Entraron en la tienda... se trataba de comprar unos esquís chollo ultra rebajados ahora a finales de abril para acabar la temporada y empezar la siguiente con material nuevo.
Ambos fueron al al mostrador de las ofertas donde, por culpa de falta de nieve de este año, se habían adelantado mucho las rebajas y tenían un stock mucho más amplio de lo habitual en esas fechas y con unas rebajas muy apetecibles.
Pepe dio un rápido repaso a los esquís expuestos y después de una rápida mirada se fijo en un par... colores muy bonitos, de una marca conocida y cuando vio el precio los cogió con rapidez y dijo:
-Estos son los mios.
Juan lo miró con preocupación... él seguía dando vueltas en el expositor... miraba y miraba...
Llegó un vendedor...
- ¿Os puedo ayudar?
- Para mi no hace falta. Ya tengo lo que quiero. A ver mi amigo - contestó Pepe
- ¿En que te puedo ayudar?
-Bueno... estoy buscando unos esquís para la próxima temporada, pero aun no tengo claro cuales... Si acaso te aviso - le dijo Juan
- Ok. ahí estaré.
El cerebro de Juan estaba apunto de explotar. Los colores le decían poco. Estaba centrado en analizar cada par, lo que le podría ir bien. En su cabeza solo habían cotas y situaciones. ¿Me servirán estos para donde esquío? ¿Irán bien? y si hay dos centímetros de diferencia, ¿Cómo afecta al comportamiento? ¿Por qué una medida no da el mismo radio de giro que otra? Pero, por qué en esta marca si que se logra? ¿Cómo se siente con esquís anchos? ¿Son mejores los estrechos?
Mientras, Pepe se entretenía en dar la chapa al pobre vendedor quien tampoco tenía nada mejor que hacer. Ambos miraban de vez en cuando a Juan que seguía delante del expositor, dado pasitos a la derecha y a la izquierda y de vez en cuando cogía un par, lo miraba un poco y lo volvían a dejar.
- ¿Quieres que ayude a tu amigo?
- No, déjale. Es imposible. Tardará aun un buen rato en escoger.
- ¡Ah! vale.
En ese momento, entró Jose en la tienda y viendo a Pepe dijo expansivamente
- ¡Hey cabrones! ¿Que hacéis?
- Aprovechando las rebajas de final de temporada. Yo me pillo estos, pero Juan como siempre, se lo tiene que mirar todo veintitrés veces antes de decidirse. Me pone de los nervios.
Entonces Jose, que era el tranquilo del grupo, comentó:
- Paciencia tío, cada cual tiene su manera de hacer las cosas, seguro que al final acertará...
Justo en ese momento, Juan se giró y le preguntó a Pepe
- ¿Puedes venir un momento? Tengo una duda: Estos tienen unas cotas de tal tal y tal que me gustan, pero son un poco cortos, en cambio aquellos me encajan mejor por longitud pero son un poco más estrechos. ¿Tú qué harías?
- ¿Cuales te parecen más bonitos? - Le preguntó Pepe
- Los rojos...
- Pues pilla esos- aseveró Pepe.
- Eeei, vale, ¿así de fácil?
- Así de fácil - replicó Pepe con una sonrisa.
- Vale tío, mil gracias - contestó Juan agradecido. - A veces me viene bien desbloquearme... Por cierto, como me los he mirado todos, he visto que los esquís que tu has escogido están también allí al fondo, pero de la próxima temporada y al mismo precio.
- ¡Hostia es verdad! ¡Graciaaaaaas! - dijo corriendo hacia donde estaban y cogiéndolos amorosamente.
Esa noche cayó una nevada de esas tremendas de abril y al día siguiente Pepe Juan y Jose se pegaron una esquiada brutal en setenta centímetros de powder y con esquís esquís nuevos.
Friki says... Cuando entres en la cabina de veinte, tus esquís deben ser los más bonitos de todos.... si hay algún par que te guste más que los que llevas en la mano, es que la has cagado en la compra... Piénsalo bien antes de comprar.
Dedicado a mi amigo Phillipe C, quien siempre logra enderezar mi rumbo después de mis errores...