Hoy es 16 de febrero de 1961, hace muchísimo frío, creo que estaremos a cinco o seis bajo cero, aunque lo normal es ir al cole en esta época con peores temperaturas, si, aunque no os lo creáis, el año pasado en Sabiñánigo, hubo una de las temperaturas más bajas que se recuerdan en toda la historia de Aragón y de España, podéis comprobarlo.
Que os parece ¿treinta y dos grados bajo cero?, ¡¡¡ 32º bajo cero!!!, parece que estoy diciendo una locura (creételo Jaime, pregunta a los viejos/as de Sabiñánigo, si llegaron en el año 1960 a tener esta temperatura y si no, en el ayuntamiento te lo dirán) pues hubo un día en invierno sobre Enero el año pasado que lo hizo.
Hoy hemos engañado a papá y mamá y nos hemos puesto poca ropa porque vamos a escalar la pared grande desde el foso más hondo, al foso, no hace falta bajar porque nos encanta tirarnos desde el segundo hasta abajo solo hay nieve. Siempre que nos marchábamos a escalar y que nos pillaban, se enteraba toda Jaca y los castigos eran de aupa, igual que cuando los hermanos de Laurita Ara, se montaron en un cajón de la acequia que estaba al lado de las casas militares enfrente del huerto del señor Ayué, lleno de chopos, precioso (ya os hablare de el), para correr aventuras y viajar. Imaginaros la que se montó en Jaca para buscarles, eran unos genios de la aventura.
El muro es muy grande y encima estaba helado, escalábamos con las botas y manoplas, nos podíamos haber matado pero nuestro angelito de la guardia nos protegía.
¿Porque hacíamos esta peligrosa escalada?........ algo nos atraía y era que La Ciudadela tenia según decían, fantasmas, había habido muchas guerras y buscábamos tesoros, pero no podías entrar por la puerta tenías que ir o por las del foso, que estaban protegidas para el agua y clausuradas desde hacía muchos años, o escalar por la pared. Era una aventura preciosa, al llegar arriba que estaba todo nevado corríamos a las garitas de los centinelas que tenían creo recordar que troneras o saeteras y empezábamos a excavar con las manitas o con palos para buscar balas de mosquetes.
Al no ver casi nunca ningún fantasma no nos quedábamos desilusionados sino que conseguíamos siempre coger varias balas gordas de plomo, en forma de bola o de cilindro terminadas en media esfera, median unos dos a tres centímetros, y aquello eran tesoros que nos metíamos al bolsillo. que bien. Sabíamos que el Comandante Hormaechea o algo así con otros militares estaban haciendo unas excavaciones porque este comandante había visto el pico superior de un arco de ojiva y nos acercábamos a investigar. Estaban excavando y parecía que asomaba una enorme puerta de madera.
Eso nos tenía medio locos pero no decíamos nada.
Luego nos marchábamos a donde un soldado dentro de una caseta grande hacía el Pan, le llamaban los militares Chuscos y siempre nos daba uno. Una cosa curiosísima es que tenía un casco antiguo de esos de estilo Alemán, y sabéis metía en el casco que estaba muy limpio huevos de gallina, luego introducía el casco y nos poníamos moraos del bocadillo de chusco con huevos asados, que cosa mas rica, ese soldado era de Jaca nunca le olvidaré, una persona maravillosa.
El 16 de mayo del año 1962 el comandante Hormaechea y dos militares más descubrieron en esa puerta una sala preciosa de Armas colocadas sin tocar, como si estuvieran recién puestas, eran Picas de Caballería y estandartes de cuando se construyó la Ciudadela.
Las regalaron al museo del ejercito de Madrid y fueron muchas personas a visitar la Sala , que cosa más preciosa, no podéis tener una idea , te quedabas asombrado, los estandartes habían quedado con los mismos colores que tenían , igual que los encajes que había de los escudos en ellos, se habían conservado por la humedad o por estar tantos siglos en la oscuridad y protegidos. Hoy tengo en casa dos picas de Caballería que me regaló mi Padre, varas de madera de unos dos metros y medio que acababan en una punta como una hoja y a cada lado salía como un cuchillo curvo, eso lo apoyaban en el suelo y los caballos se ensartaban en ellas, también descubrieron pistolas y arcabuces de chispa.
Bueno no os aburro mas, pensad que La Ciudadela es uno de los mayores tesoros del mundo mejor conservados, ¡¡¡ como no!!!, está en mi Jaca.
Hay algo raro en la ciudadela ya os contaré más, me tengo que ir.
Un fuerte abrazo, y besos a todos/as los Jacetanos y a los que viven ahí.