Ya empiezo a no recordar el nombre de la gente que me lleva a los lugares y que hace posible que llegue a mi destino.
Sé que uno se llama Eneko, pero no recuerdo el nombre del conductor. Sea como sea eran dos chicos de la zona, que íban a hacer montaña. Me han dejado en lo alto de la estación, el sector de La Contienda, que aún no estaba abierto.
No han tardado mucho en abrir y me he metido dentro del edificio. Con la bolsa vigilada he salido dispuesto a esquiar en la primera de las dos estaciones de Navarra.
Esta parte de la estación, a diferencia de los otros sectores, es bastante estrecho en su primer tramo, con constantes desniveles y curvas, que pueden ser una delicia o una pesadilla, dependiendo de a quién se le pregunte.
He hecho fotos y vídeos de este entorno, caracterizado por las formaciones kársticas que sobresalían de la nieve. Yo creo que eso es lo que le da a esta estación un rasgo distintivo.
Cuando he tenido suficiente he ido al edificio donde tenía la bolsa. Me he cambiado, he hablado con la chica responsable y me ha dicho que Ana Lusarreta, la directora de la estación, estaba en el otro edificio, el de El Ferial, así que después de comer cuatro puñados de muesli y una mandarina, me he cargado los esquís y las botas y he empezado a andar, hacia abajo, hasta que ha pasado un trabajador de la estación que me ha acercado hasta allí.
Por suerte estaba y he podido hablar con ella y, de rebote, con Ignacio de Abodi, donde tengo que ir mañana.
Me ha bajado un padre con su hija, que habían subido a hacer fondo con el equipo de Roncal.
No salgo del camping sólo que para llamar a Ignacio y quedar para mañana. Me iré a dormir temprano.
Valle del Roncal. La primera de Navarra
Ya empiezo a no recordar el nombre de la gente que me lleva a los lugares y que hace posible que llegue a mi destino.