¿Demasiado joven o demasiado viejo?

La respuesta a esta pregunta podría variar bastante dependiendo de a quién le preguntes. Incluso dos monitores que estudiaron en el mismo centro de formación, en la misma época y trabajaron el mismo número de años te pueden contestar algo distinto. Pero aquí estamos, aportando nuestro granito de arena a la playa de este debate.
Para nosotros la respuesta es simple: no existe tal cosa como demasiado joven ni demasiado viejo para iniciar en el esquí. ¿Por qué? La palabra clave aquí es "iniciar". Por lo tanto, habrá que preguntarse, ¿por dónde se inicia la formación en el deporte? Aquí en The BBTimes, hemos aprendido y, ciertamente, sostenemos que el esquí se inicia con una serie de "introducciones" (al medio, al material y al deporte).
Es por esto que nunca se puede ser demasiado joven para empezar. Claro, si le preguntas alguien que tiene toda su vida conociendo la nieve y las montañas, te responderá que no tienen nada de especial. Pero, para una persona que ha pasado toda su vida en la costa y que nunca ha visto un verdadero pico y mucho menos un copo de nieve, el mero hecho de encontrarse en una estación de esquí es como transportarse a un planeta completamente extraño. Del mismo modo que el viaje de las mil millas comienza con un solo paso, el viaje del esquí comienza con un mero copo de nieve.

¿Demasiado joven?
Ahora bien, ¿qué edad es "suficiente" para poner a un niño sobre dos tablas y deslizarle por la montaña? Es una pregunta muy compleja. Cada persona es un mundo, pero cada niño es una galaxia. No podemos generalizar ni un poco. Pero si tuvieramos que decir algo, diríamos que un niño puede empezar a deslizarse una vez que cumpla con las siguientes condiciones:
- Tenga habilidades motrices básicas dominadas (sea capaz caminar, correr, saltar y moverse con independencia y control)
- Pueda comunicarse de manera efectiva (Alguna vez les contaremos de cuando el escritor de este periódico tuvo que dar una clase a una niña con chupete... fue divertido, y a la vez no tanto). El alumno debe de poder comunicar al maestro lo que siente, si algo le molesta, si algo no lo entiende o si (importantísimo) la está pasando bien.
- Pueda pasar de manera cómoda y seguro de sí mismo, unas horas alejado de sus padres. Para algunos niños, estar alejados de sus padres no es problema alguno, para otros representa un agobio sin consuelo. Hay que entender esto, porque un niño que está agobiado no puede aprender y, mucho menos, divertirse.
- (La verdad, nos debatimos si poner este último punto o no, pero, en nuestra experiencia, no está de más mencionarlo) Tenga control de esfínteres. Si sigue en pañales, tal vez haya que esperar un año más.

Habiendo dicho esto, la edad exacta puede variar, pero hemos visto (y, orgullosamente, enseñado) a niños de 3 y 4 años (con mucho esfuerzo, paciencia y práctica) dar sus primeros giros de manera controlada, con confianza y divirtiéndose. También hemos de decir que hay niños que hasta los 6 o 7 años no alcanzan las circunstancias necesarias para poder realizar este mismo progreso. Insistimos, cualquiera que sea el caso, está bien. A veces, el progreso es algo tan simple como hacer que un niño juege en la nieve, o que se ponga unas botas de esquí durante unas horas en la guardería de la estación. A veces es descender unos cuantos metros y a veces es aprender a hacer la cuña (que bueno, para un niño pequeño que nunca ha visto un par de esquís, es como ir a la luna).
Lo importante es ir avanzando, aunque sea poco a poco, así incluso es mejor, algunos dirían. El esquí es como la vida, no es una carrera de 100 metros, es un maratón. Hay que tener paciencia, porque muchas veces, por no tenerla, terminamos siendo contraproducentes.
¿Demasiado viejo?

No hay edad límite para aprender a esquiar. Si dudamos si alguien es demasiado mayor, regresemos a las condiciones anteriormente expuestas, estas también aplican al otro extremo de la edad.
Siendo realistas, hay muchos adultos que aprenden a esquiar en sus 40s, 50s o incluso en sus 60s. Y lo hacen muy bien. Despues de todo, recordemos cuáles son las únicas 2 normas del esquí... ¡Seguridad y diversión! No hay más. No hace falta delizarnos a 95 km/h, ni hacer trazados de competición para saber que estamos esquiando. Hace falta deslizarse en un par de tablas manteniendo la seguridad y divertiéndonos.

Un par de recomendaciones finales:
- El esquí alpino es una disciplina deportiva en todos los sentidos, insistimos en que la mejor manera de iniciar y desarrollarse es con un profesional.
- No hay que perder la motivación. El esquí es una habilidad, esto significa que se puede aprender por cualquiera (hay quienes lo aprenden con mayor facilidad y hay quienes no, pero lo importante es tener paciencia y confianza en el proceso del aprendizaje).
- Caerse no tiene nada de malo, siempre y cuando nos pongamos de pie y lo intentemos de nuevo (esta aplica para todo en la vida, by the way).
¿Y tú? Cuéntanos, ¿a qué edad empezaste a esquiar?
Instagram (@TheBBTimes)
¡Ahora a esquiar!
