Aquí bajamos disfrutando de la velocidad necesaria en una nieve polvo, levemente pesada y con algunos cambios de consistencia. Ambas manos están adelantadas, listas para preparar la clavada de bastón exterior.
La muñeca exterior comienza el "swing" y parezco notar un cambio de terreno y densidad en la nieve que me desestabiliza levemente.
Casi inconscientemente, al notar el pequeño desequilibrio, la mano interior lanza también el bastón y esta pequeña inercia me adelanta sutilmente, además de dar un extra de solidez en el torso para afrontar equilibrado la absorción al final de la curva, que resulta coincidir con un pequeño "bump" en mi recorrido.
Tocar levemente con ambos bastones me transmite información valiosa sobre la posición respecto al suelo, y ello favorece el "re-centrado" en la fase de transición de la curva.
Los esquís emergen levemente de la nieve y desencadeno la siguiente curva con ambas manos adelantadas, contribuyendo esa postura de brazos a la solidez del torso y el centro de gravedad en su viaje cuesta abajo.
En esta secuencia hemos explicado cómo el doble clavado puede ser un buen recurso en nieves no tratadas y en terrenos inestables o irregulares. También es profusamente empleado en fuertes pendientes, virajes por salto, en los baches (salvo en competición) y en cualquier circunstancia donde el equilibrio pueda verse comprometido. Del mismo modo, el doble clavado también puede ser de mucha utilidad cuando vamos a gran velocidad en las pistas preparadas. Por ello, desde siempre es muy utilizado en las competiciones de alpino, ya que nos ayuda a lidiar con grandes fuerzas exeternas, mover funcionalmente la masa del cuerpo hacia adelante durante la fase de conducción de las curvas y a re-centrarnos en la fase de transición.
Recordemos, pues, si clavar un bastón reporta innumerables beneficios, hacerlo con los dos puede resultar el doble de bueno, juas
¡Buenas huellas!
Carolo © 2012
Fotos Jan Vokaty, Mammoth Mountain 2011.
Las fotos publicadas aquí no son "demostraciones de escuela" y no tienen la intención de servir como modelo, sino como mero refuerzo gráfico para el texto. Tanto las ideas vertidas como las ilustraciones sólo muestran la visión y el estilo personal del autor. El esquí es un deporte complejo y que puede ser arriesgado; su aprendizaje y perfeccionamiento es un proceso continuo en el que todos, autor incluído, estamos inmersos; el lector debe interpretar estos artículos según su mejor criterio de prudencia.