Juanito Oiarzabal: 'Hoy en día la gente tiende a ir al Himalaya muy rápidamente'

Juanito Oiarzabal: 'Hoy en día la gente tiende a ir al Himalaya muy rápidamente'
Ha sido el primero en escalar dos veces las tres cimas más altas del mundo, el Everest, el K2 y Kangchenjunga; el sexto del mundo en ascender las 14 montañas de más de 8.000 metros que hay en la Tierra; y el tercero en la historia en hacerlo sin ayuda de oxígeno adicional. Juanito Oiarzabal (Vitoria, 30 de marzo de 1956) vive por y para las montañas, que se lo han dado todo, pero que también le han quitado mucho.

¿Cómo te encuentras actualmente después de este año tan complicado para ti?

Este año para mí ha sido nefasto… Malo con solemnidad. El pasado mes de diciembre, y parte de enero, estuvimos en Pakistán rodando un documental sobre mi vida. Cuando regresamos a España, a partir de febrero, se complicó todo. Tuve un Covid severo, 25 días ingresado. No me llegaron a entubar, pero me han quedado secuelas, y todo se dificultó debido también a una embolia de pulmón que había tenido anteriormente… Ahora mismo me estoy intentando recuperar de la neumonía… Tengo manchas en el pulmón… Después me caí de la moto y me rompí cinco costillas. Me han operado de una rodilla y no me han dejado del todo bien. Me volví a caer otra vez, de una bicicleta, y me fisuré otras costillas más… En fin… Nefasto, un año nefasto… Todo esto sumado al tiempo que llevamos de pandemia… ¡Pues imagínate!

 

¿Qué te aporta el alpinismo?

A mí el alpinismo me lo aporta todo. Yo he nacido haciendo montañas. Empecé con 6 añitos de la mano de mi padre. Con 14 descubrí el mundo vertical. Empecé a escalar en roca… ¡Y todo una vida! Para mí la práctica del alpinismo, de la montaña, lo es todo. He conocido grandes amigos, he conocido a mi mujer, he conocido grandes culturas… No concibo mi vida sin hacer montaña, a cualquier nivel, ¡como si son las que tenemos aquí en casa!

 



¿Cuál es tu montaña preferida y por qué?

Depende. Tengo muchas montañas preferidas. Por ejemplo, aquí en casa, el Gorbea, que es donde habitualmente entreno. Es la montaña más característica y más simbólica que tenemos en Euskadi. Y luego hay otras. Si hablamos del Himalaya, mi preferida probablemente sea el Makalu, una montaña con la que siempre me he sentido muy identificado. He subido por el pilar oeste, una grandísima ascensión, una ruta de una gran envergadura. He estado en muchas ocasiones, he hecho el trekking del Makalu con muchos clientes… Por su estética es una montaña que me aporta muchísimas cosas y tiene una belleza que siempre me ha gustado. Luego ha habido otras. El K2, su estructura piramidal, sus vertientes… Es que hay tantas montañas… En el Pirineo podemos hablar de muchas. Es un tópico mencionar el Aneto, pero el Aneto tiene muchas posibilidades, muchas ascensiones por rutas diferentes, no solo la ruta del Paso de Mahoma, hay muchas otras ascensiones con mucha relevancia.

 

¿Cuál es la lección más importante que has aprendido en las montañas?

No sé si he aprendido lecciones de la montaña, pero sí creo que la montaña me ha hecho ser mejor. Tengo fama de gruñón, de tener mala leche y, probablemente, el tener esta mala leche haya contribuido a haber realizado tantas ascensiones a montañas de 8.000 metros. Hay que tener un punto de enfado, de ambición, de muchas cosas…  Pero a mí la montaña me ha dado tanto… También me ha quitado. No me ha dado lecciones. He aprendido mucho de ellas, pero no como lección. Ha sido un mano a mano que hemos tenido durante muchísimos años. Me siento muy contento y muy orgulloso de practicar este maravilloso deporte que, aun quitándome compañeros, me tiene enamorado.

 

Un momento que no olvidarás jamás.

No olvidaré nunca una situación que tuvimos en el año 1996 junto a Félix y Alberto Iñurrategi. Bajando de la cumbre del Kangchenjunga, la tercera montaña más alta del planeta, nos envolvió una tormenta. Fueron probablemente los peores momentos de mi vida. No hubo ningún accidente mortal ni muchísimo menos, pero la angustia, el darte cuenta de que realmente no ibas a poder bajar, no ibas a poder llegar al campamento IV, al refugio de la tienda, era constante… Una tormenta que no he vuelto a tener en ninguno de los ochomiles siguientes que realicé. Una tormenta que te marca mucho, sobre todo psicológicamente. Cuando estás metido en esa situación es muy complicado guardar la calma y no ponerse nervioso. Y, sin embargo, lo hicimos. Los tres pensábamos que nos íbamos a quedar allí, a 8.600 metros de altura… Es una montaña muy alta y fueron unos momentos tremendamente dramáticos que, finalmente, pudimos solventar. Salvamos la vida, pero es algo que no deseo a nadie.

