No hay un solo canal en internet en el mundo con tanta información sobre esquí como este. Eso lo sabemos. En el caso de la técnica y lo relacionado con el aprendizaje, la diferencia con cualquier otro es abismal. Muchos lo intentaron, pero pocos lo han conseguido. Tal vez exista algo en Asia, pero en las lenguas occidentales que podríamos decir, “alpinas”, alemán, francés, italiano o inglés, no hay nada comparable a los foros –e incluso los blog- que tenemos aquí.
Tras el desaparecido Epicski han quedado Ski talk en inglés y Skipass en francés, pero, simplemente, echad un ojo. Nada que ver con la actividad densa y la cantidad de información de calidad (aunque esté mal que lo digamos nosotros, juas, juas) de Nevasport. Y esto me lleva a una reflexión sobre la educación en general que, salvando la distancia, sería aplicable al aprendizaje de los deportes de nieve en todas sus facetas.
Allá donde vayas, todo el que trabaje en la enseñanza va a tener dudas sobre su sistema de educación, normalmente referidos al exceso de burocracia y las legislaciones poco realistas, que suelen mezclar inercias del pasado con innovaciones sin reflexión ni consulta previa a los interesados. Eso, entre otras cosas, hace que mucha gente pase por la formación como si fuera un trámite molesto y busque lo que le interesa en otros sitios o por otros medios.
Nevasport, sin la más mínima intención, simplemente llevada por la voluntad de dar voz a todo el que quisiera, ha reunido en su canal información de sobra para hacerse un doctorado, juas. El tiempo y la experiencia ha ido filtrando la información, descartando la menos útil y fijando la más valiosa en el conocimiento colectivo de la nieve, por ponerle un nombre solemne al fenómeno, juas. Hoy, es más que probable que una persona pueda aprender más cosas actualizadas y productivas de la nieve aquí, que acudiendo a los medios tradicionales.
Y en estas estamos cuando llega de nuevo la Navidad, el Fin del Año y la hora de hacer balance o lo que sea que haga cada uno. Y vas y te das cuenta de que aquí, sin pretenderlo, somos una comunidad, ya inmensa, que comparte y se ayuda mutuamente sin esperar nada a cambio, o casi nada, jaja, que empatiza con los problemas de los otros (aunque no siempre y en todos los temas, juas, juas) y, en fin, casi una familia de personas unidas por algo en común. Nadie puede negar que eso coincide con los valores culturales que compartimos con muchos, no solo en occidente, claro, y que casualmente se celebran en estas fechas con manifestaciones heterogéneas, pero, en el fondo, parecidas.
Así que no me queda más remedio que aprovechar el momento para reflexionar sobre todo lo que hemos construido, lo bueno que tenemos alrededor, a veces sin apreciarlo del todo, y desearos a todos un magnífico comienzo de temporada, unas buenas vacaciones si las tenéis, y una muy feliz Navidad. Y, juas, por supuesto, también,
¡Buenas huellas!
Carolo, diciembre de 2024