En la década en la que apareció el "carving" se demonizó todo lo que no fuera conducir limpiamente en el canto. Así, el derrapaje quedó proscrito como si se tratara de un pecado mortal. El derrapaje lateral nos puede ayudar, sin embargo, en infinidad de situaciones, además de resultar muy educativo para aprender a regular la toma y suelta de cantos. Veámoslo en este vídeo clásico (1941) de Otto Lang, que sigue siendo perfectamente válido casi un siglo después:
Para aprenderlo, elijamos una pista media y con la nieve compactada. Aunque nos asuste, cuando más dura esté, más fácil nos resultará derrapar. Miremos hacia adonde vamos, comprobemos que estamos bien equilibrados sobre las plantas de los pies y soltemos los cantos. Veremos cómo no tenemos nada que temer y, a poco que nos apoyemos más en el esquí exterior (por ejemplo, flexionando ese tobillo o bajando un poco el hombro del valle), los esquís frenan progresivamente hasta parar. En algunas escuelas describen minuciosamente la postura ideal que debiéramos llevar pero, personalmente, creo que lo mejor es adoptar una pose natural, en el esquí exterior y orientados relajadamente hacia donde queramos ir (normalmente el valle), tanto cuanto nos parezca cómodo.
Probemos las mil variaciones (en la máxima pendiente, en diagonal hacia adelante, en diagonal hacia atrás...) y veamos cómo desarrollamos la capacidad de sentir los cantos así como, naturalmente, la habilidad de regular mejor el ángulo de canteo y la presión que ejercemos sobre ellos.
¡Buenas huellas!
Carolo 2015
Vídeo: extracto de "Basic Principles of Skiing", Otto Lang, 1941. Subtítulos Pepe Peinado