 

Dada tu experiencia, ¿cuál es el mejor consejo que darías (o que te han dado a ti)?

Consejos hay muchos. Para aquellos que se van a iniciar en la montaña, ir muy bien equipados, muy bien informados, siempre mirar la meteo, siempre ir acompañado de alguien. Hacer montaña en compañía está muy bien, es mejor que ir solo. Es difícil solventar cualquier circunstancia que te pueda ocurrir en la montaña si vas solo. También llevar un teléfono móvil, informar en casa de dónde vas… Eso para los principiantes. A medida que va pasando el tiempo, vamos haciendo cosas más importantes. Conoces el Pirineo, conoces los Alpes, y luego el Himalaya. Yo he tenido una progresión natural. Empecé por las montañas de aquí, de casa, luego el Pirineo, Picos de Europa, Alpes, Andes, y ya di el salto al Himalaya. Hoy en día la gente tiende a ir al Himalaya muy rápidamente, sin quizá tener esa experiencia, o esa capacidad técnica, necesaria para poder superar una montaña de 8.000 metros. Así que mi consejo es incidir mucho en la formación paulatina, empezar haciendo cosas de una cierta dificultad, y luego ir superándote a ti mismo sin subestimar a la montaña. La montaña siempre está ahí y la montaña tiene sus peligros. Y hay que estar muy bien informado y preparado. Así que para aquellos que tienen cierta experiencia tampoco tengo que dar muchos consejos, pero, sobre todo, si se trata de ir al Himalaya, formarse más de lo que hacen algunos… No todos, evidentemente.

 

 

Si pudieras cambiar, o rectificar, algo a lo largo de tu trayectoria, ¿qué sería?

Yo creo que lo hecho, hecho está. Como comentaba antes, he tenido un curso natural. Empecé muy jovencito, he conocido muchas épocas, tanto en la escalada en roca como en ascensiones, primero en montañas en los Pirineos, luego en los Alpes, en los Andes… Creo que no cambiaría nada. Me puedo arrepentir de situaciones que tuve, por ejemplo, en el K2 cuando lo ascendí por segunda y me congelé todos los dedos de los pies… Si me hubiera dado la vuelta… Porque sabía que me estaba congelando… Pues quizá hubiera salvado parte de los dedos… Pero la ambición y esa llamada de la propia montaña que te atrapa hicieron que me fuera para arriba. Arrepentimientos muy pocos. Creo que las cosas que he hecho en el Himalaya, en un porcentaje muy elevado, las he hecho bien. Luego te das cuenta realmente de que no es así, pero lo corriges y aprendes de aquellos fallos que has podido cometer, porque a 8.000 metros no te puedes permitir el lujo de cometer un fallo, tienes que ser muy cauto y controlar muy bien la situación.

 

¿Qué sueño (o cima) te queda por alcanzar?

Seguramente el sueño de la vida. Yo estoy aquí. He perdido ocho compañeros directos en el Himalaya, ocho compañeros con los que crecí, con los que me crie, con los que escalé, a los que me unía una relación, si no de hermanos, casi. Ha sido duro, y así es como tenemos que aceptarlo. La montaña conlleva muchos peligros. Y cuando apuestas, y cuando estás realizando continuamente expediciones, te expones. En mi caso personal yo he tenido muchísima suerte. De no colarme en una grieta, de que las avalanchas que me han caído no me taparan, de que no me cayera un trozo de hielo en la cabeza… Pero con todo eso hay que convivir y ser consciente de que estás expuesto a lo peor. Afortunadamente ahora ya estoy retirado de los ochomiles y los últimos años me volví muy conservador. Ya no arriesgaba como cuando tenía una cierta edad. Así que creo que hasta ahora “he librado”, y crucemos los dedos por que siga siendo así.

 

Te has recorrido el mundo subiendo montañas… ¿Qué ruta consideras que habría que hacer al menos una vez en la vida?

No sé si habrá que hacer alguna ruta en tu vida. A mí todavía me quedan muchísimas rutas y muchísimas cimas. Todo no se puede realizar. Lo que sí creo es que hay que conocer países como Nepal o como Pakistán, con una cultura tan diferente a la nuestra, con una gente tan distinta… Es algo de agradecer. Tenemos quizá un concepto de Pakistán muy equivocado. Sin embargo, los baltís son una gente encantadora, tremendamente encantadora, por no hablar de los nepalís que ya ni te cuento… Yo aconsejo hacer un trekking por el Himalaya, cualquiera de ellos, no vamos a hablar de uno o de otro… Conocer sus culturas, sus valles, su gente, sus tradiciones, su gastronomía… Merece la pena.

