Hablamos poco de las estaciones pequeñas, o dicho de otro modo, creo que hablamos poco de aquellas pequeñas joyas que siguen en marcha contra viento y marea, y que bien se merecen nuestro respeto, cariño y admiración. En el Pirineo encontramos varias, y una de ellas, es La Quillane.
La Quillane a primera hora de la mañana, con la nieve recién pisada y un ambiente perfecto
Copyright: Víctor Riverola i Morera para SkyMatt
La Quillane es el ejemplo perfecto de como mantener una estación de esquí abierta más de 50 años, con buenos resultados en general, y con una gran afluencia de público llegado desde el otro lado de la frontera. Si que es cierto que han tenido sus altibajos, como la mayoría, y también es cierto que la familia propietaria lleva años buscando comprador, pero ahí están, con Berengere al frente (tras el cierre de Puigmal lleva ya varios años al frente de La Quillane) y con un restaurante que está causando furor entre los amantes de la raclette y las carnes de alto nivel.
Bajando por la pista azul Charlotte, con el teleskí Mouscadou a mano izquierda.
Copyright: Víctor Riverola i Morera
Inmersos en una temporada espectacular, las estaciones de Les Neiges Catalanes están recibiendo a los primeros esquiadores que disfrutan de las vacaciones escolares francesas, (va por zonas), y en La Quillane, ya se preparan para recibir a miles de esquiadores que desean disfrutar de unos días de esquí en familia. Y es que las familias son las grandes consumidoras del esquí que ofrece La Quillane, con un forfait único a 24.50€, que se ha convertido en un auténtico imán para quienes están empezando a disfrutar del esquí.
Los esquís de Liken, también se deslizan con suma gracilidad por las pistas de La Quillane
Copyright: Víctor Riverola i Morera
Son varios los puntos fuertes de La Quillane. Nosotros destacamos 5, que sin lugar a dudas, se han convertido en activos muy importantes a la hora de fidelizar clientes.
1-Acceso fácil
A menos de 50 metros de la carretera tenemos el parking de La Quillane, tal y como podeis ver en la imagen aérea inferior. La carretera comarcal que conecta Montlluis y La Llagonne con Formigueres y Puyvalador, pasa por el Col de la Quillane (1.714m), donde muy cerca se encuentra la estación del mismo nombre. No hay que dar muchas vueltas para llegar, y si la carretera está limpia, en menos de 10 minutos llegamos desde Montlluis o Les Angles. A pocos metros encontramos el aeródromo de la Llagonne, donde podemos descubrir los vuelos en planeador sobrevolando el Capcir y la Alta Cerdanya.
La Quillane desde el aire, con el collado del mismo nombre al fondo y Les Angles a la izquierda
Copyright: Víctor Riverola i Morera
Solo falta que algún día asfalten la pista del aerodromo de La Llagonne-La Quillane y conviertan la zona en un pequeño hub regional de montaña, al más puro estilo alpino. Evidentemente más de uno se llevaría las manos a la cabeza, y tendríamos una polémica montada espectacular. Mejor no seguir con el tema...
2- Pocos remontes pero muy prácticos y pistas ideales para empezar a liarla
Dos teleskís, una cinta y 4 pistas (5 contando una conexión) y aire, no hay que darle más vueltas. Son más que suficientes para que los más pequeños (y los que no los son) aprendan a subir en un remonte y a bajar por pistas verdes y una azul, con el desnivel ideal y la longitud perfecta. Sin olvidar la visión panorámica sobre Les Angles y sobre el macizo del Cambre d´Aze que podemos disfrutar dede la llegada del teleskí Mouscadou.
3- Actividades paralelas
Conducción sobre nieve, inmersión en un lago helado, trineos con perros y vuelos panorámicos en helicóptero. Quien no quiera esquiar, va a disfrutar igual con todo lo que La Quillane ofrece a nivel de actividades complementarias o paralelas al esquí. Sin olvidar los vuelos en planeador, aprovechando que el aeródromo está justo delante.
El aeródromo de La Quillane-La Lagonne se encuentra justo al fondo de la imagen.
Copyright: Víctor Riverola i Morera
4- Precio imbatible
Ya me explicaran ustedes si es o no es un precio imbatible pagar 24,50€ por esquiar...hoy en día. En La Quillane el precio es único, aquí todo el mundo paga lo mismo. Es una gozada poder disfrutar de un día de esquí en familia sin arruinarte, disfrutando de la nieve perfectamente pisada y de las evoluciones de tus hijos, mientras te tomas un chuletón o una cerveza artesanal en la terraza, sin quitarle ojo a la prole.
Los dos teleskís de La Quillane, a primera hora del día, con una nieve impresionante y sol.
Copyright: Víctor Riverola i Morera
5- El restaurante
La Table de la Quillane se merecía un reportaje exclusivo, y hace poco lo compartimos con todos ustedes, queridos lectores. En este enlace lo podeis disfrutar.
El restaurante La Table de La Quillane con el edificio de servicios y el alquiler de esquís.
Copyright: Víctor Riverola i Morera para SkyMatt
El restaurante La Table de la Quillane es el establecimiento ideal para eliminar a los esquiadores amarguras y los agonias, (que los hay, y por desgracia, cada vez más). Tal y como hemos comentando, en muchas estaciones los hay que no soportan estar esperando a que quienes esquian peor que ellos acaben de bajar, o que aunque siendo padres, se aburren esquiando en familia (muy feo). En La Quillane todo está a mano, puedes controlar a la familia, tomarte algo con loa amigos mientras los que dominan menos se esfuerzan por no caer y si no esquias, puedes disfrutar igual de la nieve y la gastronomía de montaña sin tener que subir en ningún remonte.
La Table de la Quillane y el edificio de servicios, donde lo tenemos todo a mano.
Copyright: Víctor Riverola i Morera
La Quillane es la estación ideal para disfrutar de la nieve en familia o con amigos, aprendiendo fácilmente gracias a la orografía de la estación y a los magníficos profesionales de la Escuela Francesa de Esquí.
