Me pongo la ropa de esquiar y a las 20.00h. recojo a Juanjo bajo la mirada atónita de toda la gente que pasa cerca nuestro, como preguntándose… ¿Dónde van estos a las ocho de la noche con los esquís ahora? Pues muy fácil, nos vamos a Astún, allí hemos quedado con mas gente, mas foreros de Nevasport.com para vivir lo que para muchos de nosotros será la mejor experiencia de toda la temporada, esquiar de noche.
En el telesilla “Pastores”, bajo un cartel luminoso advirtiéndonos de que tengamos precaución porque hay maquinas trabajando, nos reunimos 10 personas (aunque no éramos los únicos). Un poco asustados, por llamarlo de alguna manera, ante una situación que para casi todos es extraña, vamos terminando de prepararnos.
Mientras unos nos calzamos las raquetas y otros los esquíes de travesía, Juanjo nos da un sabio consejo, más vale comenzar con paso de viejo y terminar como un joven, que empezar como un joven y no llegar arriba y tras explicarnos el recorrido que vamos a seguir emprendemos la caminata hasta La Raca asombrados de las maravillosas vistas que se contemplan únicamente con la luz de la luna y con la suerte de que Astún nos haya facilitado las cosas, pisando primero la zona por la que íbamos a ascender. Una zona que normalmente es la ultima que se pisa, echo que es de agradecer enormemente a la dirección y trabajadores de esta estación.
El cansancio no tarda en aparecer por la falta de costumbre y/o la poca experiencia con los materiales que llevamos pero el premio de llegar arriba no tiene precio.
Cuando hacemos cumbre, llega el momento de las fotos de grupo, el vaivén de botellas de agua y uno mucho mas esperado aun, es el momento de prepararse para la bajada, una bajada que aunque mucho mas corta que la subida, en lo que a tiempo se refiere, será muy difícil de que la olvidemos.
Al llegar al parking cada uno a nuestro coche y rumbo a Jaca y mas exactamente al Bar Aledaños, donde nos espera una tortillita y unas costillitas para rematar la faena.
En definitiva, que por mucho que os cuente y os ponga fotos, lo de esquiar (o surfear, como es mi caso) por la noche, nunca os lo imaginareis como es en realidad y creo que es algo que todos los amantes del elemento blanco y con un mínimo de nivel, deberían de probar una vez en la vida, tomando siempre unas mínimas precauciones.
Agradecimientos nuevamente a La Estación Invernal de Astúnpor la manera en la que se portaron pisando primero la zona por la que ascendíamos para evitarnos el peligro que entraña una maquina pisapistas trabajando y al Bar Aledaños por la sabrosísima cena que nos prepararon para que calentitos y con la tripa llena pudiésemos intercambiar opiniones.
Y esto fue toda la historia de la ascensión a La Cima de La Raca nocturna. Espero que os haya gustado!!