Os voy a contar un pequeño cuento auto-biográfico....allá vamos:
En 1983, cuando yo tenía 3 años, mis padres decidieron iniciarme en este deporte que tanto nos apasiona a todos...el esquí.
Concretamente, y sin saber muy bien porqué, mi padre y yo, nos pusimos unos esquís por primera vez en Formiguères (Cerdanya Francesa). Y digo "mi padre y yo", porqué él empezó a esquiar el mismo día que yo...una situación un tanto surrealista la verdad.
A pesar de que "mi primera vez" fue en Formigueres, donde realmente aprendí a esquiar, fue en el Jardí de Neu de Grau-Roig (Grandvalira )...una zona que todavía ahora, cuando paso por allí, hace que se me pongan los pelos de punta.
Con gran esfuerzo, mis padres, cada 2-3 semanas, nos llevaban (a mi hermano pequeño y a mi) a pasar el fin de semana a Andorra.
Esa rutina, que nunca terminaré de agradecer a mis padres, duró bien bien 10 años...una década que sirvió para que toda mi familia, se enamorara del frío, la montaña, la nieve, y el esquí. Después de esos maravillosos años, ya inauguramos la etapa en la Cerdanya y bla bla bla...
Pues bien, en esa década Andorrana, la rutina de cada 2-3 semanas, incluía comprar todo el material de esquí en Andorra...por precio, si, pero también por oferta y por practicidad.
10 años comprando toooooooodo el material en Andorra sin ningún problema...perooooooooooo....sobre el 1992-93 sucedió algo terrible: mi padre y yo, compramos 2 pares de esquís (no diré marca) en una tienda de Andorra (no diré la tienda), unos para él, y otros para mi. Eran chulisimos....MENUDA ILUSIÓN.
Pero esos esquís, por lo que sea, salieron defectuosos...en la primera esquiada, las colas se empezaron a desencolar y esos esquís tan bonitos, se transformaron en una especie de objeto más propio de una clase de plástica de P2, que de una estación de esquí. UN DESASTRE MUY SERIO. Tanto mis esquís, como los de mi padre, de la misma marca, y comprados en la misma tienda, se abrieron como la mantequilla.
El asunto se complicó ya por la tarde, cuando después de esquiar, bajamos a la tienda a pedir explicaciones y que nos cambiaran los esquís o nos devolvieran el dinero. En la tienda (que sigue existiendo por cierto), nos dijeron que no podían hacer nada, que unos esquís usados no se podían cambiar....y nos espetaron un demoledor: "ALGO HABRÉIS HECHO".
Total, que con una decepción de mil demonios, mi padre se pasó las 2:30h de coche hasta Barcelona, maldiciendo al tendero y jurando que NUNCA MÁS COMPRARÍA NADA EN ANDORRA.
*hago un paréntesis para que podáis beber un poco de agua o ir al baño, y aprovecho para dejar claro que, durante 10 años nunca tuvimos una mala experiencia en ninguna tienda de Andorra, lo que nos pasó, fue pura mala suerte y pura mala educación de un individuo. Este cuento, no pretende "criticar" el comercio de Andorra, y mucho menos por una anécdota que sucedió en el año 1992.
Al volver a Barcelona, pasados unos días y con mi padre ya más relajado, nos dimos cuenta del GRAN PROBLEMA de todo esto...NO TENÍAMOS ESQUÍS...y mi padre se negaba a comprarlos en Andorra.
Y claro, como llevábamos 10 años comprando allí...no conocíamos ninguna tienda de confianza en Barcelona.
Por aquellos años, nosotros vivíamos en el barrio de Sants (Barcelona)...y un día, unos vecinos con los que teníamos mucha relación, escucharon la batallita de los famosos esquís defectuosos y le dijeron a mi padre: "Ai, pues mira, hace poco que han abierto una tienda de esquí en el barrio...nosotros ya somos clientes y el tipo que la lleva sabe un montón y se nota que le apasiona el esquí. La tienda se llama DAFFI, y el dueño se llama GERARD".
Y así, es como mi familia, gracias a un simple boca-oreja, entramos por primera vez en Daffi Barcelona...en la Carretera de Sants nº 324. Y desde ese día, hasta hoy...que DAFFI CELEBRA SU 30 ANIVERSARIO.
