ULTRA TRAIL CAZADORES DEL GALICIA ( JACA )

 



Jaca , por su situación, por su historia, por sus monumentos, por su clima, y por sus gentes, es una ciudad singular en este privilegiado espacio que son los Pirineos.

La Asociación Cazadores del Galicia , nacida en el seno del Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia nº 64 de Jaca , se ocupa de su organización, y el trazado diseñado le ha hecho merecedor de ser el I Campeonato de Aragón de Ultra Trail FAM 2013 , así como de la concesión de 3 puntos por la prestigiosa UTMB.




Los asistentes a esta dura prueba se van a encontrar, además de con una muy buena acogida, con una circular de 95 km de recorrido, y 4.500 metros de desnivel positivo acumulado .


Veinticuatro horas , que van a dar mucho de sí para pasar junto a edificaciones emblemáticas de la ciudad, como son el Castillo de San Pedro, la ciudadela mejor conservada de Europa, con su colección de más de 32.000 miniaturas militares; el Ayuntamiento, con su fachada plateresca; la medieval Torre del Reloj; el puente de San Miguel, de románico tardío; convento de Benedictinas, todavía habitado desde 1555 por las herederas espirituales de Santa Cruz de la Serós, que alberga el sarcófago de la Infanta Doña Sancha, hija de Ramiro I, primer rey de Aragón. Y qué decir de la catedral románica, como pocas en España, que alberga parte de las reliquias de Santa Orosia.


Por todos ellos pasaremos o muy cerca lo haremos. Entre la salida y la llegada seremos pasto de las miradas de toda una naturaleza exuberante en algunos tramos y de monte pelado en otros, de subidas y bajadas, de barrancos y montes, de unos montes que le han imprimido ese carácter fronterizo que todavía conserva, y con un clima que participa entre lo atlántico y lo mediterráneo.

Tendremos tiempo de impregnarnos del egregor jacobeo por ese camino de peregrinación junto al río Aragón, que da nombre a esta tierra y que viene a tajo desde las montañas junto al Summus Portus romano, actual Somport; de los históricos y sagrados lugares de San Juan de la Peña, cuna del Reino de Aragón, donde yacen reyes y nobles de esta tierra, donde las leyendas van a lomos de una historia de reconquistas, de eremitas, de santos vasos, de poder político y religioso en definitiva; del contiguo Santa Cruz de la Serós, abrazado también a la antigua regla benedictina; de calzada romana, que unía los puertos con la Caesaraugusta del valle del Ebro.


También le podremos preguntar a los montes, al Rapitán, a las faldas del Albarún, al Grosín, a los de San Juan de la Peña, y hasta a la mismísima Peña Oroel, verdadero estandarte de esta milenaria ciudad, que ha sabido crecer a su sombra, como dice el himno. Un himno que orgullosos cantan en la festividad del Primer Viernes de Mayo, recordando viejas batallas, viejas victorias, que nos hablan de campesinos y de campesinas, de espejos y de reflejos, de raza, de coraje y de resistencia. Podemos preguntarles, sí, qué han visto y oído a lo largo de siglos y siglos, protegiendo una población a la que Sancho Ramírez le dio el título de ciudad, porque al dotarla de sede episcopal, el obispo no podía ser villano. También la dotó de fueros, que garantizaban derechos de igualdad y libertades, poniendo en valor las actividades e intercambios con los vecinos del norte, mientras que por el sur se iba diseñando la reconquista. Se acuñó moneda, se midió con vara propia, se creó el ajedrezado jaqués, greca que adorna el austero románico, y que se exportó por el corredor jacobeo.


Mucha historia y mucha naturaleza condensadas en 95 kilómetros es lo que nos vamos a encontrar.