Nieve a montones. Esquí y Snowboard de principio a fin de la jornada. Y todo (o casi) funcionando a pleno. Parece increíble que estas palabras describan un inicio de temporada en tiempo y forma en el Valle de Las Leñas.
Luego de una temporada, la 2019, que debió concluir abruptamente por el fuerte aumento de las temperaturas y la ausencia de nevadas prevista, se esperaba con ansias que en 2020 el valle recuperara su posición de privilegio en la consideración de quienes esquiamos en Argentina. Pero la temporada 2020 pudo resumirse en una palabra: Pandemia. Realmente no estaban dadas las condiciones para abrir.
2021 fue el año del sinsentido. Jamás terminaremos de entender por qué el Resort continuó cerrado, si bien las plazas de alojamiento llegaron a tener una ocupación interesante y sus laderas cubiertas de nieve se llenaron de entusiastas del trineo... sin medios de elvación funcionando.
Al fin, el almanaque dice que estamos en el 2022. Y parece que en Las Leñas ha vuelto a ser Las Leñas. Empieza a verse el sol, paradójicamente de la mano de intensas tormentas de nieve.


Imágenes superiores: Lunes 04 de Julio
Con nieve reciente caída y bajas temperaturas, sabía que me encontraría con el paisaje esperado, pero también con el peligro de un camino resbaladizo.




A pesar de la nieve en ruta, se podía llegar perfectamente sin cadenas en vehículo 4x4 con cubiertas aptas
Poco se equipara a la alegría de por fin tras casi tres años, llegar a un Valle de Las Leñas como todos lo queremos ver.
De Lunes a mediodía a jueves. A elegir días para esquiar. Buena nieve, bajas temperaturas, visibilidad y medios de elvación (remontes) abiertos son la esperanza. Cada uno de esos días, al final, nos daría solo una combinación de algunos de esos objetivos deseados.
Lunes de sol, nieve pisada recién caída. Pero mucho viento. Apertura de la montaña y medios parcial. La joyita "Marte" (defino así a todo el grupo de pistas y fuera de pistas que sirve esta aerosilla) cerrada. A disfrutar lo que se pueda, que no hay mucha gente.

El viento, omnipresente toda la jornada





Los amantes del "corderoy" tuvieron su momento de felicidad también
(Día) Martes nublado y ventoso. Cruzo los dedos. Me encomiendo a los dioses, la madre naturaleza, los espíritus de las montañas y todas esas frases bonitas de ocasión. A San Paquetón mejor no molestarlo de más, venía cumpliendo y prometía visita para el miércoles.
Parece que sirvió. (Aerosilla) Marte abierta. Estoy listo para experimentar el vértigo de esquiar rápido viendo poco. Me va a comer las piernas, el día va a ser corto... pero memorable.


800 metros de desnivel en 1.600 de recorrido. Saquen números del grado de pendiente, no soy bueno para las cuentas. No, para las así de fáciles tampoco.

El valle y la ruta de acceso, abajo


Al fondo cota 3.430 la máxima a la que se accede por medios de elevación. El viento inclemente había hecho de las suyas, y lo seguiría haciendo.


Vista del final de pistas Apolo y Júpiter, vistas desde el parador Marte

LLegó el miércoles. Y san Paquetón no mintió (este año). De pronto bien entrada la noche el cielo se nubló, y empezó a nevar. Nada de copos algodonosos idílicos de película navideña gringa. Las Leñas style, tiempo inclemente con viento y copos pequeños que se meten por todos lados.
La gente poniendo cadenas algunos, otros con doble tracción y mucha precaución. Otros, bichos de autopista, la montaña no era para ellos.



Si no hay fotos o videos desde afuera fue porque no tenía ganas de que se me enfriaran las manos (así nomás). Ya era suficiente con lo que había sacado desde el departamento. Cuidado que era abrir la ventana y que el viento llenara todo el ambiente de nieve.
Esa fue una mañana, parte de la tarde y un rato a la noche de trabajo en gayumbos al calor del calefactor eléctrico, mientras afuera no paraban de sonar las detonaciones del control de avalanchas. Una hizo temblar el edificio. Un tanto intimidante la verdad...
El jueves, fruto del trabajo de San Paquetón y del mío, me esperaba nieve nueva. A mis clientes en la no tan lejana Mendoza precios nuevos. Maldades de la tecnología y el trabajo a distancia. "Dis is Aryentain, may broder"...

La silla Caris y sus pistas sin pisar. Exigentes y divertidas

Minerva se mantuvo casi siempre abierta y disfrutable




A Vulcano, pisada el lunes y vuelta a cubrir de nieve nueva el Miércoles la guardaron para la semana que se inicibaba pronto. No sería para mí en esta oportunidad.
Y esa misma tarde fue el momento del regreso. Nada que no haya sentido la mayoría de quienes vayan a leer este humilde artículo: una mezcla de felicidad por lo vivido y ganas de más. Mezcla de deporte, pasión, diversión y evasión, la nieve siempre nos deja con ganas de más.