El mayor desembolso de una
estación de esquí, son los remontes, y el mantenimiento no menos laborioso e importante. De ahí depende nuestra seguridad. En esta ocasión, en
Astún, están haciendo el mantenimiento en el remonte de
Truchas. Abajo,
Pedro (de mantenimiento),
"están en la pilona 11", para allá voy, casi más de tres partes del recorrido total del remonte, bueno, media hora de “tira para arriba”.

Una vez allí,
Carlos,
Paco y
Alfonso (gracias por la amabilidad) arriba de la
pilona 11. tenian lo que es el cable
despoleado, levantado por una polea manual. Lo que es el
balancín totalmente libre para poder revisar minuciosamente cualquier pieza para reemplazarla por una nueva.
Revisan todas y cada una de las partes que componen la
pilona, la
ménsula, el
balancín, la
silleta, el
pasamano y no tienen ningún tipo de miramientos, a la mínima duda, cambian la pieza por "cara que le pueda resultar a la estación".

Después, en el taller ya se mirará si tiene arreglo o se tira directamente. Las
ruedas de línea que van cogidas al pasamano, que éste puede ser de dos o más ruedas, en éste caso de 2 y de 4, las van haciendo rodar, al mínimo ruido o juego que tenga la
rueda de línea sin contemplaciones, esa rueda fuera. En esta pilona, se han cambiado 5 ruedas de 24 que tiene.
La duración del mantenimiento del remonte se concluirá en unos
15 días. El telesilla de Truchas es el primero al que se le hace la revisión, puesto que dentro de unos días se pondrá en funcionamiento para la
temporada de verano. Una vez finalice dicha temporada, se volverá a hacer lo mismo que se está haciendo ahora. Si este remonte son
15 días como hemos dicho antes, el de
Cima Raca es un mes, esta temporada, también cambian el cable en la de
Pastores, eso si que les tiene que llevar tiempo.

Los operarios trabajan asegurados con arneses y sujetos a la misma pilona para evitar accidentes graves. Para hacer más cómodo el trabajo en lugar de una silla, lo que han puesto es una especie de montacargas y es donde llevan las piezas de recambio y donde bajan las deterioradas.
Y ahora solo me queda agradecer la atención y la ayuda recibida por Agustín, Carlos, Paco y Alfonso, que me han facilitado mucho este artículo con su profesionalidad y simpatía.