Me da no se qué cuando oigo la palabra “vicio”. Quiero que el profesor “me corrija los vicios” ¿Qué pasa, que uno es un vicioso del esquí o qué? No es que la palabra esté mal empleada (sería más apropiado decir, errores o, en todo caso, carencias o defectos) sino que el fin de una clase no es exactamente “corregir”, sino “enseñar”. Enseñar habilidades.
Claro, me dirá alguien, pero, si no me señalan las carencias que tengo, cómo voy a superarlas. Por supuesto que, a veces, es necesario describir algún que otro errorcillo pero, sobretodo, lo importante es explicar cuál es la forma adecuada de ejecutar un movimiento. O sea, lo importante no es el error, sino el gesto correcto. La mayoría de las veces, además, lo que se considera un defecto no es exactamente eso, sino que es simple falta de conocimientos, es decir, no hay que corregir nada, sino que, simplemente, hay que dar un paso más en la progresión para que el problema desaparezca y esquiemos mejor.
El tema no es baladí, porque en la forma de proporcionar la información está la clave del éxito o del fracaso. En esquí, es lo mismo decir “flexiona los tobillos” que “no dejes tiesa la pierna”, pero según la forma en que lo digamos, conseguiremos que a nuestros alumnos les sirva o les perjudique. Imaginemos por un momento, que nos están diciendo esto ¿cuál de las dos frases entendemos mejor? ¿Qué me quieren decir con que “no deje tiesa la pierna, qué pierna, esta de verdad tiesa, para qué no tengo que dejarla tiesa…..? Sin embargo, si me dicen, “flexiona los tobillos para presionar sobre los esquís”, entenderé mucho mejor qué me están pidiendo.
Nuestra sociedad tiende a ser muy crítica y a señalar los errores con gran exactitud, pero se olvida la mayoría de las veces de aportar soluciones. Muchos nos contagiamos de eso y, llevados por la buena voluntad, llegamos incluso a pedir “que nos corrijan los vicios” cuando, a lo mejor, lo que tenemos es que exigir que nos enseñen un camino mejor. A esquiar se aprende más practicando y adquiriendo habilidades que censurando defectos. Además, así, el viaje es mucho más estimulante.
¡Buenas huellas!
Carolo© 2004