Ya hemos comentado en varios artículos que usar mal el bastón puede perjudicar más que ayudar. Si movemos demasiado el brazo tiraremos de la cadera y perderemos el apoyo en el exterior. Por el contrario, si lo usamos bien, esa cadena de músculos que va de la mano hasta el hombro, y de ahí a la pelvis, favorece la angulación de la cadera, como explicábamos en este artículo de un truquito con el codo.
En resumen, usar bien el bastón mejora, principalmente, el apoyo sobre el exterior, pero, sobre todo, resume en un solo gesto, con un único foco simple y sencillo, al menos siete beneficios, como hemos explicado innumerables veces.
Usarlo bien incluye empuñarlo bien, porque si lo agarro demasiado suelto o si no lo dirijo a la máxima pendiente, no obtendré ninguno de sus beneficios. En el siguiente vídeo lo explico. Está hecho en Sierra Nevada, esquiando con mi amigo de la infancia Gonzalo Lamothe, gracias a quien esquío –ahí lo dejo por si alguien quiere invitarlo a unos vinos, jaja- y grabado por su hija Carola, que fue tan amable y paciente de captar la explicación sobre algunas de las formas de agarrar el bastón ¡Gracias a ambos!
Si queremos saber más, aquí tenemos algunos artículos que explican por qué usarlo mal perjudica, o que habla más en profundidad de ese agarre fluido que prefiero, ya que evita que tiremos de los brazos.
¡Buenas huellas!
Carolo, febrero de 2025