Una pregunta en los foros me hace reflexionar sobre un fenómeno que hemos bautizado de broma como “el efecto GTI”, jaja. Los esquís modernos – fáciles y manejables - han sido un bienvenido acontecimiento similar al que ocurrió en el mundo del automóvil con la aparición de los GTI, que permitió a muchos conductores normales codearse con potentes y caros deportivos. Como con casi todo, esta revolución positiva también tenía su cara oscura: con un GTI es tan fácil conducir rápido y creerse uno un fitipaldi que, con frecuencia, no se es consciente de los peligros se corren o se hace correr a los demás.
Con los esquís antiguos, largos y poco manejables, la progresión solía ser más lenta, de modo que las personas iban conociendo el entorno de la montaña a medida que aprendían a esquiar mejor. Había un equilibrio entre las habilidades que se poseían y el conocimiento del medio donde se esquía. Con los esquís modernos este equilibrio se alteró, ya que se progresa más rápido y, en seguida, se es capaz de viajar a grandes velocidades o aventurarse fuera de las pistas, sin apenas conocer las normas de seguridad o los peligros a los que se enfrenta.
Debido a ello y otros factores, este fenómeno positivo y bienvenido de las mejoras del material, puede haber provocado un aumento de los accidentes y lesiones. Hay otras causas, claro, y de naturaleza variada: principalmente el boom del esquí y la masificación de las estaciones que ha aumentado enormemente el número de practicantes, junto con el interés actual por los deportes extremos que en esquí se manifiesta, principalmente, con la práctica masiva del freestyle y el fuera de pista.
Puesto en la balanza prácticamente todo ha sido positivo. Se aprende más rápido, se conduce mejor, en las nieves malas ya no hay problema y se puede saltar infinitamente mejor que con los viejos esquís largos y estrechos. Al igual que pasó con los GTI, un uso insensato podía hacerlos parecer artefactos peligrosos pero, analizado objetivamente, un aparato que tiene más estabilidad, es más manejable, acelera y frena mejor, sólo puede resultar más seguro. Por mi parte sería ingenuo dar consejos ahora sobre obviedades como la necesidad de usar el sentido común, así que me despido por hoy dejando el concepto en el aire: el efecto GTI, juas, y el que esté en nuestras manos hacer de ello algo positivo, o lo contrario.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2014
Lecturas recomendadas: Myths concerning alpine ski injuries. La reputación de las estaciones de esquí.