Tras un año realmente horrible para nuestro sector, el turismo de montaña y el esquí buscan recuperarse del durísimo golpe sufrido, no solo a nivel económico, sino también a nivel emocional. Ahora más que nunca debemos motivar y motivarnos, esperando que poco a poco todas las estaciones de esquí puedan abrir sus instalaciones. Tal y como le dice Rocky Balboa a su hijo Robert: - El mundo no es todo alegría y color, es un lugar terrible y por muy duro que seas, es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido a golpes si tu no se lo impides. Ni tu ni yo ni nadie golpea mas fuerte que la vida. Si la vida te golpea, tienes que levantarte y seguir avanzando. – Así pues, no queda otra salida que seguir hacia adelante mirando hacia el futuro con esperanza.

Regresar a Morzine (Francia), me transmite la misma sensación que cuando regreso a Les Angles, Chamonix, Zermatt, Lauterbrunnen, el Aletsch Arena, Garmish Partenkirchen o varias zonas de Noruega…me siento como en casa. En Morzine no me canso a la hora de descubrir emociones y sensaciones nuevas. Poder alquilar un pequeño chalet o un apartamento durante unos días al año es algo que en casa siempre nos ha aportado grandes dosis de vida, sintiéndonos en el corazón de un universo maravilloso. Espero poder volver a esquiar por sus pistas en breve, esta temporada con una ilusión y unas ganas fuera de lo común. En Francia se está trabajando para poder abrir lo antes posible, siempre y cuando las autoridades lo permitan, siguiendo unos protocolos anti-civid muy estrictos.

Con la intención de ofrecer una visión panorámica de la estación y de su espectacular área de influencia, es mi deseo comentar varios detalles para quienes nunca han viajado hasta la zona. Actualmente, la forma mas rápida de llegar a Morzine desde nuestro país es viajando en avión hasta Ginebra y una vez allí, alquilar un coche o tomar el autobús. Ginebra y Morzine están conectadas por autobús (62km). En invierno algunos parten directamente desde el aeropuerto y otros desde la estación de tren, siendo necesario realizar el viaje de 7 minutos en tren desde el aeropuerto al centro de la ciudad. Cualquier tren que salga desde el aeropuerto tiene parada en la estación de Ginebra-Cointrin.

Desde Madrid podemos volar a Ginebra en unas dos horas y desde Barcelona en una hora y veinte. Nosotros hemos volado con Easy Jet, Vueling y con Swiss, siendo esta última la que nos ofrece mayores ventajas a la hora de facturar todo el equipo de esquí. Desde Ginebra, llegaremos hasta Cluses siguiendo la A40, subiendo a continuación hacia el N directos hasta Les Gets y Morzine por la carretera D902. También podemos llegar hasta Thonon, a través de la carretera N5 que bordea la orilla sur del lago Leman y subir hacia el S por la D902 hasta Morzine. Esta temporada se cumplen siete años de la puesta en marcha de los modernos TGV de la SNCF que cooperan con Renfe. Podemos viajar en tren desde Madrid Barcelona hasta Lyon, cambiando de tren para llegar a Ginebra o incluso hasta Cluses, donde llegan los TGV de Paris.

Desde 1934, Morzine ofrece mucho mas que esquí, siendo una de las poblaciones más bucólicas y entrañables de los Alpes. La población y su estación de esquí se encuentran integradas dentro del dominio esquiable de Portes de Soleil (Francia-Suiza) siendo Morzine uno de los centros neurálgicos de dicho dominio. La estación conecta con Avoriaz, Châtel y la parte suiza (dirección este) y con Les Gets hacia el oeste. Situada a 1.020 metros, es junto con Chamonix, una de las estaciones con la cota inferior situada a menor altitud de los Alpes franceses.

Morzine ha sido y sigue siendo una de las mejores estaciones de esquí del mundo, manteniendo durante décadas un elevado nivel de calidad y una política de respeto por el entorno y el medio ambiente realmente encomiable. Son muchos los factores que influyen a la hora de mantener un nivel de calidad tan alto, creo que lo más importante es la excelente labor que realiza el equipo humano y técnico que día a día se esfuerza para que todas las piezas del puzzle encajen, creando una magia muy especial.

Cuando bajas desde Ginebra hacia el área de Morzine-Avoriaz, te vas dando cuenta de que el entorno juega un papel fundamental para que dicha magia funcione. Estamos hablando de una fusión perfecta entre esquí, tradición, respeto por las tradiciones y tecnología. La unión con Avoriaz les ha permitido llegar mas lejos, ofrecer muchas pistas y excelentes remontes. Ahora más que nunca y a la espera de lo que decidan las autoridades francesas, será necesario mantener la distancia en las pistas y en los remontes mecánicos, siendo las estaciones con pistas ámplias y grandes espacios las que se verán más beneficiadas a la hora de absorber un elevado volumen de esquiadores. Los tiempos cambian y el nivel de exigencia de los clientes también ha evolucionado, ahora buscamos nuevas emociones, pasar tiempo en la montaña experimentando sensaciones que nos llenen...

En Morzine tendremos dos opciones a la hora de escoger donde esquiamos, una a cada lado de la población, lo que multiplica las posibilidades de esquí. Es importante mencionar que los dos espacios no están conectados, hay que caminar unos 10 minutos para llegar de un lado al otro del pueblo por calles peatonales y solo cruzando un par de calles con tráfico rodado. También hay la posibilidad de coger un simpático tren urbano que nos llevará de un lado a otro cómodamente sin andar.

Si dormimos en Morzine estaremos ubicados justo en el corazón de un magnífico dominio esquiable que nos ofrece 48 remontes y 69 pistas (9 negras, 28 rojas, 29 azules, 3 verdes). La mayoría de remontes son modernos, rápidos y muy prácticos, permitiéndonos disfrutar de la estación sin colas (ahora más que nunca es vital). Si todavía queremos más y no nos conformamos con 48 remontes y 69 pistas, podemos subir hasta la moderna Avoriaz en coche, bus o con los remontes a través de Super Morzine, añadiendo al listado 34 remontes y 49 pistas (6 negras, 14 rojas, 25 azules, 4 verdes). La conexión con Avoriaz nos permite descubrir un pequeño universo de pistas verdes y azules perfectas para esquiar en familia.

Desde Avoriaz podemos subir hasta Chavanette o con el telesilla del Col du Fornet hasta la frontera con Suiza (recordar que es un dominio transfronterizo), disfrutando de cinco pistas rojas y tres azules espectaculares, mas un itinerario fuera pistas muy potente. Desde Avoriaz también podemos bajar hasta Les Brochaux y conectar con Suiza a través del telesilla Mossetes France, que sube hasta la punta de Mossettes (2.277m), bajando hasta Les Crosets (Suiza), a 1.600m y Champéry. Desde Suiza podemos regresar a Francia con el telesilla Mossettes Suisse, que conecta con Avoriaz.

Como podeis ver, estamos hablando de una de las áreas de esquí más completas del planeta, ofreciendo un abanico imenso de posibilidades. ¡Ah! y a nivel de gastronomía Morzine ofrece una oferta muy cuidada, apta para todos los gustos. Los quesos, las verduras, la carne y las sopas son excelentes, sin olvidar unos vinos y cervezas sensaciones. Ahora solo nos queda esperar a que las autoridades permitan abrir los remontes y que las medidas anti-covid faciliten realizar nuestro deporte favorito con garantías de seguridad y calidad.