Jose entró en bar donde solían quedar todos...
- ¡¡Hola Pepe!! ¿Que ta tio? ¿Cómo fue ayer?
- Pilla una birra y te lo explico..
- ¡Hecho!
Jose se sentó junto a Pepe dispuesto a escuchar de primera mano un día épico en el que a pesar del nevadón caído la noche anterior, él no pudo ir por curro...
- ¡Venga, dale! ¡aunque me duela!- animó Jose
- A las ocho y media los primeros en la silla, fuimos al final Juan, Pablo y yo. Te lo perdiste.
- Calla, calla... ¡sigue!
"Pues la previ falló y no cayeron veinte centímetros. Eran treinta y cinco o cuarenta sin viento. Éramos solo unos cuantos, pues la carretera no estaba limpia y la gente no podía subir. Diez puntos a nuestro favor.
La noche anterior le pedí a Carlos que me dejara conectar a la emisora. Al principio le dio un poco de palo, pero cuando le dije y juré que hasta que no oyera que el couloir estuviera limpio no iríamos allí, se calmó un poco y me dio el ok. Se trataba de llegar a la silla seis antes de que abrieran, llegar los primeros sin público, aun teniendo que esperar.
La mañana empezó súper bien. Esquiamos un par de bajadas brutales en la dos, aun nevando y sin prácticamente nadie en la segunda bajada. La carretera debía seguir mal.
Luego nos fuimos a petar la cuatro y logramos estar bastante solos durante tres bajadas. A la cuarta nos piramos hacia la cabina para ir acercándonos a la seis, pues por la emisora ya intuía que quedaba poco para que la petaran y pudiéramos ir.
En la cabina fue brutal... bueno ya sabes, lo ancho de la pista daba para muchas lineas nuevas y ya molaba podernos secar un poco en las subidas. Hicimos tres bajadones. Justo cuando empezamos a subir la cuarta, por la emisora llegó la dulce noticia... la seis estaba liberada de cualquier acumulación que pudiera caer. Suerte que en la cabina estábamos solos y nadie oyó la conversación de los dinamiteros. Le envié rápidamente un whatsap a Carlos y me contestó que todo ok.
Cuando llegamos arriba casi ya no nevaba. Arriba de la cabina avisé a David que iríamos a la derecha, hacia la seis, pero que teníamos el ok de Carlos. Dijo que ok, pero él aun no podía quitar el cordino. No problem. ¡Por debajo chicos!
Todo feten. La bajada a la seis fue espectacular. ¡Las nubes de nieve virgen nos envolvían y nos hudiamos hasta la cintura! Costaba ver bien y alguna vez hasta respirar, pero fue una bajada brutal... la mejor hasta el momento. Se notaba que era la cara norte, había mas nieve.
En la seis estaba Alex de remontero, quien ya se había enterado por un watsap de Carlos que apareceríamos por ahí... unas risas después, Alex nos dio paso a la silla y empezamos a subir los tres. Estaba seguro que David nos haría un regalito aun, como así fue... El cabrón de David mantuvo cerrado el acceso a la seis más de veinte minutos. ¡Un crack!, pues nos dio un margen de dos bajadas sin gente.
Ya te puedes imaginar el resto del día. Las bajadas en la seis fueron como en pocas ocasiones y además, como había tanta nieve por todos lados, al final no llegó ahí casi nadie y la tuvimos enterita para nosotros hasta el cierre.
Siento que te lo perdieras tío... fue épico."
- Ostras, si... ¿Y lo mejor de todo?- pregunto Pepe embobado
- ¡La ducha que me di después!
- Jajajajajajaja, ¿Otra cerveza?
- ¡Si, claro!