Los que solo conozcáis la actual tienda de Daffi (calle Paris 124 BCN), no podéis ni imaginar lo que era la primera tienda Daffi de Sants...
Esa tienda, con apenas fachada, se parecía más a un bazar turco, que a una tienda de esquí....la tienda era tan pequeña, y Gerard estaba tan obsesionado con el material, que los productos se amontonaban unos encima de los otros. Realmente, aquello era PURO CAOS....UNA DELICIOSA BACANAL DE ESQUÍS, BOTAS Y ROPA TÉCNICA.
Y para terminar de rematarlo, esa tienda también era una especie de "SITCOM FAMILIAR"...con las dos hijas de Gerard correteando por la tienda (Laia y Ariane), su hijo (Marc) haciendo apariciones espontáneas, y por supuesto, su mujer (Roser) intentando poner orden a todo ese caos. Sin duda, la rotonda de entrada a Baqueira, debería tener una estatua en honor a Roser...menuda paciencia.
La etapa de la tienda de Sants la recuerdo con nostalgia. Entrabas en Daffi, y era imposible que encontraras por tus propios medios lo que venías buscando...pero eso no era un problema, Gerard ya se encargaba de encontrarlo, explicártelo, vendértelo, y que te fueras de allí más pobre, PERO MUCHO MÁS FELIZ.
Pero esa tienda de barrio, ese caos de esquís y botas, a mis 12-13 años, me tenía HIPNOTIZADO....no la tienda en si, lo que me tenía totalmente HIPNOTIZADO, era su dueño, GERARD SOL.
Gerard era (y es) el capitán del barco DAFFI....siempre estaba allí dándolo todo. Pero de repente, a mediados de Febrero, ibas a la tienda, preguntabas por Gerard, y te decían: "ui no, Gerard no estará hasta la semana que viene...es que está esquiando en Utah". Y al año siguiente era Colorado, y al otro Jackson Hole , y al otro Chamonix , y al otro La Grave - La Meije , y así año tras año. Y yo, que todavía no era mayor de edad, siempre pensaba: "CUANDO SEA MAYOR, YO QUIERO HACER LO MISMO".
Y a partir de ahí, mi relación con Gerard y con Daffi, no paró de evolucionar....de cliente pesado a:
- trabajar en su stand del Nivalia (mítica feria de esquí en Barcelona).
- participar como probador en los tests de esquís de su revista.
- ayudando en el diseño de su actual tienda cuando aún era estudiante de arquitectura. (c/ Paris 124 BCN).
- crear y co-organizar las cenas del "Daffi Club Gourmet". (ojalá se pudiera volver a relanzar). (de una de esas cenas nació mi blog).
Y lo más importante, pasamos de tener una relación "CLIENTE-TENDERO", a una relación de AMISTAD.
Una relación que es muy difícil que pueda tener con mi frutero, mi carnicero o mi pescadero...un frutero te vende fruta, un carnicero te vende carne, un pescadero te vende pescado, pero DAFFI, TE VENDE PASIÓN.
Y eso es lo que un esquiador quiere comprar: PASIÓN!
Como siempre digo, mi vida como esquiador tiene dos padres:
1- MI PADRE y mi santa madre: ellos me introdujeron en esta apasionante afición...invirtieron mucho dinero en ello, y sobretodo, mucho tiempo. Sin ese esfuerzo, seguramente ahora estaríais leyendo "PADEL THE EAST", "GOLF THE EAST", FUTBOL THE EAST", o vete a saber que otra tontería.
2- GERARD SOL: él me enseñó a dar un paso más en esto del esquí...disfrutar del material, disfrutar del "fuera pistas", disfrutar de personas increíbles dentro del sector, entender que hay muchas formas de vivir el esquí y que más allá del Pirineo hay mucho esquí por descubrir, pero sobretodo, me enseñó que EL ESQUÍ ES PASIÓN. Y la verdad, intento aplicarlo tanto como puedo.
Nunca se sabe, pero es muy probable que sin la aparición de Gerard Sol, no habría esquiado en tantos sitios increíbles del mundo.
FELICES 30 AÑOS DAFFI, Y A SEGUIR VENDIENDO PASIÓN!
GRACIES PER TOT "ABUELO".
Para más info:
Tienda Daffi: https://daffi.com
Club NOMAD (extensión de Daffi en Baqueira Beret y mucho más): https://escuelanomad.com