La estación de esquí de la Quillane se encuentra situada a pocos metros del Col de la Quillane, a 1.716m de altitud, justo en el límite del Conflent y el Capcir. Actualmente es uno de los máximos exponentes en lo que a pequeñas estaciones familiares se refiere. Junto al esquí, la Quillane nos ofrece varios valores añadidos a nivel de actividades y hostelera.
Junto al esquí y el snowboard, destacan los vuelos en helicóptero, la inmersión bajo un lago helado o la conducción de coches sobre hielo y nieve. También existe la opción de practicar el esquí nocturno.
A nivel de restauración, el restaurante de la Quillane es realemente excelente, contando este año con nuevo responsable de explotación (el propietario de la Bibiche y el Eden de Les Angles). Este año la Quillane modifica el calendario de apertura; estará operativa los fines de semana y todos los días de las vacaciones escolares. Fuera de estos períodos, se podrá alquilar la estación para eventos particulares.
La estación se inauguró durante la temporada 1971-1972, siendo su fundador Laurent Balaguer. El primer año se instaló un primer telesquí y un año después ya se añadía un segundo remonte, también un telesquí. Desde entonces ha continuado mejorando en servicios, equipamientos y actividades llegando hasta el presente, 50 años después. Puede que sea una de las estaciones más pequeñas del Pirineo, per ha sido y es la escuela de esquí de miles y miles de pequeños (y no tan pequeños) esquiadores, que año tras año se deslizan por sus pistas.
En enero, se realizará una celebración especial a la que seguro que no faltaremos.