Durante seis décadas, se ha especulado con todo tipo de hipótesis, desde una abducción alienígena fallida hasta pruebas nucleares secretas ocultadas por el KGB, pasando por la locura transitoria producida por la hipotermia, experimentos genéticos, viajes en el tiempo y portales a otra dimensión. En 2013 se rodó una película sobre el incidente, dirigida por Renny Harlin (Máximo Riesgo, La Jungla de Cristal 2) donde se especulaba con una de las teorías mas escuchadas, la de los experimentos secretos en materia de energía y saltos dimensionales. También se han escrito varios libros sobre el caso y multitud de artículos y reportajes en profundidad sobre el Expediente X ruso mas famoso de la segunda mitad del siglo XX.
El incidente tuvo lugar en la cordillera de los Urales, en el corazón de la antigua URSS a finales de febrero de 1959, cuando nueve excursionistas rusos guiados por Igor Dyatlov (todos ellos buenos esquiadores), decidieron plantar sus tiendas y pasar la noche en una zona que los lugareños conocen como la Montaña de la Muerte. Nunca se les volvió a ver vivos. Sus cuerpos fueron hallados semanas después fuera de las tiendas, mal vestidos, con heridas profundas y separados los unos de los otros. Las primeras investigaciones llevadas a cabo sobre el terreno determinaron que los excursionistas habían perdido la vida debido a los fuertes golpes que habían recibido, unido a una severa la hipotermia. Hay que tener en cuenta que a una de las dos jóvenes del grupo le faltaba la lengua y en general, toda la ropa de abrigo se encontraba desgarrada, mostrando en algunos casos elevadas dosis de radioactividad.
Hace una semana, la fiscalía rusa encargada de la región de Sverdlovsk reabrió el caso causando un importante revuelo mediático no solo en Rusia, sino en media Europa. Alexander Kurennoi, portavoz de la Fiscalía General, informó que - la investigación penal se ha cerrado, excluyéndose cualquier posibilidad de rastro criminal -, según recoge la agencia rusa Tass. No obstante, la investigación para determinar qué sucedió aquella noche en las tiendas de campaña vuelve a abrirse, con la intención de intentar esclarecer los hechos de una vez por todas con la tecnología y la metodología de hoy en día. A nivel oficial, el expediente se cerró a finales de junio de 1959, aceptando la teoría de la fuerza elemental irresistible. Es evidente que la explicación no contentó a casi nadie; ni la prensa, ni compañeros alpinistas, esquiadores, aventureros, ni los propios familiares aceptaron el resultado de las investigaciones realizadas, y no pararon hasta que se ha logrado reabrir el caso. Alexander Kurennoi ha comentado que se ha decidido poner en marcha la investigación de nuevo para evitar que en el futuro pueda suceder algo similar, ya que desde hace unos años, el punto geográfico conocido como Paso Dyatlov es un lugar de acceso público. - Si nuestros expertos de la región de Sverdlovsk con la ayuda de científicos y otros profesionales no establecen qué fenómenos naturales provocaron la muerte del grupo de Dyatlov, entonces una tragedia similar podría volver a ocurrir algún día -… señaló.
A raíz de dichas declaraciones, muchos periodistas se han formulado varias preguntas en Rusia: ¿por qué ahora?, ¿qué científicos y otros profesionales van a realizar la nueva investigación?, ¿ha pasado algo en la zona que debamos saber?, ¿hasta que punto la zona no es segura?. Una vez mas, los Urales vuelven a convertirse en el foco de atención por un misterio que sucedió hace 60 años. A principios de febrero, el portavoz de la Fiscalía de la región de Sverdlovsk, Andrei Kuryakov, recibió a la prensa en Ekaterimburgo para presentar todos los archivos que se conservan del caso Dyatlov. Si se analiza con detalle el expediente, se observará que en existen muchas lagunas, destacando el detalle de las fechas en las que fueron encontrados los cadáveres, con varias semanas de diferencia y en muy mal estado, complicando la labor de forenses e investigadores, que no llegaron a determinar con exactitud la causa de la muerte. Por aquel entonces, dieron carpetazo al asunto afirmando que una misteriosa fuerza elemental irresistible se había convertido en el catalizador que llevó a la muerte a los montañeros. Las autoridades soviéticas cerraron el paso y se prohibió el acceso a la región a montañeros, esquiadores y demás visitantes durante un periodo de tres años.
Para añadir mas leña al fuego, es importante mencionar que los archivos del caso solo estuvieron disponibles para su consulta a partir de la década de los años noventa del pasado siglo XX, tras el mandato de Mikhail Gorbachev y el colapso de la URSS. Por aquel entonces se mostraron incompletos, provocando la ira de familiares y de los investigadores que se habían lanzado a seguir el caso. Hasta la fecha, las imágenes obtenidas por las cámaras fotográficas que llevaban los fallecidos y las anotaciones en los diarios encontrados en sus mochilas han permitido reconstruir una buena parte de lo acontecido. Según el relato oficial, a finales de enero de 1959 un grupo de nueve estudiantes y graduados del Instituto Politécnico de los Urales (la Universidad Técnica de Ekaterimburgo en la actualidad) y el guía Igor Dyatlov, iniciaron una excursión con esquís por las cumbres del Jolat Siajl, un macizo conocido por los Mansi, (la etnia que habitaba la región) como la Montaña de la Muerte o la montaña de los Muertos.
A media ascensión, un miembro del grupo anunció su regreso debido a varias molestias; el resto del grupo siguió avanzando, montando sus tiendas la noche del 1 al 2 de febrero a unos 10km del objetivo previsto en sus mapas. Al cabo de unos días, al observar que no regresaban dentro del margen de tiempo previsto, sus familiares iniciaron la búsqueda. Los equipos de rescate encontraron los cadáveres de cinco de ellos a finales del mes de febrero a unos 500 metros de una de las tiendas de campaña. Los restos mortales de los cuatro restantes fueron encontrados en mayo. A nivel de detalles, se anotó que la tienda más grande estaba rasgada desde dentro, que la mayoría de montañeros se encontraban a medio vestir, (muchos sin calzado) y otros con ropas que no eran suyas. Muchos familiares pensaron que algo les había asustado de una forma terrible por la noche, saliendo precipitadamente sin prestar atención a la ropa y al calzado técnico. La noticia del incidente corrió como la pólvora y a la región empezaron a llegar investigadores independientes con ganas de investigar el caso Dyatlov.
Fueron muchos quienes sospecharon de los Mansi, el grupo étnico que habitaba en el Jolat Siajl y en varias montañas de la región, aunque, tal y como quedó demostrado, el punto exacto donde fueron hallados los cadáveres se encontraba bastante lejos de la zona considerada sagrada por los lugareños. No tardaron en llegar nuevas teorías, como la que culpaba a varios prisioneros fugados de un centro penitenciario cercano, aunque según los datos consultados, durante aquellas fechas no se registró fuga alguna en los centros penitenciarios de la región ni en los campos de trabajo.
El único superviviente del incidente, Yuri Yudin falleció en 2013. A lo largo de su vida siempre declaró públicamente que vivió con un grave trauma durante muchos años, preguntándose que sucedió aquella noche. Ahora, 60 años después, el caso Dyatlov vuelve a abrirse, con la esperanza de encontrar nuevas respuestas y formular nuevas preguntas…
Víctor Riverola i Morera
