viajar unos cuantos kms. Eso implica enfrentarse a conducir en condiciones que igual no nos son habituales, carreteras reviradas, meteorología potencialmente adversa, etc...
5) Se “necesita” o recomienda recibir clases
Puedes aprender tú solo, si es verdad, pero este deporte el salto cualitativo te lo da que tus inicios los guie un profesor experimentado. Él o ella intentarán hacerte la experiencia lo mejor posible. Conozco un par de casos en los que al no tener profesor o éste ser muy malo o dejado, el inicio se hizo insufrible y esa gente ya no esquía.
6) Es caro
Hay opciones de hacerlo más barato, pero no podemos negar que entre el viaje, alojamiento, comidas, equipamiento el deporte es carete. Así que si quieres aprender tendrás que invertir algo de dinero.
Tras tanta negatividad ¿a alguien le apetece aprender a esquiar? Pues sí y es por eso que para aprender hay que ir con todo!
En el siguiente post hablaré de porque a pesar de esos 6 puntos negativos que he contado hoy sigo pensando, muchos seguimos pensando que esquiar es lo mejor que hay.
Gracias por leer hasta aquí y lo dicho dejar en comentarios vuestros inicios, puedo recopilar de alguna forma esas historias y subirlas con vuestro permiso claro.
Quedan 171 días para el solsticio de invierno, 147 días para potencialmente esquiar en España y 22 sabados para ese momento! 22!!!!