Mi último buen recuerdo data del 31 de enero de 2020, nuestra última jornada de esquí en los Alpes. Después todo se fue a la mierda.
En Marzo el mundo saltó por los aires y a 24 horas de otro viaje a Saboya tuvimos que cancelar y escondernos en casa. Aún no lo sabíamos entonces, pero lo peor estaría por venir.
Hasta Agosto-Septiembre no llegamos a ver un poco la luz desde aquel profundo agujero... y aquellos maravillosos días en La Clusaz eran ya un recuerdo hermoso pero muy lejano borroso. Al menos estábamos mejor de salud, motivados y con ganas de esquiar. Y es que en Francia a finales del verano se respiraba un ambiente de tranquilidad. Todo eran buenos augurios. Viéndolo ahora en retrospectiva era solo un espejismo.
La realidad fue otra y en Noviembre llegó el golpe más doloroso. Sí antes estuvimos privados durante meses de salud y ahora lo estaríamos de libertad y del esquí. Fue psicológicamente duro. Necesitábamos hacer deporte como fuera para rehabilitar nuestros cuerpos y nuestras mentes, pero no nos lo iban a poner fácil. Hemos hecho lo que hemos podido, no nos hemos resignado, pero el esquí se ha echado mucho de menos. Y ha sido doloroso pasear frente a estaciones cerradas y llenas de nieve.
Aún recuerdo ver al pobre alcalde de La Clusaz hablando en la televisión pública francesa tras el anuncio en directo de Macron de confinarnos y de no permitir la apertura de estaciones. Y luego llegaría Castex dando por concluida una temporada en Francia que no había empezado. Toques de queda draconianos (6 de la tarde) y otras impertinencias (vease el asunto de las presiones a países donde sí se esquió)... mientras la gente en el país continuaba como podía con sus vidas. Aquí NUNCA se han tomado las cosas como en España... y nuestras dinámicas han sido otras, pese a las medidas adoptadas. Quizá por eso nunca llegamos a comprender del todo ciertas decisiones.
Hace unos días quiso la casualidad que en las Noticias de Nevasport se publicara la apertura de La Clusaz y hoy, también casualmente (o no) me apareció este vídeo en YouTube con imágenes de la televisión pública francesa hablando sobre el acontecimiento:
La apertura más corta de la historia del esquí francés seguro... pero al menos algunos afortunados no se han quedado a cero como nosotros.
Otros vídeos que he encontrado después:
Me ha hecho realmente feliz ver de nuevo gente esquiando en Balme.
Precisamente el último lugar donde nos movimos aquel 31 de marzo de 2020. Y precisamente el día después de recibir nuestra primera dosis de la vacuna y un par de semanas de ver de nuevo a nuestra familias en España, y conocer a algunas personitas nacidas durante estos meses terribles.
Tal vez de nuevo otra casualidad. Ojalá que sea un signo de que nuestra suerte está cambiando.
Joder, me hace sentir muy bien... me emociona de veras, me encanta ver sonreir a esa gente, a los esquiadores, a la gente de la estación y a los niños. Las imágenes me traen muy buenos recuerdos y muy buenas sensaciones. ¡Y qué bien ver, aunque sea de lejos, tanta nieve!
Quizás a finales de 2021 podamos por fin esquiar de nuevo. Así lo espero.
LCZ merci bien !
Este ha sido un artículo improvisado, fruto de mis ganas de compartir mi alegría tras tanta frustación. Espero que ha ti también te haga sentir bien.Tenemos unos largos días por delante para disfrutar de nuestras montañas. ¡Muy buena pretemporada de esquí este verano!
Gracias por tu atención
¡Nos vemos en las montañas... cualquiera de los 365 días del año!