Aquellos chalados con sus locos cacharros... No, no estamos hablando de la magnífica película de Ken Annakin de 1965, donde un grupo de aguerridos pilotos competían por llegar los primeros volando de Londres a Paris…
Estamos hablando de un grupo de seres humanos que durante la revolución industrial, diseñaron e idearon proyectos realmente atrevidos,que buscaban conquistar las alturas utilizando el vapor y la electricidad de un modo único. Algunos proyectos lograron ser llevados a cabo, otros se quedaron en tan solo una idea, y otros, se llevaron a cabo a medias...
A finales del siglo XIX se inició en los Alpes una carrera un tanto surrealista, con el objetivo de comprobar quien sería el primero en lograr colocar un tren cremallera, teleférico o funicular en una cumbre mítica.
En el Mont Blanc (Francia) y el Matterhorn y la Jungfrau (Suiza) compitieron durante un tiempo, elaborando proyectos que a primera vista podrían parecer descabellados, pero que gracias a la creatividad de los ingenieros, la capacidad de resiliencia e incluso, la explotación de los trabajadores, pudieron ser iniciados.
- En el Mont Blanc se planeó llevar un cremallera hasta la misma cumbre, o muy cerca, superando los 4.500.
- En el Matterhorn se ideó una combinación que incluía continuar el trazado del tren cremallera que llegaba a Zermatt hasta Schwarzsee, y a través de una red de túneles y una especie de funicular/ascensor, llegar hasta la misma cumbre del Matterhorn.
- En el Berner Oberland se proyectó un cremallera que a través de un túnel atravesara el Eiger y el Mönch, superando el Jungfraujoch hasta llegar a la misma cumbre de la Jungfrau, ascensor incluido.
Ya sea por fortuna, debido a los altos costes, al tipo de roca que se encontraban al perforar o al estallido de la Primera Guerra Mundial, ninguno de los tres proyectos logró llevarse a cabo en su totalidad, llegando hasta el presente con todas las líneas en funcionamiento, alcanzando altitudes para nada despreciables.
En el caso del Mont Blanc, los trabajos en la línea para subir un tren desde Saint Gervais a la Aiguille du Gouter, el refugio Vallot y la misma cumbre, se iniciaron entre 1905 y 1906. El nombre de tranvia (Tramway du Mont Blanc) ha permanecido vigente hasta hoy en día, debido en parte a sus orígenes al conectar La Fayet con Saint-Gervais.
El trazado inicial, subía progresivamente desde Saint-Gervais al Col de Voza, pasando por el Col Lachat hasta enfilar la cresta de Rognes, contando con dos túneles. Justo a la salida del segundo tunel se ideó la estación del Nid d´Aigle (nido del águila) a 2.372m y desde ese punto, la línea seguía subiendo a través de un túnel helicoidal (circular/caracol) llegando hasta el refugio de Tête Rousse (3.167m), para seguir avanzando a través de cinco túneles hasta llegar a la Aiguille du Goûter (3.817m), desde donde se iniciaría la trepada final hasta el Mont Blanc (4.808m), llegando el túnel justo debajo de la cumbre.
En 1909 se inauguró el tramo de línea hasta el Col de Voza y en 1911 el tren del Mont Blanc llegó al Col Lachat (2.077m). En 1912 se perforó el primer túnel y en 1913 se inauguró la estación del Nid d´Aigle (2.372m), llegando a 500m del glaciar de Bionnassay.
Las condiciones climáticas a tamaña altitud y el coste de la obra empezaron a dificultar el avance de las obras. A mediados de agosto de 1914 se había previsto la visita del presidente de la República, Raymonde Poincaré, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial y la movilización general del 2 de agosto, interrumpió el avance del proyecto, cancelando la visita del presidente.
Durante la primavera de 1914 se había preparado una buena parte del trazado que subía hacia el refugio de Tête Rousse, sin llegar a colocar las vías. Tras la contienda, el proyecto se canceló y se decidió dejar la estación del Nid d´Aigle tal y como estaba, con la vía cortada justo antes de iniciar la subida por una pendiente de piedra.
Actualmente, la línea termina antes de llegar al refugio del Nid d´Aigle, y aunque existe un plan para alargar la vía unos metros, de momento el tranvía del Mont Blanc acaba su trayecto a 2.372m, tal y como podeis ver en la siguiente imagen.
El tren cremallera, de tipo Strub, tiene tres unidades bautizadas con los nombres de Marie, Jeanne y Anne, las hijas del propietario de la línea. Fue a partir de 1924 cuando la línea inicia un éxito ascendente espectacular, coincidiendo con la celebración de los JJOO de invierno en Chamonix.
Por aquellas fechas se inauguró el Grand Hotel del Col de Voza y la línea duplicó el número de pasajeros llegando a los 20.000. Actualmente se superan los 200.000 cada año, siendo uno de los trenes de montaña más valorados por los visitantes, esquiadores y alpinistas a nivel mundial.
Recientemente se ha presentado el diseño de los nuevos trenes que cubrirán la linea, siendo necesario modernizar las unidades.
Si observarmos la historia de la construcción del ferrocarril cremallera del Nido del Águila, con la perspectiva que nos aporta el paso del tiempo, observaremos que la idea de subir un tren por un túnel hasta una cumbre podía parecer descabellada, pero en Suiza por aquel entonces se estaba llevando a cabo una idea similar, perforando el interior del Eiger y el Mönch con la intención de llegar hasta la cumbre de la Jungfrau, a más de 4.100m.
Continuará...
