Comienza en breve la temporada y aquí estamos de nuevo. Llevamos más de 20 años, que se dice pronto, y todavía tenemos cosas que decir. O eso creo. En todo este tiempo hemos tocado muchos palos. De contar desordenadamente trucos de técnica o reflexiones personales, al librito sobre el flow (la fluencia) del que quedan dos capítulos y espero terminar esta temporada. En los años de la crisis dediqué toda una serie a reflexionar sobre temas que se podían aplicar tanto al esquí como a la misma vida doméstica. Muchos me toman por coach (esa palabra horrible) desde entonces, jaja, pero yo no soy eso, dios me libre; solo escribía todo aquello pensando en mis sobrinos, ya que tuvimos problemas de los que no voy a hablar porque siempre va a haber quien los haya tenido peores y, también quien, no entendiéndolos, piense que los suyos sí que eran horribles, juas.
Y aquí vamos de nuevo. Sigo sin tener fotos ni otro material audiovisual ya que, por problemas de salud, he estado los últimos cuatro años en el dique seco. Me dicen que sin fotos la gente que no lee no entra en los artículos, así que, como no pretendo que nadie venga aquí solo por mi prosa fluida como el esquí del bueno, juas, habrá que esperar a que empiece a nevar y pueda hacer algo, quizás vídeos didácticos, si es que tengo el tiempo, las ganas y el dinero; que las tres cosas están relacionadas.
Y nada más. Publicaré los dos últimos capítulos de Fluir en el esquí y ya veré de qué hablo el resto del año. Tal vez, je, je, me de por hacer periodismo moderno si se me permite la broma, es decir, hablar solo para mi propia parroquia e insultar a diestro y siniestro sin dar información ni dato alguno valioso. Ya tengo tantos amigos que no creo que me afecte perder unos cientos, juas, juas… No sé, eso sí, qué pensarán de ello mis actuales clientes y jefes, pero igual así podremos juzgar objetivamente si las cosas que hemos dicho aquí desde 1997, veintidos años, que se dice pronto, valían para algo, tenían fondo sin depender de la forma o si, como se dice ahora en los foros, "este blog no vale de nada sin fotos", jaja.
¡Feliz otoño!
Carolo, octubre de 2019