Lo reconozco. Soy un poco friki. Si el invierno se va, busco la manera de seguir esquiando en verano. El verano es demasiado largo para pasarlo sin esquiar.
He encontrado el nirvana de la nieve en verano. Se llama Grand Mountain. Su acceso es fácil y empezar a bajar es solo cuestión de darse impulso con los palos y enfilar hacia abajo.
La nieve está fría, bien pisada y sin hielo alguno. Las pistas son bastante anchas, pues la nieve es toda natural y existen muchas variantes, lo que te permite girar como nunca antes habías soñado. El agarre es espectacular y el radio de tus giros solo depende de ti, de nada más. El material no es excusa, pero sobre todo, no hay gente... es como si en verano, nadie quisiera esquiar.
Hay pistas para todo los niveles, si bien el acceso a las rojas o negras está algo restringido, solo a los mejores. Remontes rápidos sin apenas cola… ¿que más se puede pedir? Hay poca gente y curiosamente hay mas cuervos volando que esquiadores y de vez en cuando algún animal cruza por la pista, pero es simplemente, el paraíso perfecto.
La estación pone a tu disposicion varios slaloms de diferentes niveles por si tienes la vena "pasapa" y de vez en cuando puedes intentar emular a Marcel Hirscher o a Michaela Shiffrin y si no te salen los tiempos, volverlo a intentar de nuevo.
Pero lo mas alucinante de Grand Mountain son los fuera pista… la estación está llena de ellos. Desde la misma estación te animan a probarlos y a petar cuanta nieve virgen más, mejor.
Los fuera pista, de muy fácil acceso, están con nieve hasta las rodillas, pero es tan fría que no te perjudica para nada la velocidad. La topografía de los fuera pistas es espectacular y parece que los hayan puesto ahí habiéndote consultado antes. Da igual si estás en la cara sur o la norte, la nieve se mantiene perfecta y lo único con lo que debes tener cuidado es cuando esquías en la cara norte, donde puede bajar un alud fácilmente. Por lo demás, esquiar, esquiar, esquiar hasta agotarte. Hasta ahora no he entrado en ninguno de sus excelentes bares, para no perder ni un solo minuto.
En cada subida, desde el telecabina puedes ver tus trazas y buscar una nueva línea para la siguiente bajada. No hay mas límite que tu mismo en Grand Mountain.
Eso si, llega con tiempo y fuerzas. Mi límite son los veinte minutos de ida y los veinte de vuelta en el tren al trabajo cada día de la semana. La mejor app de esquí que he encontrado hasta ahora.