 

¿Qué proyectos tienes actualmente?

Ahora mismo pocos. Hemos comenzado hablando del mal año que llevo… Sí que hay proyectos de cara a primavera, pero proyectos laborales, de trekking en Nepal, tanto en primavera como en otoño. Ya no estoy para hacer grandes cosas. Tengo 65 años, estoy muy “batallado”, el Covid me ha dejado para el arrastre, la rodilla no me funciona bien… Lo tengo todo, ¡el completo que se dice! Y bueno… No me queda mucho más que hacer. Sí y no. Pero dadas las circunstancias, me siento muy orgulloso de lo que he realizado, de los 26 ochomiles que he subido, de los 31 Aconcagua que he ascendido en Argentina…. De muchísimas ascensiones que he realizado en los Alpes, y no se puede pedir más. He vivido de la montaña, sigo viviendo de ella, pero sobre todo he vivido por y para la montaña, profesional y deportivamente, y con eso me quedo. Con lo que me ha dado, que me lo ha dado todo. Y ahora muchas veces añoras… Las expediciones, los momentos que he pasado en diferentes campos de altura, campos base, 47 expediciones al Himalaya… Es mucho tiempo… Así que ahora toca descansar un poquito aquí en casa, disfrutar de estas maravillosas montañas que tenemos a nuestro alrededor, disfrutar del Pirineo, de los Picos de Europea, de lo que nosotros habitualmente hacemos… Con eso me conformo. Con seguir haciendo ascensiones a estos macizos de la península… Y alguna en los Alpes… ¡Con eso ya estoy feliz!

 

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10 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    20/10/2021 11:37
    #1
    Grande juanito, hay que saber decir que no en la montaña

    karma del mensaje: 24 - Votos positivos: 2 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #2
    Fecha comentario:
    20/10/2021 11:48
    #2
    Buenos días.

    Buena entrevista a un gran personaje del deporte español, a un referente.

    Gracias

    karma del mensaje: 24 - Votos positivos: 2 - Votos negativos: 0

  • #3
    Fecha comentario:
    20/10/2021 13:51
    #3
    excelente entrevista.
    todo un referente, uno de los mas grandes del deporte espanol.
    gracias Juanito!

    karma del mensaje: 24 - Votos positivos: 2 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #4
    Fecha comentario:
    20/10/2021 15:48
    #4
    Gran verdad el titular, antaño algunos iban al Himalaya en camiones, y ahora todo el mundo va en avión...

    karma del mensaje: 14 - Votos positivos: 1 - Votos negativos: 0

  • #5
    Fecha comentario:
    21/10/2021 11:05
    #5
    Gran entrevista!!! buen report! gracias!

    karma del mensaje: 10 - Votos positivos: 1 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #6
    Fecha comentario:
    21/10/2021 17:55
    #6
    Yo he seguido la trayectoria profesional de Juan Oyarzabal y Edurne Pasaban.
    Como toca hablar de Juanito, os voy a contar una anécdota.
    Yo escuchaba la radio de noche y lo dejé cuando José María García se retiró de la radio.
    Lo he visto en las vueltas a España, he hablado con el, con Perico, etc etc.
    Un día, creo recordar sobre año 1996/97, entrevistaba José María García a Juanito. Para mi, fue la mejor edición de radio que jamás escuché hablando largo y tendido sobre sus anécdotas y aventuras. Fue una noche sorprendente y muy amena y no me extraña que Juanito, tenga el palmares que tiene.
    El que ha estado por encima de los 4000 m y los 5000 m de altitud, en montaña, sabe de la dureza de la que hablo y ya no digamos las cumbres que ha conquistado con sus famosos ocho miles.
    Me sale del alma, no puedo decirlo de otra manera, un tío con dos cojones y un superdotado que puso el alpinismo español, en la cima del mundo.

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    • Gracias!
  • #7
    Fecha comentario:
    23/10/2021 01:15
    #7
    Es un tío enorme, con todos sus defectos, pero para cuando esperan para darle el princesa de Asturias.

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  • #8
    Fecha comentario:
    23/10/2021 09:46
    #8
    #5 ¡Muchas gracias!!! :-)

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    • Gracias!
  • #9
    Fecha comentario:
    23/10/2021 09:48
    #9
    #6 A mí me pasó lo mismo haciendo esta entrevista... Mira que es larga y se me quedó corta! jejeje Mil vidas en una sola... Y lo que cuenta aquí solo es un mínimo resumen! Muy grande Juanito!

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    • Gracias!
  • #10
    Fecha comentario:
    25/10/2021 10:01
    #10
    GRANDE JUANITO!!

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    • Gracias!

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