Siempre a escondidas, para que no nos vean los papis, antes le quito a
mi padre una lata con grasa para untar que el se pone en sus esquís, yo en
las maderas, y si no, le pongo grasa de caballo, que es lo que se pone mi
padre para las botas. Estamos en el año 1960, en diciembre, hace un día precioso, es domingo,
y he quedado con mis amigos, Peyo y César, para ir a esquiar a los glasis por la tarde.”Ya somos unos hombres” tenemos 10 años y se nota. Hay unas chicas que nos siguen, entre ellas está uno de ”mis amores”, hoy me tengo que poner más chulo que nadie!!.
La Ciudadela de Jaca está preciosa, toda blanca, hasta algunos muros en donde la nieve les ha dado de lado y están blancos. A veces me pregunto, ¿que tendrá la nieve que tanto nos enloquece?. Seguro que cuando llegue a mayor me seguirá volviendo loco y en el año 2000, "alaaaaaaaaaaa", bueno para entonces me habré muerto de viejo.Bien adelante: YO - Peyooooooooo, Cesaaaaarrrrrrrr, subir, pero de lado que si no os vais a hundir, (la nieve está blandita, y nos llega por encima de la cintura), subimos levantando los brazos con impulsos hacia arriba para no hundirnos y resulta muy estupendo porque parece que flotas menos.
ALLÁ VAMOOOOSSSSSSS.........!!, los primeros porrazos son impresionantes y nos reímos mucho, las niñas también, no podemos sacar más el pecho porque nos morimos, ¡¡¡HAY CHICAS!!!, QUE BIEN!!!!, no nos dejan acercarnos nunca a ellas, en el cine de nuestro cole, solo hay chicos, (vale tres pesetas). Y solo podemos ver chicas en misa o por la calle, pero no podemos acercarnos está prohibido, me da una rabiaaaaa!!.Una vez vinieron a nuestro cole con las Monjitas de el Carmen, pero todas en un lado y nosotros en otro, ellas nos sonreían y nosotros más rojos que un tomate.
Bueno, sigo, estamos intentando levantar los pies para que las maderas no
se claven en la nieve, es maravilloso, sobre todo cuando se cruzan las
puntas de los esquís y los porrazos son impresionantes. Salimos disparados
hacia adelante como un cohete, si, como el del señor Glen, lo oí por la
radio, que bonito, volar tan alto.Los dolores son impresionantes , y además cuando nos clavamos en la nieve desaparecemos.
Estamos agotados, encima las chicas se van, volvemos a casa empapados, con un dolor de piernas espantoso y encima la regañina que nos dan.
Pero NUNCA DEJARÁ DE GUSTARME LA NIEVE, es el TRAJE DE NOVIA DE JACA, todos los años se lo pone, que bonita está. Han pasado los años, y siempre que he podido he llevado a mi mujer y a
mis hijos donde había nieve, los niños/as por naturaleza se revuelcan, como
los adultos, los lobos, los perros, etc, etc. Os envío unas fotos de hace
muchos años en la Sierra de Navacerrada.
Amo la nieve, es un teatro precioso que Dios me pone a
la vista. La adoro, siempre que la veo hoy en día a mis 57 años, de repente
me voy a mi Jaca del Alma, no se que tendrá la nieve, pero es un símbolo de la naturaleza, no perdón, es un regalo del cielo.Besos y abrazos a mi Jaca y sus gentes, os quiero mucho.
Carlos H.
